Las elecciones del 27 de octubre han demostrado el descontento en la provincia de Jujuy con el gobierno nacional y provincial. Hasta último momento “nadie se animaba a vaticinar un resultado, pues si bien había bronca en la población era tanto el despliegue del aparato político del oficialismo para recuperar los votos que habían perdido en las PASO del 11 de agosto”, relató Martina Montoya, comunicadora del Centro de Acción Popular Olga Martínez de Arédez (CAPOMA) a Radio Gráfica.
En diálogo con Panorama Federal, Montoya caracterizó como “impresionante la movida que se realizó Juntos por el Cambio días antes de los comicios: donaciones, regalos, presencia en las calles”, pero destacó que “la gente está empezando a pensar los votos y a plantearse cómo está votando, lo que quiere y lo que no”.
En la elección a gobernador Gerardo Morales perdió una buena cantidad de votos respecto de aquella vez en el año 2015 cuando gana la gobernación, sin embargo, “fue reelecto porque en la oposición no había un frente fuerte”, admitió la comunicadora.
“Morales fue reelecto porque en la oposición no había un frente fuerte”
No obstante, los votos que perdió Juntos por el Cambio en las primarias de agosto no los volvió a recuperar en octubre, porque ganó el justicialismo en Jujuy, y la fórmula Fernández – Fernández se impuso “en lugares donde ha sorprendido. El Frente de Todos ganó en todos los departamentos de la Provincia, sólo en tres localidades ganó el oficialismo”, informó.
“Este resultado expresa que la gente está diciendo ‘esto no quiero, esto no me está gustando’”, evaluó.
Lo que han dejado las elecciones de octubre, además, “es una manifestación de odio y bronca que se ha visto en todo el país, y acá en Ledesma, de vecinos que uno conoce no sólo hacia los militantes, sino sobre la gente que piensa distinto, que vota distinto”, se lamentó Montoya.
Morales quiere seguir afirmando lo que calificó como “un poder absoluto en Jujuy”, viene impulsando un juicio político al Tribunal de Cuentas de la Provincia, pues pretende remover a los jueces que no se subordinan al gobernador.
El martes 5 la comisión de Asuntos Especiales y Jurídicos de la Cámara de Diputados provincial ha votado el juicio político al fiscal general del Superior Tribunal de Cuentas Alejandro Ficoseco. Además, las denuncias son contra Nora del Valle Millone Juncos, presidente del Tribunal de Cuentas, y los miembros de la Vocalía Contable Sala II, Mariana Leonor Bernal y René Antonio Barrionuevo Lacour.
El juicio político a los mencionados integrantes del órgano de control es por la supuesta omisión en efectuar las denuncias que hubiese correspondido, avalando así –según la acusación- que se cometa delitos en perjuicio del Estado vinculados a la “Megacausa”, el expediente judicial que aún se investiga, y donde, entre otros, están acusados miembros de la Tupac Amaru, el exgobernador Eduardo Fellner y otros exfuncionarios.
“Este juicio se funda en una acusación de supuestos testigos que no han aparecido”, denunció la cronista.
El problema sensible es que ese Tribunal de Cuentas viene denunciado desde el año 2016 “las irregularidades de la entonces Secretaria de Recursos Humanos Ada Dalpré, colaboradora del gobernador, quien renunció a fines del año pasado sin la rendición de cuentas ante ese Tribunal de los dineros estatales”, confió la corresponsal, y evaluó que es “por una suma que supera ampliamente el monto por el cual está judicializada Milagro Sala”.
“Jujuy era el laboratorio del proyecto del macrismo por manipular y controlar al poder judicial”
Una vez más se constata “que Jujuy era el laboratorio del proyecto del macrismo por manipular y controlar al poder judicial: con los juicios a Milagro Sala, a los dirigentes sociales, la persecución a los que se enfrentan al gobierno de Morales”, advirtió la comunicadora.
Por último, Martina Montoya consideró que “Morales apunta al control absoluto de la Justicia en Jujuy”.
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