Por Lucas Molinari y Leonardo Martín
A la vuelta de su viaje por Europa, donde buscó negociar la gigantesca deuda externa argentina, Alberto Fernández declaró en una entrevista el domingo pasado por la noche que su prioridad desde el lunes se iba a enfocar en cómo frenar la suba de contagios de Covid y en contener la inflación.
Las dos medidas lanzadas esta semana fueron el freno de parte de las exportaciones de carne al exterior y las nuevas restricciones para cuidar la salud de las mayorías, con la novedad de contar con el acompañamiento de la opositora “Ciudad Autónoma”.
Nos interesa concentrarnos en este primer tramo del Panorama en la referida a la “mesa de los argentinos”. Lo que se frenó por 30 días fue la exportación de las “vacas viejas” a China que representan el 30% de las ventas al exterior. La cuota Hilton y la Americana siguen activas. Hemos consultado diferentes referentes para comprender si este camino que transita el gobierno va a lograr el objetivo planteado: que baje el precio de la carne vacuna que determina otros valores de los alimentos.
Pedro Peretti, productor agrario y uno de los referentes del “Espacio de Producción y Trabajo” analizó: “Parece una resolución destinada a limpiarle la cancha a los frigoríficos exportadores, es decir sacar todos los compradores recién llegados al negocio de las vacas y dejarle el negocio a los que son exportadores tradicionales que son cinco frigoríficos que hacen el 55% de las ventas al exterior y otros 15 frigoríficos tienen el otro 45%.. Entre esos 20 frigoríficos de exportación están los supermercadistas Coto y La Anónima. Que es una vieja cuestión que nosotros venimos diciendo: que hay que prohibir la venta de carne fresca a los frigoríficos en la góndola. Y el Presidente dijo que no, que eso era solamente entre el 20 y el 25% de la venta minorista, y es cierto, pero arrastra en cuanto al precio al resto y no es poco”.
Estos nuevos actores que se prendieron en varias actividades tanto para la exportación y la importación, son producto de una de las tantas desregulaciones que impuso el macrismo. Ahí apunta el gobierno porque tiene información de maniobras de fraude al fisco, que el ministro de Producción denominó como “rulo ganadero”: “Comprar el ganado, hacer la faena, exportar la carne y en muchos casos con algunos sectores que no liquidaron exportaciones, lo que hacen es quedarse con las divisas en el exterior, liquidarlas en mercado paralelos con brecha cambiaria”.
De allí que la Inspección General de Justicia, la AFIP y el Ministerio de Agricultura están articulando en conjunto. Según ha publicado el periodista Raúl Dellatorre esta semana, la AFIP está encontrando que el precio declarado de exportación de algunos frigoríficos es once veces menor al precio de referencia. Se trata entonces de subfacturar para fugar dólares.
El viernes hubo una reunión del gobierno con el Consejo Agroindustrial. Estuvieron Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa de Carnes y Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), entre otros. Tras el encuentro trascendió que podría haber acuerdo la semana próxima, que para los funcionarios debe partir del incremento del stock para el mercado interno, además de fijar precios de los cortes populares. Se da en un contexto de lock out de la Mesa de Enlace, el tercero desde que asumió el Frente de Todos. En la previa a la medida de fuerza oligárquica, el precio de la hacienda subió un 28,2%.
Para este Panorama consultamos a Juan Manuel Rossi, presidente de FECOFE (Federación de Cooperativas Federadas) que planteó: “Con medidas aisladas no se sale de una situación como esta, donde la economía está manejada por los monopolios. Nos parece que hacen falta herramientas desde el Estado, con instituciones fuertes, con organismos que regulen, que se animen a comprar y vender, a intervenir virtuosamente en el mercado y a ordenarlo, en todos los rubros, en los granos, en las carnes, en los alimentos…”.
A su vez, Peretti pone el eje en otra arista que vale la pena destacar, la productividad: “Hoy cada 100 vacas en Argentina, sólo producen 60, el resto están al pedo en campo comiendo, no producen ni un solo ternero. Si pudiéramos aumentar los índices de preñez un 10%, tendríamos 2,3 millones de terneros más y eso representa casi 3 millones de toneladas de carne al año para el consumo interno y la exportación”.
