Chile se despierta, Argentina cambia su gobierno, Ecuador protesta, Brasil se convulsiona, golpe en Bolivia… el neo liberalismo no perdona. Resistirá hasta donde pueda, simple y sencillamente porque nos necesitan como nunca.
Por Sofía Scasserra (*)
¡Qué momento para vivir en América Latina! Entusiasmo, miedo, furia, dolor, esperanza. Somos una montaña rusa de sentimientos. Mucho ocurriendo… mucho que tiene diversas aristas y explicaciones dependiendo la lupa con la que miremos y la situación en la que nos concentremos.
Una mirada global y monetaria ayuda a tener otra óptica respecto de una región convulsionada. Una mirada que se aleje y mire el proceso desde una perspectiva más histórico-estructural en estas tierras, las nuestras, que están tratando de liberarse de un colonialismo -no de décadas- sino de siglos. Aquí vamos…
En nuestros bancos centrales hay dólares. Se usan para respaldar la moneda nacional. Pero en la reserva federal (el banco central de EEUU) ¿Qué hay? La respuesta es simple: nada. Cuando EEUU decide salirse del patrón oro bajo la presidencia de Nixon en el año 1971, basó su estrategia en la demanda. ¿Qué significa esto? Un bien tiene valor de mercado en base a la gente que lo desea. Si la gente lo quiere, ese producto, sea una casa o sea un pedazo de papel, adquiere valor. EEUU garantizó que para siempre el mercado “demande” dólares expandiendo su moneda a través del mercado energético. Hizo un acuerdo con los países de la Organización Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para que el petróleo del mundo cotice y se venda en dólares, garantizándose una demanda estable de dólares para sostener el mercado energético a nivel global. Expandió esa demanda a través del comercio, las reservas en banco centrales, la dolarización de las economías y la deuda. Indirectamente, la expansión de la demanda compulsiva de dólares hizo que absorbamos la inflación de la economía norteamericana que puede darse el gusto de emitir moneda sin respaldo, exportando su inflación al resto del mundo.
China siempre fue un jugador global en la economía, pero hace poco más de una década el gigante asiático comenzó a disputar el lugar de líder global. Empezó a batallar por el dominio de la tecnología, la inteligencia artificial, el mercado de datos y conocimiento. Tiene un poder económico similar al norteamericano. Tiene algunas de las empresas mas poderosas del mundo. Gana mercados. Incorpora población a la clase media año tras año, siendo el mercado más importante del mundo. Se consolida en los organismos internacionales como líder y oposición al main stream, generando sus propias reglas.
En este contexto, estar atado al dólar con sus reservas en dicha moneda, significaba un problema: no podés disputarle el poder a una economía de la cual dependés y de la cual tenés guardado todo tu poder económico en su moneda. Había que deshacerse de los dólares… y ahí empezó la verdadera batalla.
Al expulsar dólares al mercado y cambiarlos por rublos y oro, China llenó el mercado global de dólares, generando inflación. Al principio EEUU respondió subiendo la tasa de interés: una estrategia defensiva. Esto es: para que no haya dólares de más en el mercado y no genere inflación, subo la tasa motivando que los dólares vuelvan a la reserva federal porque todos quieren “depositar” sus dólares en la reserva federal a cambio de un interés. Pero esta estrategia genera una retracción de la producción, de la generación de empleos, y los empleos son, como dice el sociólogo Leonardo Sai: la máquina electoral de Donald Trump.
China se dio cuenta que esto no era suficiente y comenzó a cercar la demanda de dólares por otros medios. El acuerdo de libre comercio RCEP busca consolidar a China como el mayor jugador del comercio asiático en sus términos, consolidando el Yuan. África ya esta altamente influenciada por China y algunos bancos centrales comenzaron a tener reservas en yuanes. Y el petróleo…. Cada vez que un país se atrevió a desafiar el dólar como moneda de intercambio del petróleo, fue invadido y destruido. Esto le paso a Libia, Irak, Siria… la salida a la bolsa del petroyuan en marzo del 2018, fue en esa dirección.
¿Porqué explico todo esto? Porque América Latina en esta batalla quedó dolarizada. El patio trasero de EEUU sirvió en los últimos años para mantener la hegemonía del dólar.Los gobiernos neoliberales de la región fueron artífices necesarios para mantener un alineamiento funcional a la economía norteamericana.
En este contexto el FMI inyectó deudas a la región del Caribe, Ecuador y Argentina, rompiendo su propias reglas y le prestó dinero al gobierno de Macri sabiendo que jamás lo iba a pagar. En efecto, estamos absorbiendo la crisis que los norteamericanos se están evitando tener. Esos dólares baratos deberían ser inflacionarios y deberían estar haciendo estallar los precios en EEUU bajando el valor internacional del dólar. Estamos teniendo la crisis que ellos se evitaron tener.
La tasa de interés de la Reserva Federal baja, y el mismo Donald Trump dijo que la tasa debería ser negativa en una suerte de extorsión a los países a que se queden sus dólares: una tasa negativa significaría que si querés devolverle los dólares que ya no valen tanto a la reserva federal: ¡tenés que pagarle! Es una forma de ponerte un arma en la cabeza y obligarte a que te quedes los dólares en vez de cambiar a otra moneda o instrumento financiero, forzando la demanda de dólares y evitando que genere inflación. Pasar de una estrategia defensiva a una estrategia ofensiva: la guerra esta en su momento mas crucial.
Las deudas en la region crecieron. El poder de EEUU se resquebraja. El dólar esta cercado. En medio de esto los latinoamericanos nos atrevimos a decir “basta”. Indirectamente, estamos diciendo “no queremos sufrir la crisis que deberían estar sintiendo ellos”. Chile se despierta, Argentina cambia su gobierno, Ecuador protesta, Brasil se convulsiona, golpe en Bolivia… el neo liberalismo no perdona. Resistirá hasta donde pueda, simple y sencillamente porque nos necesitan como nunca. Somos la esperanza del líder global por sostener su liderazgo. No nos van a dejar ser soberanos porque nuestra libertad implica hoy, mas que nunca, un paso mas hacia el vacío.
En este contexto hay que ser estratégicos y ser conscientes que, dentro de cada país desarrollado, existe un país subdesarrollado. La solidaridad de la clase trabajadora y los movimientos sociales, el fortalecimiento de nuestras democracias y la búsqueda de aliados estratégicos puede ser la salida por fin, a décadas (sino siglos) de colonialismo y capitalismo neo liberal.
(*) Economista, investigadora, columnista en el programa Feas Sucias y Malas.
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