Rosario Román, Ayelén Rocío Cámpora, Iñaki Sanguinetti y Denise Slarner son residentes y concurrentes de hospitales de la Ciudad de Buenos Aires, quienes lograron que se dejara sin efecto la ley que precarizaba aún más su trabajo. Visitaron el estudio Patrick Rice de Radio Gráfica y explicaron cuáles son las demandas hacia adelante para mejorar sus condiciones laborales y el sistema de salud.
En diálogo con Úrsula Asta para Feas Sucias y Malas analizaron la construcción de ese triunfo y también plantearon la creación de una nueva ley que sea “justa, interdisciplinaria y que garantice condiciones laborales dignas”.
Rosario Román es médica residente del Centro de Salud (CeSAC) N°36 y del Hospital Vélez Sarfield, también es delegada de la asamblea de ese hospital. Explicó que el proyecto de ley que fue dejado sin efecto producto de la lucha de las trabajadoras y trabajadores, surgió a instancias del oficialismo porteño, que lo aprobó en un contexto de represión a los manifestantes en la puerta de la Legislatura. “La ley continuaba con la precarización de la Ordenanza Municipal por la cual se venía rigiendo. Estipulaba los salarios por vía reglamentaria en lugar de atarlos a un coeficiente del salario de los médicos de planta permanente: no teníamos certeza alguna de cómo iba a ser el cálculo de nuestro salario. Creemos que ésta era una de las razones principales por las que se impulsaba esta ley que se presentaba como innovadora, pero cuando nuestra Comisión de Legales se sentó a leerla, no lo era”.
Y agregó: “Además, sólo un artículo hablaba de los concurrentes, en el que se especificaba que se trata de un trabajo ad honorem. Hay que tener en cuenta que hay hospitales en que servicios enteros están sostenidos por concurrentes, sin ellos el servicio no funciona. También reducían licencias, se estipulaban menos días que antes por maternidad, por ejemplo. Y dejaba abierta la puerta a la sanción a compañeros que pudieran generar ‘un daño ético o moral a la administración’, lo cual es muy grave porque es totalmente subjetivo. Era como una reforma laboral”.
Román observó también que tras ser dejada sin efecto la nueva ley, hoy siguen regidos por la Ordenanza Municipal N° 40.997: “Seguimos precarizados”. Y sumó: “’Sin residentes ni concurrentes no hay hospital’ no es sólo un slogan: el paro visibilizó que muchas veces somos nosotros quienes sostenemos los servicios, y fue muy importante el apoyo de muchos médicos de planta permanente, así como de pacientes y toda la sociedad. Así y todo para muchos compañeros volver fue muy difícil, algunos han sido amenazados”.
“No teníamos certeza alguna de cómo iba a ser el cálculo de nuestro salario“
Iñaki Sanguinetti es psicólogo concurrente del Hospital Álvarez y delegado de la asamblea de ese hospital. Explicó que la Asamblea de la Ciudad de Buenos Aires de Residentes y Concurrentes existe desde 2014, y agregó: “A veces somos pocos, a veces más, a veces nos une el espanto. Pero unirnos nos hace reconocernos como trabajadores del colectivo de salud. El nuestro es un reclamo por condiciones laborales y por la salud pública”.
Luego detalló cómo funcionan las residencias y concurrencias: “El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene un programa de formación de profesionales de la salud con orientación pública: el Sistema de Residencias y Concurrencias. Ambas son posgrados con horas de práctica clínica. Cumplimos horarios, atendemos pacientes, hacemos docencia, investigación y formación supervisadas”. Y destacó: “Los concurrentes trabajamos más de veinte horas sin remuneración. Hay que tener en cuenta que los últimos cuatro años de crisis impactan en el cuerpo del concurrente que dedica la mitad de su tiempo al trabajo no rentado en el hospital público”.
Ayelén Cámpora es médica residente de tocoginecología del Hospital Ramos Mejía y es delegada de ese hospital. Sobre el proceso de organización activa que sostienen, reflexionó: “No sólo nos permitió visibilizar una situación hacia la sociedad, también nos da el puntapié para ser la generación de residentes y concurrentes que nos pongamos a trabajar en pos de la salud pública de manera interdisciplinaria y reconocernos todos como trabajadores de la salud. Desde la atención primaria de la salud hasta la de alta complejidad, construimos la salud de la población de manera conjunta. Tenemos la oportunidad de ser quienes rompamos con el modelo médico hegemónico que es parte del poder que nos ha sometido y silenciado”.
“El nuestro es un reclamo por condiciones laborales y por la salud pública“
Tras el triunfo, esta semana siguen con asambleas por hospital y el miércoles tienen asamblea de la Ciudad. “Queremos una ley justa, que garantice condiciones laborales dignas, salario para los concurrentes y queremos ser partícipes en su elaboración de manera interdisciplinaria, no solo los médicos sino también los trabajadores sociales, kinesiólogos, psicólogos, todos los profesionales que trabajan en el sistema de residentes y concurrentes, para el sistema público y para el privado también”, explicaron.
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