Otros datos para tener en cuenta: “El consumo de carne bovina en diciembre de 2015 rondaba los 59,9 kg/hab/año. Actualmente ronda los 49 kg/hab/año. En el mismo período el salario mínimo cayó 39 puntos, medidos en dólares pasó de u$s589 en noviembre de 2015, a u$s297 en marzo de 2019. Actualmente es alrededor de u$s224 a dólar oficial, y se reduce a unos u$s137 tomando el dólar informal de $145”, explican los investigadores Matias Strasorier y María Rizzo y plantean: “Esta puja distributiva la vienen ganando los grupos empresariales, quedándose con parte de las riquezas que se traslada desde quienes producen y trabajan a quienes aportan el capital (las y los dueños de la tierra en forma de renta; las y los empresarios en forma de ganancia; las y los financistas en forma de interés)”.
Venimos dando cuenta de este diagnóstico desde el año pasado. En el primer semestre del 2020, la pandemia impidió una discusión frontal del sindicalismo y los movimientos populares con el gobierno. Pero llegó la pelea por Vicentin, donde el gobierno entró en una disputa sin preparar un plan.
Esta semana, se recordó aquella “pelea perdida” por el control de la empresa agroexportadora, porque reapareció criticando al gobierno nacional el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, desmarcándose del cierre de las exportaciones de carne. Por redes sociales opinó: “Las recetas -ya aplicadas en el pasado sin resultados- constituyen, por lo tanto, un error por partida doble. Es con incentivación de los procesos y no con limitaciones que se logran mejores condiciones. Más producción es más carne y más competitividad”.
¿Quizá Perotti habla del 2006 cuando Kirchner cerró la totalidad de las exportaciones de carne por 180 días? ¿O se estará refiriendo con “recetas del pasado” al IAPI (Instituto Agropecuario para la Promoción del Intercambio) que creó el gobierno de Juan Perón?
Está claro que hay una dirigencia política formada tras la derrota de Malvinas y el auge del menemismo, que se supo acomodar (discursivamente) al kirchnerismo (tras la insurrección del 2001) y luego negoció con el macrismo. Están dentro del Frente de Todos, su opción es el “desarrollismo”, administrar un “estado pobre” y buscar “pactar con los monopolios”, para tener un margen de “contención social” y que “la cosa no se desmadre”.
Pero en la misma coalición convive la posición peronista, sobre todo en los gremios y movimientos sociales. Y en las bases, un pensamiento: “El pueblo va a premiar electoralmente a quienes se pongan enfrente del neoliberalismo”.
¿INVERSIÓN O GASTO SOCIAL?
Desde este sábado comenzó una nueva etapa, con un endurecimiento, de las medidas de cuidado en medio de una segunda ola con cantidad récord de contagios y muertes por coronavirus. Una medida aceptada, implementada y con promesa de hacerla cumplir de los distritos hasta ahora especularon políticamente como la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe.
La vuelta a una cuarentena más estricta vuelve a tensionar, inevitablemente a una economía que mostraba en algunos sectores recuperación, pero aún con muchos otros en el pozo. Y en un contexto de aceleración de los aumentos de precios, especialmente en un rubro tan sensible como el de alimentos.
La promesa es un período corto de restricciones, pero está claro que habrá que esperar la evolución de casos y avance de la vacunación para ver qué duración e intensidad tendrá.
Como marco general, aún se mantienen políticas como la imposibilidad de despedir, así como la doble indemnización, aunque las empresas tienen la puerta abierta de los retiros voluntarios.
El gobierno dispuso, como principal medida para proteger el empleo y auxiliar a empresas y comerciantes, fortalecer el REPRO II, implementado en noviembre pasado y que va mutando de acuerdo a las circunstancias. Fuentes oficiales indicaron que desde noviembre a abril hubo una inversión de 19.100 millones de pesos. En abril lo recibieron 13.600 empresas alcanzando a 400 mil trabajadores.
Para mayo, inicialmente, el gobierno calculaba un universo de 880 mil trabajadores, pero con las últimas medidas será de 1,4 millones, estableciendo una serie de variantes. Entre ellas, subir el pago por trabajador de 18 mil pesos a 22 mil pesos para los sectores críticos como gastronomía, turismo, cultura, entretenimiento y agregando comercios (indumentaria, calzado, electro, muebles, shoppings en AMBA y otros afectados por la baja de circulación como kioscos, panaderías, heladerías y estaciones de servicio). También se sumaron a medida a monotributistas y autónomos de actividades “no esenciales”. Paralelamente, como se anunció el 7 de mayo, se amplió la Tarjeta Alimentar para niños y adolescentes hasta 14 años, previamente era hasta los seis.
