Por Agustín “Piraña” Colovos *
¡No temas preguntar, compañero!
¡no te dejes convencer!
¡compruébalo tu mismo!
Lo que no sabes por ti,
no lo sabes.
Repasa la cuenta
tu tienes que pagarla.
Apunta con tu dedo a cada cosa
y pregunta: “y esto, ¿de que?”
Estas llamado a ser un dirigente.
Fragmento del poema “Los del estudio” de Bertolt Brecht (1933)
Hoy hace menos frío
que el año que viene, si viene. Vendrá
seguramente para que nadie
crea en las groserías de las profecías, o de los meros
sueños premonitorios. Esas tonterías
solferinas, esas fantasías sin importancia, tardes
en la que el corazón humano
se pone al rojo morado, se
diría. Se dirá, cuando haya
algo que decir: hoy hace menos que el año que vendrá.
Poema “Quiromancia” de Poemas Póstumos de Francisco Urondo.(1970-1972)
Revisen la historia, analicen el presente,
es el relato de continuos fracasos.
Aunque no parezca soy poeta,
soy un optimista.
Fragmento del poema “Pregunto y respondo” de La venganza del cordero atado de Camilo Blajakis (2010)
Este artículo está dedicado a Diego Armando Maradona. ¡¡Gracias por todo!!
El sábado pasado y luego de no vernos desde el comienzo de la pandemia, recibí la visita de mi amigo y compañero Gastón.
Con él nos conocimos trabajando en la fábrica Envases del Plata, (de la que aún soy delegado de base), más precisamente a finales de 2016, ya que yo había estado de baja médica casi todo ese año y Gastón había ingresado a trabajar en la planta a fines de 2015.
Trabajábamos relativamente cerca, yo en la rectificadora de cilindros de goma, él en el sector de paletizado con Cristian, Correa y Franquito.
Todos estos compañeros que acabo de nombrar, también Gastón, fueron despedidos los primeros meses del año 2018, en pleno macrismo, luego de un conflicto durísimo con la patronal.
El 3 de enero de 2018, luego de varios intentos de flexibilizarnos los puestos de trabajo (la famosa y amada polifuncionalidad con que sueña la patronal), que venía siendo resistida por la comisión interna con el apoyo de todos los compañeros, la empresa respondió despidiendo 30 compañeros y rodeando la planta de la Guardia de Infantería de la Bonaerense.
Mediante una asamblea se decidió parar y tomar la planta hasta reincorporar a todos los compañeros despedidos. Logramos rodear el conflicto de solidaridad de otros gremios, de vecinos, familiares, otras seccionales de la UOM, ya que la nuestra, la UOM Morón, siempre boicoteó el conflicto. Hasta logramos que el Secretario General a nivel nacional, Antonio Caló, se presente en la planta.
Todo este andamiaje hizo que el Ministerio de Trabajo dictara la conciliación obligatoria con todos los compañeros adentro. Triunfo y alegría total, que duró poco…
Estos avances y triunfos de los trabajadores/as son los que la patronal no perdona, y ni bien pudo, intentó avanzar hasta donde la relación de fuerzas le daba. Y en pocas semanas esa relación de fuerzas cambió y se le dio la oportunidad de avanzar contra nosotros.
En Envases del Plata, fabricamos envases de aluminio para aerosoles (desodorantes de tocador-aceites- espuma de carnaval, alcohol en gel, etc) y ese mercado como todo en la Argentina, está monopolizado por una corporación, en este caso la multinacional Unilever, que maneja el 80% del mercado de los aerosoles en nuestro país. El 20 % restante de la producción de aerosoles, que son otras empresas como Nivea, Avon, Cannon Puntana, y algunas más pequeñas, también lo fabricamos, pero es imposible competir con el 80% de la góndola que tiene Unilever.
En Marzo de 2018, Unilever, decide unilateralmente, dejar de comprar aerosoles a Envases del Plata y comienza a importar de Brasil (pos reforma laboral en el país hermano). Esta decisión del monopolio fue demoledora ya que pasamos de producir, 30 millones de aerosoles por mes a 5 millones; de tener siete líneas funcionando a tener actualmente entre dos y tres. Ahí está la capacidad instalada ociosa industrial.
Se nos hacia imposible defender y resistir desde lo gremial los puestos de trabajo. La patronal revanchista aprovechó la baja de trabajo para despedir 200 compañeros, sabiendo que una huelga sin trabajo y con un gobierno de CEOS, era una derrota segura nuestra y ejecutó los despidos.
Nunca olvidaremos las asambleas leyendo la Comisión Interna el listado de despedidos, los llantos de impotencia, los abrazos y sobre todo la dignidad de mis compañeros, peleando hasta el final con la cabeza en alto. Esto es la clase obrera argentina.
