Por Úrsula Asta
Este domingo 21 de noviembre Chile irá hacia las elecciones generales, en las que se votará por Presidente, así como por representantes en el Senado, en Diputados y en consejerías regionales.
Para la elección presidencial hay siete candidaturas, el piñerista Sebastián Sichel, de Pacto Chile Vamos; Gabriel Boric de Apruebo Dignidad, que conforma la alianza de izquierda; José Antonio Kast, el pinochetista del Partido Republicano de Chile; Yasna Provoste, del Partido Demócrata Cristiano por Nuevo Pacto Social; Marco Enríquez-Ominami, de Progresistas de Chile; Eduardo Artés, del Partido Unión Patriótica y Franco Parisi, del Partido de la Gente.
En medio de un contexto agitado por el estado de excepción decretado en varias regiones del país, esta semana, además, Chile definió en el Senado si avanzaba el juicio político al presidente Sebastián Piñera. Esto ocurrió luego de haber sido aprobado este proceso en Diputados, ocasión en la que se destacó el discurso de 15 horas del legislador socialista Jaime Naranjo.
Su alocución tenía el objetivo de permitir que su compañero Giorgio Jackson pudiera emitir su voto contra el Presidente del país, ya que faltaban algunas horas para que finalizara su aislamiento por Covid. Ello permitió obtener el resultado a favor, lo que finalmente no ocurrió en el Senado, que votó en contra.
Valeria Bustos Arraigada, presidenta de la Junta de Vecinos El Progreso de Santiago Centro, en Santiago de Chile, opinó en Radio Gráfica sobre el debate por el juicio político al Presidente: “Los criminales no han pagado lo que tienen que pagar, y eso incluye a Sebastián Piñera. Vemos como una pequeña esperanza de algo de justicia esta acusación constitucional. Creemos que tiene que terminar su mandato en la cárcel”.
Respecto a las candidaturas presidenciales, en el caso de que este domingo 21 ninguna candidatura logre el 50% + 1 de los votos, como es posible que ocurra, habrá una segunda vuelta presidencial. De suceder esto, será el día domingo 19 de diciembre. Allí, estarán en la papeleta los dos nombres con más votos de la elección general.
Partícipe activa de las movilizaciones que irrumpieron en Chile durante el año 2019, sobre las elecciones del domingo, Bustos Arraigada manifestó: “Nos preocupa que después de una tremenda revuelta nacional, muchas personas se vean atraídas por los discursos de ultra derecha”. “Una parte de la juventud está respondiendo a discursos de odio”, relató, en el marco de una campaña de profunda estigmatización y criminalización de la protesta.
En una elección cuyos resultados están abiertos, la militante añadió sobre este problema: “Creemos que hay una responsabilidad compartida de la izquierda por no haber sido capaces de liderar y conducir el proceso insurreccionnal que vivimos en 2019, que fue mutilado por el acuerdo por la paz y la pandemia“.
En el mismo sentido indicó que “se excluye a los independientes de la vía electoral con tantos requisitos, que los jóvenes ven que no hay espacio de participación política real para la toma del poder”.
¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO?
Lido Iacomini, analista internacional, sostuvo en este medio que en estas elecciones “se dirime la correlación de un proceso que inició en 2019 a partir de la lucha que inició el precio del subte, pero en realidad era el agotamiento del experimento neoliberal”.
“Ese experimento mostró que no podía resolver los problemas de las mayorías. Por más que los índices económicos dieran altos, la ganancia la embolsaban unos pocos y sobre todo el capital internacional”, sumó.
“Lo que se está debatiendo desde el 2019, con la Constituyente en el medio, es si efectivamente Chile puede enterrar definitivamente al pinochetismo”, subrayó.
En línea con lo expuesto por la militante chilena Valeria Bustos, Iacomini señaló, por un lado, la debilidad del candidato oficialista Sichel en el medio de los escándalos de corrupción y, por otro, que “apareció un candidato de derecha más extrema, que es hoy uno de los candidatos más fuertes, un reivindicador de Bolsonaro y el nazismo”, en alusión a Kast.
Por la vía opuesta está Boric, quien representa “una izquierda moderada”, lo que para el analista evidencia también “una debilidad del movimiento popular chileno, que si bien fue muy combativo en las calles y a Piñera”, aún “no logró construir enteramente una alternativa política nueva a la altura de los momentos históricos que vive el continente y que vive Chile”.
“Eso está en un proceso de construcción”, dijo, y recordó: “El Partido Comunista perdió en lo que parecía una candidatura segura de Jadue en manos de Boric. Todos los partidos políticos que están allí son de alguna manera parte del proceso político anterior, es decir, no hay partidos nuevos surgidos de la nueva experiencia histórica que está desarrollando el pueblo chileno. Eso explica en parte porqué hay tanta indecisión”.
