El Foro Nacional por un Programa Agrario Soberano y Popular, presentó sus “21 puntos” a los ministros Luis Basterra (Agricultura, Ganadería y Pesca) y a Roberto Salvarezza (Ciencia, Tecnología e Innovación). Con eje en “el desarrollo de un modelo productivo alternativo, no extractivista”, las organizaciones campesinas, en unidad, exigieron ser partícipes en la elaboración de políticas públicas para el sector.
Por Ramiro Coelho y Lucas Molinari
Con gran presencia de autoridades nacionales, organizaciones de la agricultura familiar y de la pesca artesanal entregaron su programa el pasado miércoles. Ante un Aula Magna de la Facultad de Medicina colmada, los ministros Luis Basterra (Agricultura), Roberto Salvarezza (Ciencia y Técnica), el titular del INAES Mario Cafiero, la coordinadora del Consejo contra el Hambre Victoria Tolosa Paz, entre otros funcionarios, escucharon con atención a los productores.
El tono mayoritario de los discursos de las organizaciones fue de exigir compromisos. Luego de un proceso compartido de resistencia a las políticas del macrismo, existen expectativas en construir diálogos y consensos básicos entre quienes hoy son funcionarios de los ministerios y los colectivos de productores. También fueron de la partida trabajadores del Estado, docentes y profesionales que trabajan hace años la temática de la soberanía alimentaria. El encuentro abre una oportunidad histórica para generar un cambio profundo en el modelo de producción de alimentos en la Argentina, el cual ha sufrido un profundo proceso de deterioro y concentración durante el gobierno de la Alianza Cambiemos.
“El encuentro abre una oportunidad histórica para generar un cambio profundo en el modelo de producción de alimentos en la Argentina”.
Entre atender la urgencia y construir a largo plazo
Las organizaciones ocuparon el escenario para hacer uso de la palabra y remarcar los aspectos que consideraban relevantes de la agenda agropecuaria que se estaba presentando. Los ministros y sus equipos técnicos se sentaron a un costado y escucharon atentamente las intervenciones.
Deolinda Carrizo, del Movimiento Nacional Campesino Indígena, recién llegada de un largo viaje para participar del acto, fue la primera en tomar la palabra: “Ojalá hayamos aprendido también desde este lado que con la división el que más ha sido beneficiado es el agronegocio”. Su mención hacía referencia a los largos años en que los movimientos campesino indígenas y de productores familiares habían llevado adelante sus reclamos y luchas de manera fragmentada. A partir de la “unidad en la lucha” construida en los cuatro años de resistencia a las políticas del Gobierno de Mauricio Macri, fue posible construir una agenda y un programa para el sector consensuado, en el marco del Foro Agrario Soberano y Popular.
“Con nuestra división el más beneficiado ha sido el agronegocio”
En relación dicho consenso, Diego Montón del Movimiento Nacional Campesino Indígena explicó: “lo que nos ha unificado es la construcción de un programa”, y advirtió: “van a contar con nosotros en la lucha con los sectores concentrados y nos van a ver reclamando en la calle cuando veamos que se están apartando de este camino”. Según el representante campesino “el conflicto con los agronegocios es inevitable y resulta necesario implementar una reforma agraria, que fue reconocida por las Naciones Unidas como la forma que tienen los estados para garantizar el derecho a la tierra”.
Los discursos fueron de la demanda y el apoyo al flamante gobierno. “Traemos una inmensa alegría por lo que está sucediendo con este gobierno, pero también traemos la bronca de los más de setenta mil productoras y productores que, según el censo agropecuario, han desaparecido, pero que en realidad no han desparecido, están en los barrios populares de las grandes ciudades”, planteó un referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) ante las autoridades.
La migración de campesinos y trabajadores rurales del campo a villas y asentamientos de las grandes ciudades ha sido una constante en la Argentina de las últimas décadas. El avance de los monocultivos de soja, maíz y trigo transgénico ha despoblado las zonas rurales, generando la destrucción del medio ambiente, las economías regionales y sobrepoblando zonas urbanas.
“Traemos la bronca de los más de setenta mil productoras y productores que, según el censo agropecuario, han desaparecido, pero que en realidad no han desparecido, están en los barrios populares de las grandes ciudades”
En este escenario de urgencias fue inevitable la interpelación directa a los ministros. “Hay temas que no pueden esperar, es necesario implementar ya la ley de agricultura familiar”, reclamó Nahuel Levaggi, referente de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). En el año 2014, el gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner sancionó dicha ley, la cual dio marco a las políticas de promoción del sector iniciadas años anteriores, desarticuladas completamente durante la gestión de Cambiemos.
Zulma Molloja también de la UTT por su parte exigió en un encendido discurso: “que se pongan a laburar sobre la ley de acceso a la tierra. Que se avance en el desarrollo a la agroecología y también con los derechos de las mujeres campesinas”.