Desde estas líneas un homenaje a todos los despedidos durante el macrismo que todavía la están peleando. Hoy la mayoría seguimos en contacto. Ya viene la hora de los trabajadores nuevamente…
Antes del conflicto, con Gastón, Osito y Pablito Peralta, comenzamos entre otras actividades a editar una revista interna de la planta con entrevistas a los compañeros más antiguos, información política y económica, publicábamos los números de la producción que hacíamos y comenzamos la campaña para las elecciones de 2017 con la consigna ”obrero no vota patrón”, que tuvo muy buena repercusión. Repartíamos una revista en cada puesto de trabajo y se debatía con todos.
La unidad y la organización que fuimos construyendo, la demostramos también en las jornadas de diciembre de 2017, con la reforma previsional, donde realizamos el paro de la CGT al mediodía y más de 70 compañeros de planta fuimos en un colectivo ”tomado” de la línea 182 a Ramos Mejía y de ahí en tren a la Plaza de los Dos Congresos a manifestarnos. Los micros de la UOM Morón nunca llegaron a Envases del Plata, como siempre.
Toda esta experiencia de lucha, asambleas, debates, organización está viva y es una historia que cada compañero guardó como pudo en su conciencia y en su corazón.
Volviendo a Gastón. Desde hace tres años que no consigue un trabajo formal. Es la realidad de miles de obreros industriales, que changuean como pueden, con Uber, Pedidos ya, paseando perros, cortando el pasto, vendiendo ropa o chucherías, kioskitos, pollerías, etc
Gastón con la indemnización compró unas máquinas de panadería y hoy fabrica medialunas y churros congelados. Con eso para la olla.
La llama de la militancia no se le apagó jamás, pues dicen que cuando uno abre los ojos ya no puede dormir tranquilo.
Luego de ponernos al día de nuestros temas personales, me contó que ese mismo sábado había convocado junto a otros vecinos y su hermano a la primera asamblea barrial en San Valentín, su barrio, uno de los tantos barrios humildes de Quilmes, a tres cuadras de la fábrica Cattorini hnos.
Me mostró las fotos y no lo podía creer. Más de quince vecinos autoconvocados en la plaza del barrio, discutiendo y planteando los problemas que tienen en común. Salieron varios temas en esa asamblea: falta de trabajo, alimentación, inseguridad, problemas ambientales (antenas de celular), recuperación de la sociedad de fomento, y obviamente temas políticos.
Armaron una comisión y quedaron en realizar asambleas vecinales cada 15 días. Esto es lo que está pasando por abajo.
¿A que viene toda esta historia?
El proceso político que estamos viviendo en nuestra Patria no va a poder avanzar en un sentido popular y emancipatorio de las grandes mayorías nacionales, sino cambia la forma en como la militancia está planteada hoy. La forma hegemónica de militar en la actualidad está íntimamente ligada a como se entiende la participación del pueblo en la construcción de su propio destino, De cómo se interviene, qué herramientas necesita la militancia popular para cambiar lo que deba ser cambiado, debe ser debatido profundamente.
Veamos el problema planteado con más profundidad
El filosofo italiano Toni Negri nos dice que la separación de lo social y lo político es una manera LIBERAL de ver las cosas.
Hoy esto es una realidad de nuestro campo popular en su conjunto. La separación entre “gobernantes” y “gobernados”, entre “sociedad civil y sociedad política”.
Se han monopolizado todas las tomas de decisiones en la “clase política” y la misma, salvo honrosas excepciones, muestra su impotencia a pesar de sus intenciones de enfrentar al poder real.
El peronismo nunca fue liberal, lo político y lo social siempre estuvieron de la mano, con tensiones, con contradicciones, pero siempre tuvo protagonismo popular para marcar el rumbo del gobierno y en la toma de decisiones del mismo, del cual los humildes se sentían parte y protagonistas.
Citemos a Carlos Olmedo: ”La experiencia peronista podría definirse como aquella experiencia que impide absolutamente a un trabajador/a concebir un hecho reivindicativo despojado de su significación política”. Esta es la potencia plebeya del peronismo. Esta potencia debemos recuperar.
Sabemos que nuestro pueblo, no abandonó la lucha reivindicativa, nunca, ni en los peores momentos, pues como decía Evita: “nadie es capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos”. Lo que falta, en este momento de la lucha es sumarle lo político a lo reivindicativo para arrancar con todo en la pos-pandemia.
