El acuerdo de precios y salarios tendrá su puntapié inicial este miércoles cuando los ministros del área económica del Gobierno nacional reciban a dirigentes de la CGT y CTA de los Trabajadores. Será una primera instancia de diálogo que en las semanas venideras se espera que avance en reuniones conjuntas con el sector empresario y en la conformación de mesas sectoriales. El objetivo, avanzar a una progresiva baja de la inflación y recuperación salarial tras cinco años de deterioro.
La Corriente Federal de Trabajadores será parte de la convocatoria. A pesar de no integrar el Consejo Directivo de la CGT (una decisión tomada en el Congreso normalizador de 2016), tiene un indudable peso en el mundo gremial. Desde el espacio calificaron como “positiva” la iniciativa subrayando la necesidad de ratificar el “respeto a las paritarias libres y sin techo y que los incrementos salariales superen por varios puntos este año a la inflación”.
La CFT tiene como principales referentes a Héctor Amichetti (Federación Gráfica Bonaerense), Sergio Palazzo (Asociación Bancaria) y Pablo Biró (Pilotos de Líneas Aéreas), agrupando más de 30 organizaciones gremiales con fuerte representación en diversas delegaciones regionales de CGT de todo el país. El miércoles asistirá a la reunión en representación del espacio Sergio Palazzo.
Amichetti, en diálogo con Télam, afirmó que ese es “el único camino para recuperar el poder adquisitivo y reactivar la economía nacional”, y enfatizó que para evitar que un posible acuerdo se frustre en el corto plazo “es esencial relacionar el tema precios y salarios con necesarias reformas estructurales, para convertir el sistema financiero en un servicio público”.
“Esas reformas estructurales fueron anunciadas por la CFT en su programa de 27 puntos. Hay que producir una reforma tributaria progresiva: el Estado debe controlar el comercio exterior, desarmar los monopolios que forman los precios y activar el Consejo Económico y Social, cuyos protagonistas principales deben ser el movimiento obrero, las PYMES de la industria, el comercio, los pequeños y medianos productores agropecuarios, el cooperativismo y los movimientos sociales”, apuntó Amichetti.
Por su lado, Palazzo, apuntó que hasta que no haya una CGT unificada la totalidad de los actores del sindicalismo “deben estar sentados en esa mesa de discusión, que es un puntapié inicial importante”, afirmó.
“Es el principio de un posible decreto para constituir el Consejo Económico y Social, que sería un buen ámbito de diálogo para procurar la reconstrucción del país”, puntualizó Palazzo, quien sin embargo reconoció que «se requiere de mucho diálogo y consenso para emerger de la profunda crisis de la Covid-19 y de las políticas neoliberales macristas”.
“Los trabajadores deben ocupar un lugar esencial en esa reconstrucción y a la hora de sostener al Gobierno popular”, añadió Palazzo.
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