“Hoy les presentamos todas nuestras problemáticas como productores de la tierra y les pedimos que se pongan a trabajar para resolverlas”.
Encendido discurso de Zulma Molloja de @uttnacional, en presentación del Programa del Foro Agrario a @LEBasterra y @RCSalvarezza. pic.twitter.com/cOrV6FrbeQ— Radio Gráfica (@RadioGrafica893) December 18, 2019
Del desmantelamiento a un gobierno de puertas abiertas
Luego de haber escuchado atentamente las intervenciones de los productores, los ministros presentes respondieron a las propuestas y demandas. En un todo pausado Javier Rodriguez, Ministro de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires, aprovechó para enviar un saludo “muy fuerte y cálido del Gobernador Axel Kicillof” y agregó: “Mi felicitación a los que han construido ésta unidad. Los 21 puntos, es comenzar con la agenda del desarrollo que los productores y pescadores necesitan, una agenda que incluye la producción, la tecnología, pero que también incluye la escuela la salud y el arraigo”. De esta manera el funcionario se refirió a la necesidad de articular las demandas con una agenda más amplia que hace a la compleja situación de un sector que, en la Provincia de Buenos Aires, carece de infraestructura productiva y socioeducativa básica, a pesar de producir un altísimo porcentaje de los alimentos frescos que se consumen en gran parte del país. Al cierre de su discurso expresó: “Este es un ministerio de puertas abiertas, necesitamos trabajar con ustedes”.
El cierre estuvo a cargo de Luis Basterra, Ministro de Agricultura. “La verdad que estoy en casa, hemos estado compartiendo luchas cuando se despedía gente de los ministerios y los reclamos de los agricultores familiares”. Seguidamente aclaró que “estos 21 puntos deben ser implementados” y respondió a los reclamos. “Yo le agradezco a Nahuel (Levaggi) que ponga esto sobre la mesa. No hemos logrado que se reglamente la ley”. Se comprometió a avanzar en ese sentido y volvió a remarcar la importancia de trabajo conjunto.
Cómo implementar un programa ambicioso y atender la urgencia
Al finalizar el acto Luis Basterra conversó con Radio Gráfica acerca de la implementación de las propuestas presentadas. “Venimos trabajando con el sector desde el gobierno anterior. Le dimos el estatuto de Secretaría de Estado, sancionamos una ley de agricultura familiar y en lo profesional siempre estuvimos relacionados con el sector. Hoy vemos que el sector de la agricultura familiar está unido, proactivo y con protestas. Más de 200 mil familias viven de la agricultura familiar. Estos son lineamientos generales que hay que llevarlos a acciones concretas a través del diseño de políticas públicas. Es importante que esta política sea participativa y quienes participen de ella tendrán el compromiso de hacerla efectiva”.
“Son más de 200 mil familias las que viven de la agricultura familiar”
Al ser consultado sobre la participación del sector en el plan contra el hambre explicó: “De la Provincia dónde yo vengo, Formosa, tenemos el Instituto de Acción Integral para el Pequeño Productor Agropecuario. Con ellos tenemos el acuerdo de qué alimentos deben cultivar para las diecisiete mil familias que se alimentan de manera sana y eficiente sin tener que comprar a grandes almacenes”.
La Gráfica también dialogó con Victoria Tolosa Paz, que coordina el Consejo contra el Hambre: “Creo que esta discusión es de fondo y tiene que ver con la recuperación de producciones que son centrales para el desarrollo agrario de nuestro país. Las propuestas que están presentando estos sectores es justamente la solución para luchar contra el hambre. La presencia de Luis Basterra y Javier Rodríguez es una garantía de que vamos a trabajar en este sentido. A mi me parece muy alentador la presencia de estas agrupaciones de base. Ver a los compañeros de la agricultura familiar, a hombres y mujeres que han estado en los foros de los que hemos participado escuchando, hace que cuando tengamos cargos con responsabilidad sepamos cuál es el rumbo. Soñábamos que cuando volviéramos al poder pudiéramos hacer lo que aquí se está proponiendo. El compre estatal tiene un gran potencia para comenzar a impulsar a este sector. Para ello es importante el acceso a la tierra.”
La agenda presentada por los productores es ambiciosa y podría significar un cambio profundo en la estructura productiva de los alimentos en la Argentina. Por eso, la disputa con los intereses de la oligarquía rentista, vinculada a los agro negocios y las corporaciones que producen semillas transgénicas y agro tóxicos, no es menor. El conflicto ya se manifiesta en la declaraciones de los representantes de la Mesa de Enlace sobre la actualización de los derechos de exportación definida por decreto. Cabe preguntarse, entonces, por la capacidad de mantener la unidad y construir poder una alianza entre un gobierno que comienza y un sector campesino mayoritario que se muestra unido y con propuestas.
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