¿QUIÉNES SON?
Gabriel Boric (Frente Amplio por el pacto Apruebo Dignidad): Por la oposición, esta alianza de izquierda participó alrededor del pacto Apruebo Dignidad en las elecciones constituyentes. Allí aparecen representados el Frente Amplio, el Partido Comunista (PC) y el Frente Regionalista Verde Social (FRVS). El 18 de julio, en las elecciones primarias, Gabriel Boric venció a Daniel Jadue.
José Antonio Kast (Republicanos por el Frente Social Cristiano): Si bien el Partido Republicano entró en un pacto electoral con Chile Vamos (oficialismo) para la confección de las listas de candidatos a la Convención Constitucional, luego se declararon opositores al Gobierno de Sebastián Piñera. Kast, que reivindica abiertamente a Pinochet, fue candidato presidencial en 2017, cuando obtuvo el 7,93% de los votos.
Yasna Provoste (Democracia Cristiana por Nuevo Pacto Social): Primeramente fue Unidad Constituyente (ex Concertación) el nombre de este polo electoral que estaba entonces conformado por el Partido Radical (PR), el Partido por la Democracia (PPD), el Partido Socialista (PS), el Demócrata Cristiano (DC), Progresista (PRO) y Ciudadanos (CIU). Yasna Provoste fue senadora por Atacama y su figura se popularizó tras asumir la presidencia del Senado. Algunos sectores plantean que podría ser una tercera opción en discordia en la carrera electoral.
Sebastián Sichel (Independiente por el pacto Vamos por Chile): La coalición política del oficialismo, que agrupa a cuatro partidos –UDI, RN, Evópoli y PRI–, definió a su candidato mediante las primarias, en la que se midieron Joaquín Lavín (UDI), Mario Desbordes (RN), Ignacio Briones (Evópoli) y Sebastián Sichel (Independiente). Este último se denomina Independiente hace muy poco, antes participó de Democracia Cristina y en Renovación Nacional. Es finalmente el candidato de Piñera, estuvo antes en la presidencia del BancoEstado y fue ministro de Desarrollo Social.
Marco Enríquez-Ominami (PRO): El Partido Progresista integraba Unidad Constituyente (UC), pero poco antes de la definición en UC que dio como vencedora a Yasna Provoste, el PRO informó su propio camino presidencial. Fundador del Grupo Puebla, luego de las gestiones para que el Tribunal Constitucional le restituyera sus derechos políticos arrebatados a partir del caso OAS, finalmente se anotó para su cuarta elección por el mandato presidencial. Lo había hecho en 2009, 2013 y 2017.
Eduardo Artés (Unión Patriótica): Este partido anunció acudiría a las elecciones generales de noviembre con su propia lista de candidatos. Artés es un profesor que militó en su juventud en las filas del Partido Comunista Revolucionario y luego fundó (en 1979) el partido Comunista Acción Proletaria. Fue candidato a presidente en 2017, obteniendo el 0,51% de votos.
Franco Parisi (Partido de la Gente): Fue candidato presidencial en 2009. El economista, que tiene unas demandas por no pasar pensión alimentaria por paternidad, lanzó su candidatura sin vivir en Chile, ya que reside desde hace más de un año en Estados Unidos. Prometió al menos dos veces regresar al país, pero finalmente irá a las urnas estando en el extranjero.
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Desde la transición a la democracia, la participación en las urnas ha sido generalmente baja en un país asediado por la desigualdad y donde, además, el voto no es obligatorio. Como parte del proceso iniciado en la década del 90, con la asunción de Patricio Aylwin a la Presidencia, Gustavo Ruz, quien fue asesor político del gobierno de Salvador Allende, describió aquí, en el marco de la discusión de la Convención Constituyente, lo siguiente: “Lo que ha ocurrido desde 1990 es que los civiles que han llegado a La Moneda prometiendo democracia y bienestar económico engañaron al pueblo. Se entregaron a las potencias extranjeras, se encasillaron en la cúpula del Estado, silenciaron al pueblo, dividieron e impidieron el protagonismo popular. Por eso ahora brota con tanta fuerza lo que denominamos el poder constituyente originario, aquel que está destinado a ser una asamblea constituyente de verdad”.
Pues bien, una clave posible en esta elección presidencial será la participación que tenga el pueblo chileno en estos comicios. En el caso de una mayor robustez de cantidad de votantes, se vuelve viable que un candidato como Boric obtenga un lugar preponderante. Por el contrario, si predomina la indecisión y la desconfianza, se torna factible que un representante del pinochetismo como Kast se imponga, o que lo haga su versión “edulcorada” con Sichel.
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