Algunas reflexiones de Álvaro García Linera para seguir pensando entre todos esta cuestión: “Hay momentos donde los movimientos sociales (organizaciones libres del pueblo en Argentina) rompen la falsa distinción entre lo social y lo político y no solo demandan un tema reivindicativo, sino que se deciden ellos mismos a resolver ese mismo tema y devienen entonces en un movimiento político social”. Nuestra historia está llena de estos ejemplos: el peronismo histórico mismo y los programas del movimiento obrero desde La Falda y Huerta Grande, pasando por la CGT de los Argentinos, con su sindicalismo de liberación, los 26 puntos de Saúl Ubaldini.
Continuemos, ”no solo demandan, sino que pasan a gestionar sus propios proyectos (…) se asumen como movimientos no solo de petición, sino de ejecución y gestión de esas demandas (…) cuando esto ocurre, en el momento en que se asume como movimiento político, se comienza a plantear el tema del Poder (…) te asumís como soberano y te estas asumiendo como gobernante de tu propio destino y de tu comunidad”.
Estas son las ideas fuerzas y el horizonte de posibilidad que se está haciendo carne en miles de compañeros anónimos. Por eso la pos-pandemia hay que esperarla con muchas ganas, fuerza y esperanza.
Recomiendo el articulo de Jorge Rachid, publicado en Gráfica esta semana titulado “De la militancia al funcionariado, un paso que define la Historia” y las declaraciones de Pablo Moyano en Infogremiales. También en la misma dirección debatieron entre otros Alicia Castro y el Tano Catalano en un Zoom muy interesante.
Necesitamos poner a las militancias, cada una en su frente natural (sindicato, barrio, escuela, sociedad de fomento, clubes de barrio, agrupaciones de base, etc) a organizar desde abajo y plantearse tomar los problemas en sus manos.
“Solo el pueblo salvará al pueblo”, es la consigna del momento, volver a ser un pueblo soberano y gobernante. Construir ese poder popular que pueda articular algebraicamente con el Estado para transformarlo y ponerlo al servicio del pueblo, y no como está ahora al servicio de las clases dominantes.
Hay muchos temas que el pueblo debe tomar en sus manos que son candentes como las empresas de privatizadas de energía y sus tarifas, la especulación empresaria con los precios que se traducen en inflación, la desocupación (¿Por qué no debatir el reparto de las horas de trabajo de una forma seria y sustentable?), el transporte público y hasta la deuda con el FMI, (¿Por qué no hacer un plebiscito pos-pandemia, a ver qué opina el pueblo de esa deuda usuraria y fraudulenta como dice la carta de los senadores del Frente de Todos?).
Me gustaria cerrar la nota citando al director del instituto Generosa Frattasi, Mariano Pacheco, donde en un artículo por el aniversario del día de la militancia escribió en La tecl@ Ñ: ”Hoy quizás se imponga la tarea de repensar y reelaborar los modos de intervención política tal como las conocimos durante las décadas anteriores, sea de parte de las militancias de los ´nuevos movimientos sociales´-que sacralizaban el momento por abajo- como las militancias oficialistas que ´bancaban´ cualquier posición estatal por tratarse del propio gobierno-escencializando el momento por arriba de la construcción. Ambas miradas mostraron ser unilaterales, y carecer de una mirada estratégica integral, que hoy necesitamos imperiosamente construir para poder salir del atolladero en el que nos ha colocado el propio proceso de los últimos veinte años, proceso exacerbado por la pandemia. De allí que postulemos el anhelo por encarar la nueva década con militancias capaces de reinventar una nueva disciplina, que asuman a través de cada integrante de la organización las distintas funciones (de educación, de organización, de difusión, de elaboración conceptual, de movilización, de producción y distribución de bienes necesarios para la reproducción de la vida y hasta de combate para defender esas vidas), no tanto como una tarea impuesta por una jerarquía acartonada que dice desde arriba lo que hay que hacer, sino como dinámica entretejida por mujeres y hombres que enfrentan cada día el ´modo neoliberal´ de estar en el mundo, que impone una concepción que centra toda la existencia en función de cada quien, es decir, que coloca al “yo” como centro del mundo (pensar la intervención política como carrera profesional y no como militancia por la transformación social es uno de los modos mas claros que esta concepción expresa)”.
La contradicción entre lo reivindicativo y lo político o entre lo social y lo político la tenemos que transitar, vivir y militar pues no queda otra opción si queremos un presente y un futuro luminoso como se merece nuestro pueblo.
Estas tareas están en nuestras manos, en nuestras conciencias y en nuestros corazones. Como dice Negri (no Mario, sino el italiano Toni): “hemos de reconstruir la utopía de una vida liberada, más allá de la critica de los medios de producción”.
* Delegado Envases del Plata (Ex-Camea), Agrupación Metalúrgica “José Ignacio Rucci” UOM Seccional Morón.
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