Otras medidas fueron bajar a cero las contribuciones patronales a los sectores afectados.
Alberto Fernández indicó en el video grabado del viernes que todas estas medidas, sumadas las inversiones en salud, implican un monto de 480 mil millones de pesos para afrontar la segunda ola. Sin embargo, son varios los sectores y actores políticos que apuntan la necesidad de una mayor inyección de dinero para sostener la reactivación económica y amortiguar el impacto social de la restricciones.
Hay un informe publicado unas semanas atrás por el Centro de Estudios y Formación (CIFRA) de la CTA de los Trabajadores, elaborado por Pablo Manzanelli y Daniela Calvo que hace un análisis de las políticas desplegadas por el gobierno para esa recuperación económica. Entre una serie de puntos allí alertan que “la política económica cuyo objetivo prioritario parece orientarse a recomponer los desequilibrios económicos. De allí que la política fiscal y monetaria desplegada en el primer trimestre de 2021 pueden caracterizarse como moderadas si se considera que el nivel del gasto público y de la base monetaria en términos reales son históricamente bajos. Aún sin omitir las dificultades derivadas del contexto y de la herencia recibida, la política económica no parece constituirse, por lo menos hasta el momento, como el vehículo de la recuperación económica tras la profunda crisis que azotó a la economía argentina”.
También el economista Horacio Rovelli, aportó para este Panorama más datos. “Las prestaciones sociales cayeron en abril 42,4% en relación al mismo mes del año pasado. En abril de 2020 se destinaron 95.591 millones de pesos contra 53.505 millones de este 2021, la caída real fue del 61,7%”, al contabilizar la inflación agrega Rovelli que anualizada fue del 46,4%.
“Las nuevas medidas no contemplan la totalidad de los nueve millones que cobraban el IFE. El bono de $15.000 para AUH y los monotributistas de las categorías A y B sólo representan un 27%, y un 8% respectivamente de lo que alcanzaba el IFE. El 62% de los que cobraron el IFE eran trabajadores informales o desocupados que son los más castigados con las nuevas restricciones”, detalló.
Frente a un 2020 donde hubo un despliegue para aminorar el impacto de la pandemia con el ATP e IFE como principales herramientas, se impone en las decisiones, por ahora, la postura de Martín Guzmán que plantea que los desequilibrios macroeconómicos se terminan pagando tiempo después con corridas cambiarias e inflación.
Vale destacar que respecto al año pasado hay una mayor recaudación. El gobierno celebró que más del 80% de los alcanzados por el Impuestos a las Grandes Fortunas lo han pagado, que se suma al extraordinario boom de los commodities. De allí que el saldo comercial tuvo un abril positivo de 1.470 millones de dólares y de más de 4 mil millones de dólares en primer cuatrimestre. Sin olvidar que en el corto plazo se despejaron pagos de deuda a bonistas privados y que hay una negociación en curso para hacer lo mismo con el FMI y el Club de París.
Ahora bien, ¿No hay margen para un mayor despliegue estatal que reactive la economía en esta crisis social, sanitaria y económica inédita? En este debate hay posiciones cruzadas en el gobierno nacional y, por ahora, predomina la mirada “fiscalista”, cercana a viejas recetas de organismos internacionales.
RECLAMOS SINDICALES POR VACUNAS
La Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), que encabeza Juan Carlos Schmid, junto al sindicato de recibidores de granos, lanzaron el jueves una medida de fuerza de 24 horas reclamando ser considerados prioritarios para la campaña de vacunación. “Llegamos al límite de tener muertos a bordo. Es así cómo se tomó la decisión, que es de público conocimiento, como manera de pedir el compromiso de un cronograma de vacunación”, expresaron desde la FeMPINRA.
El motivo principal del paro fue por los contagios de las tripulaciones de los barcos. Los gremios marítimos fueron lo que impulsaron la medida que el resto acompañó en solidaridad y para sumarse al reclamo. Hasta ahora han mantenido reuniones con los funcionarios del Gobierno, pero sin una respuesta que resuelva el pedido.
