Leo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino y director del sitio Mundo Empresarial, página informativa del sector PyMes, dialogó en el aire de Radio Gráfica sobre la Ley de Góndolas que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional.
En diálogo con Abramos la boca Bilanski afirmó que “con esta ley se busca la garantía de la libre competencia en el sector del abastecimiento de los alimentos en la Argentina. Hoy hay un oligopolio industrial en la producción y en el acceso a la comercialización en los híper y super mercados. Cartelizan el acceso, abusan de su posición dominante sobre las pequeñas y medianas empresas que no pueden acordar formas de pago y cobro, sino que van al poder de la gran empresa de turno que los somete. Esto termina en la administración de los precios por parte de cuatro o cinco jugadores. Entonces nos damos cuenta que la inflación es una cosa y los precios de los alimentos otra. La diferencia entre ambas, se ve que los que se la quedan son los intermediarios, o sea los supermercados y los empresarios alimenticios“.
El entrevistado también indicó que “los hipermercados van a seguir resistiendo desde el plano judicial. Todo dependerá de la voluntad política del próximo presidente, Alberto Fernández, de querer bajar el precio de los alimentos para los argentinos. La comida en la Argentina debe ser barata, no por un tema de mala calidad sino porque somos productores de materia prima con capacidad de darle de comer a cuatrocientos millones de personas, y en esto no hay discusión. Las corporaciones se ocuapn de garantizar los consumidores que no son argentinos. Bienvenido que el Estado ponga las cosas en orden. Y a la coropración que no le guste, que se vaya a su país filial a ejercer el comercio, a ver si puede usar las prácticas extorsivas que usan en la Argentina”.
Por último Bilanski subrayó que “según el proyecto de ley los hipermercados tienen que garantizar el 30% de la góndola para las PyMes, y para produvctores de la economía familar y cooperativa. Los precios más bajos no pueden estar en rincones de las góndolas sino en espacios equidistantes entre el suelo y el techo para que cualquiera los pueda ver. No puede haber, y es una práctica muy abusiva de los supermercados, cánones adicionales para que los productos estén en determinados lugares de las góndolas. Las reglas tienen que correr iguales para todos. ¿Qué permitiría todo esto? Que el consumidor elija en variedad, cantidad y precio, entendiendo que detrás hay un solo productor que trata de controlarlo. La libre competencia tiende a equilibrar los precios en un punto de equilibrio, en general menor a lo que están fijando hoy los supermercados”.
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