Por Osvaldo Jara
En septiembre de 1955 el gorilismo acérrimo concertó su plan más siniestro. La dictadura cívico/militar destituyó el gobierno del General Perón. Si bien la consigna de los golpistas fue “ni vencedores ni vencidos” resultaba claro que los objetivos eran otros. Se implementó un plan de miseria y hambre, de involución de derechos, de borramiento de la identidad política.
Este proyecto no se introdujo sin la virulencia irracional. Se asistió a un proceso de “desperonización” que incluyó todos los órdenes de la vida nacional. El 9 de marzo de 1956 se sancionó el decreto 4161 prohibiendo la utilización de “imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrinas, artículos y obras artísticas” que hagan alusión al peronismo. Asimismo, no se podían pronunciar los nombres “del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones ´peronismo´, ´peronista´, ´justicialismo´, `justicialista´, ´tercera posición´, la abreviatura PP, las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales ´Marcha de los Muchachos Peronista´ y ´Evita Capitana´ o fragmentos de las mismas, y los discursos del presidente depuesto o su esposa o fragmentos de los mismos”. Unos meses antes fue disuelto el Partido Peronista en sus ramas masculina y femenina.
Esto odio no sólo tuvo sus alcances en el plano normativo. El rencor y el revanchismo se comprobó con la desarticulación de las organizaciones libres del pueblo, como la Fundación de Ayuda Social Eva Perón. En la destrucción de estatuas y monumentos vinculados al líder político y su compañera de vida y de lucha. En la persecución de dirigentes y militantes vinculados a la causa popular.
El deporte no estuvo exento a esta condición, La disolución de los Campeonatos Evita es ejemplificador en este sentido. Este certamen que reunió a miles de chicos y jóvenes de todo el país quedó trunco luego de la irrupción de la fusiladora. ….
La historia de los Campeonatos Evita es el fiel reflejo de la animadversión. Este certamen fue interrumpido durante varias etapas a lo largo de la historia argentina. Su vuelta se produjo en los setenta con el regreso del peronismo tras dieciocho años de proscripción. La tercera etapa fue en la década del noventa cuando los viejos militantes de la Liga Justicialista del Deporte irrumpieron en la Secretaría de Deportes. El cuarto momento fue cuando un puñado de gobernadores peronistas retomaron el camino en 2001 para ser reconocida más tarde como una política pública.
En la actualidad este certamen peligra su existencia. Y junto con ello ocurren manifestaciones que flagelan el ser nacional. Setenta y seis años después el antpiperonismo más rancio recrudece.
La reproducción del odio
El proyecto libertario no tiene nada de original. Hunde sus raíces en el viejo país semicolonial, aunque se amolda a los nuevos tiempos. La Libertad Avanza se funda en la destrucción de la Justicia Social; la muestra concreta es la eliminación incesante de derechos. Pero para que dicha destrucción tenga efectos prácticos es necesario provocar un resquebrajamiento simbólico.
Durante la campaña presidencial Javier Milei prometió borrar de un plumazo la cartera de deportes aduciendo que era parte del curro y la decadencia argentina. Los Juegos Evita es uno de los programas alcanzados por el ajuste.
En un hecho verdaderamente inédito se anunció que desde este año no asumirán los gastos correspondientes a indumentaria, transporte, comida y hospedaje, entre otros, quedando a cargo de las provincias e intendencias. También se eliminaron las modalidades Adultos Mayores, Playa, Invierno, además de los Juegos Culturales Evita, quedando solamente Juveniles y Adaptados. En estos días se están realizando las etapas provinciales para competir en las finales en Mar del Plata durante los primeros días de noviembre.
Esta reducción no se produce al margen del vaciamiento simbólico.
Sobre la calle Miguel Benancio Sánchez, lindero al perdio del CENARD, fueron arrojados a la basura banderas y banners con el logo identificatorio de los Juegos Evita. Se trata de la cartelería realizada durante la gestión anterior conducida por Inés Arrondo. Los mismos fueron realizados con motivo al 75ª aniversario de esta competencia, inaugurada en octubre de 1948.
En esta misma línea podemos señalar lo sucedido con el Teatro Auditorio Presidente Perón de dicho predio, donde fue borrado el nombre del General de su fachada. Este acto de vandalismo revanchista viola la ley 12.655 que establece que los lugares declarados históricos no pueden ser modificados ni destruidos. Este coliseo, inaugurado en 1954, fue declarado monumento histórico a través de un decreto presidencial de Néstor Kirchner en 2007.
Punto de quiebre
Estos hechos señalan el intento de eliminar las huellas identitarias de una comunidad. Se trata del menosprecio hacia las construcciones colectivas, de la deshistorización que evita narrarnos, de la anulación del sentido de pertenencia con el que se edifican las grandes gestas populares.
No estamos denunciando la dilapidación de recursos en insumos que pudieron utilizarse. No estamos señalando la falta de conocimiento o irrespeto hacia la figura de Juan Domingo Perón. Estamos advirtiendo la simiente del odio. La tenebrosa planificación libertaria que se cimenta a partir del rencor y el resentimiento.
La denigración simbólica es la piedra basal que articula este proyecto destructivo; a saber, la eliminación de iniciativas apuntadas al deporte de base, el recorte de programas, el despido de trabajadores, el desmontaje de la estructura del deporte social. Por añadidura, se habilita el insulto, la agresión y la persecución para todo aquel que sea identificado como enemigo.
La reproducción del odio produce un efecto tan devastador que logra, al menos en parte, borrar el principio de autorreconocimiento. Resulta preocupante la ausencia de un colectivo que levante la voz y denuncie la destrucción del deporte argentino.
Es necesario agruparse para detener cualquier intento que avasalle nuestra identidad. Resulta imprescindible reunir a todos los sectores para organizar la lucha y generar un proyecto que nos identifique. Y eso no se logra únicamente convocando a los actores de la comunidad deportiva. Debe ser conformado en un encuadre político más amplio y con la participación de todos los actores de la vida nacional. Sólo así se podrá avanzar hacia una patria libre, justa y soberana.
Periodista. Movimiento Social del Deporte. Abrí la Cancha. Autor de Peronismo y Deporte I y II, entre otras obras.
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