En relación al mundo del trabajo, hasta ahora la campaña de vacunación ha puesto la prioridad en los trabajadores del sistema de salud, fuerzas de seguridad, docentes (con jurisdicciones como CABA que avanzó poco), también se destinaron 70.000 dosis para trabajadores comunitarios de comedores. Camioneros, por su lado, logró 4600 dosis para los choferes que viajan al exterior. Es decir, sectores con capacidad de presión (docentes, camioneros y organizaciones sociales) han logrado vacunas.
Pero lo cierto es que no existe una política de parte del gobierno de tomar como prioritarios a los trabajadores esenciales, pese al pedido que han hecho muchos gremios de esas actividades.
Se esperan para los próximos días 6 millones de dosis de vacunas con un flujo creciente para los meses siguientes. En un contexto donde existe un virus más agresivo, con mayor capacidad de contagio y letalidad, donde losa estadísticas indican que hay cada vez más personas jóvenes sin comorbilidades en terapia intensiva. Quizá sea momento de hacer sintonía fina en la estrategia y resguardar a los que están en situaciones de mayor exposición y también de convertirse en vectores de contagio. Además de preservar su salud, sería un reconocimiento para aquellos que desarrollaron tareas presenciales con alta exposición.
VICTORIA DE ACEITEROS EN SAN LUIS
Los trabajadores de la planta de Dánica en la ciudad de Villa Mercedes, volverán trabajar mañana el lunes, luego de 32 días de huelga. El secretario general de los Aceiteros de San Luis, Juan Domínguez, agradeció al gobierno provincial por “no haber mirado para otro lado y haber acompañado a los trabajadores del sector a lo largo de toda su lucha para preservar la fuente de trabajo”.
El conflicto comenzó el 18 de abril cuando la empresa AVEX, titular de las marcas Dánica, D´Fiesta y Mayodan, informó en un comunicado el cierre de su planta de producción de aderezos en Villa Mercedes, por “la imposibilidad de reconducir el dilatado conflicto sostenido por el gremio local de Aceiteros”.
La patronal se negaba a homologar la paritaria aceitera y acusó al gremio de querer aumentos del 70% y de “una representación sindical violenta e irascible que ha radicalizado desmedidamente las relaciones laborales, incluso perpetrando sabotajes en las líneas de producción”.
En realidad la paritaria, como explicó Dominguez era “una por el 25% y en noviembre una revisión por el 10% más, después hay otro desde el 1° de enero del 2021, con otro 25% más”.
Danica viene atacando la organización de los Aceiteros, porque busca una reforma laboral en sus fábricas. En la planta bonaerense de Lavallol hubo un largo conflicto, donde buscaban encuadrar a los obreros en el convenio de “Alimentación”, pero se resistió y se ganó, como ahora en San Luis.
YAPA. LULA DE BRASIL
“Corrí ocho kilómetros antes de esta entrevista… y normalmente corro 9 km al día, de lunes a viernes, porque caminar por Brasil va a ser muy duro, muy agotador y necesito preparar mis piernas para solucionar los problemas de este país”, declaró Lula Da Silva a un medio británico. “Cumpliré 77 para las elecciones del próximo año. Pensé que era viejo. Pero luego vi a Biden ganar las elecciones a los 78 años y dije: ‘Bueno, soy un niño comparado con Biden, así que tal vez esté bien’ “, señaló, con respecto a las elecciones presidenciales programadas para octubre de 2022 .
Como en los años ´80, la recorrida del obrero metalúrgico Da Silva por el grande del Sur, será fundamental para el impulso de un nuevo proceso de integración en la región. La votación en Chile permite soñar con un viraje nacional-popular que retome el camino de Allende y el dirigente sindical Pedro Castillo puede dar un batacazo en Perú en el ballotage de junio.
Ahora bien, pueden darse o no los resultados electorales esperados, lo cierto es que el “giro a la derecha de nuestros pueblos” que analistas de diferentes pelajes recetaban hace tan sólo unos años, recuerdan un concepto de Arturo Jauretche: La tarea de colonización mental premia a la intelligentzia y oculta lo que considera la auténtica inteligencia nacional.
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