Según lo informado por el Laboratorio Melacrom, entidad contratada por el municipio de Mercedes para llevar a cabo estudios en la zona después de la explosión de la fábrica de agroquímicos SIGMA AGRO S.A., se encontró glifosato en las redes de agua. Para la semana entrante se esperan los resultados de estudios llevados a cabo en tierra, que según estiman los vecinos, puede contener altos niveles de pesticidas y fertilizantes.
Por Juan Patricio Méndez*
La explosión de la fábrica ocurrida el 27 de Septiembre alteró la vida de los vecinos de la localidad del oeste bonaerense. Organismos y asambleas ecologistas han declarado la emergencia ambiental por la gravedad de lo ocurrido, y por ello se encuentran demandándole a las autoridades respuestas acordes a la magnitud del hecho. Sumado a esto, la falta de datos concretos por parte de la intendencia y del Organismo Provincial Para el Desarrollo Sustentable (OPDS) han creado un estado de desinformación que ha movilizado a los habitantes. “Si bien no es en las redes superficiales, se ha encontrado glifosato en las redes más profundas de las napas de agua”, comentó Gerónimo Belforte, miembro de la Asamblea Mercedina por la Agroecología (AMA), acerca de los resultados del informe emitido por el laboratorio Melacrom, presentados en la reunión del día viernes 25.
La AMA emitió varios comunicados donde enfatiza sobre la gravedad del asunto, señala la presencia de sustancias nocivas para la salud, y hasta denuncia la complicidad del sector privado con el Estado. En este sentido, la AMA expresó que “la tardía e ineficaz intervención de la OPDS implica la cercanía del gobierno con la empresa”.
Sin embargo, Belforte resaltó la importancia de llevar a cabo estudios más a largo plazo, con un espacio de tiempo sumamente considerable, como para que los resultados que otorguen los informes sean lo más cercano a la realidad. Esto se debe a que la proximidad temporal en la toma de las muestras no representa el hecho de que el agua esté o no contaminada. Es por ello que en la reunión del último viernes, las organizaciones no han quedado conformes con los resultados del informe del laboratorio.
De todas maneras, Belforte, así como también la AMA, hacen mención al hecho de que la presencia de una sustancia tan tóxica en la red de agua corriente, sea baja o superficial, habla de la gravedad de la situación. En términos de Martín Barros, se trata realmente de una “catástrofe nivel Chernobyl”.
Con respecto al encuentro que se llevó a cabo el día Viernes 25, Gerónimo Belforte expresó que “tanto las autoridades del Municipio como las autoridades de Provincia y de Nación, se han pasado la pelota entre ellos, sin dar mucho detalle acerca del plan a seguir”. Agregó que, si bien el poder de policía lo tiene el municipio, el ente regulador y el elaborador de políticas en el territorio de la provincia es la OPDS. El actual intendente de Mercedes, Juan Ustarroz, ya había mencionado que “el municipio no tiene competencia en el tema”, al mismo tiempo que se trató “de una forma desleal de politizar los procesos electorales”.
El vacío de autoridad generó una ausencia de poder, ausencia que implica que las instituciones de gobierno no se hayan proclamado en pos de solucionar el conflicto, y que al día de hoy, la única conducta que manifiestan sea la de responsabilizar unos a otros.
Por si esto fuera poco, en la reunión del viernes no se han generado proyectos de solución para remediar la zona contaminada. Para ello, según Belforte, las autoridades están esperando “los resultados de informes concretos para poder diagramar un plan de acción”. El estudio, si bien arrojó la presencia de glifosato en el agua, ha descartado la presencia de dicha sustancia en el estudio de aire, lo cual no quiere decir que no se encuentre contaminado.
Sin embargo, y pese a estas conclusiones, Belforte señaló que el día jueves, anterior al encuentro con las autoridades municipales y provinciales, se acercaron junto a vecinos y vecinas a la zona lindera, y que fue allí donde “después de estar entre 5 y 10 minutos frente a la fábrica, los ojos comenzaron a irritarse”. Si bien el estudio puede tener un alto grado de asertividad, “no hay que descartar que la contaminación se encuentre alojada en la tierra, producto de las lluvias y de la baja presión de esos días”, concluyó.
Es una responsabilidad de las autoridades de gobierno el establecimiento de un proyecto concreto y tangible que ponga sobre la superficie la solución y el saneamiento de la zona. La formación de políticas públicas debería ser el camino a seguir, teniendo en cuenta el horizonte conflictivo que estamos atravesando. Esto, citando a Barros, se trata de una catástrofe ambiental; y con respecto al comunicado de AMA, el silencio se corresponde con una histórica complicidad entre el ente regulador y el sujeto regulado. El camino, ahora, es ir por una rápida respuesta del organismo competente y por la consecución de un plan de acción y saneamiento sanitario. El agronegocio sigue llevándose vidas con sus procesos productivos. Es hora de parar.
(*) Periodista ambiental, columnista de Abramos la Boca
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