El economista Horacio Rovelli dialogó en La Señal sobre los anuncios de Hernán Lacunza, ministro de Hacienda, quien informó el reperfilamiento de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el envío de un proyecto de ley al Congreso para la aprobación de la renegociación de la deuda: “es una declaración de default encubierto”.
Entrevistado por Gabriel Fernández y Néstor Gorojovsky, señaló que “una parte de las Letras que vencían en agosto iban a pagarla con los 5421 millones de dólares del tramo del FMI. Parece que el Fondo no se lo dará. Deciden, de forma arbitraria, que esa letra la van a pagar un 15% al día del vencimiento y el 60% a los 6 meses, cuando ya no estén más en la administración nacional. ¿Quién va aceptar eso?”.
Enfatizó: “esto es el desbarranque. Nadie le presta voluntariamente a la Argentina. El riesgo país superó los 2000 puntos, igual que en el 2001. No hay forma de que el país pueda refinanciar una deuda. Entonces tener obligaciones en dólares y no tener los dólares para pagarlos, produce que el dólar no tenga techo”.
El economista hizo hincapié en la repercusión del dólar sobre la canasta básica. “Una botella de aceite mezcla que se vende a 2 dólares, si acá el dólar está a 60 pesos te lo venden a 120 pesos, si está a 70 te lo venden a 140 y si llega a 100, a 200. El único límite va a ser, como nadie tiene plata para comprar porque todos vivimos de ese 35 % de la producción que está ligado al mercado interno, entonces el 75% no va poder comprar y la mayor compra va ser morigerar el crecimiento de los precios. Es el pase de la devaluación a la inflación de forma violenta”.
Sintetizó “estamos en la puerta de la hiperinflación del 89, del 82, del 2001. Pasa cada 7 años. Hasta que llegó Néstor Kirchner, cambió las reglas del juego y se amparó en el mercado interno. Pero este gobierno que trata de vender todo afuera, se endeuda alegremente y después no la puede pagar, nos llevaron a este desastre que vamos a tener que sufrir por unos cuantos meses”.
Respecto a la orientación del gobierno de carácter rentístico, parasitario y antiproductivo “cuando apostás a Vaca Muerta y a la soja de maíz, es porque apostás a una sociedad sin trabajo. El modelo orientado hacia el exterior se acabó con la crisis del 30. Nosotros no somos Chile o Perú que crecen vendiendo afuera, mal y desigualmente, pero crecen. Nosotros no, porque el 75% de la economía argentina va al mercado interno; por lo tanto los que se enriquecen afuera son una minoría y dentro de esa minoría están los acopiadores y los grandes comercializadores del grano. Y el resto nos quedamos sin trabajo”.
Rovelli respaldó la propuesta de Felipe Solá de reactivar la Junta Nacional de Granos. “El Estado tiene que intervenir, regular e imponer las reglas del juego. En el comercio del grano se llevan fortunas, liquidan cuando quieren y encima les dan más plata argentina por cada dólar que traen. Hay que fiscalizar y para eso debería estar la Junta Nacional de Granos”.
“Por la hidrovía del Paraná se van de 20 mil a 25 mil millones de dólares por año por exportaciones. De los 18 puertos, 14 son privados y nadie sabe lo que entra y lo que sale; pertenecen a las grandes empresas comercializadoras de grano. Hay que ver qué está pasando ahí. Pero este Estado no lo puede hacer, porque Macri perdió todo poder y está deslegitimado tras las elecciones” afirmó, contundente, el economista.
Sobre un posible adelanto de las elecciones “hay un proceso constitucional que lleva su tiempo. Lo que habría que hacer sería echarlos y que asuma un presidente constitucional. Pero no hay tiempo”; y agregó “se pasaron mintiendo al pueblo argentino y a los acreedores externos, y aquí están los resultados”.
Añadió “hubo una movilización donde miles pedían un plan de emergencia alimentaria y ellos piensan que todavía pueden ganar las elecciones. Es ridículo. Y lo va a pagar el pueblo argentino. Salieron favorecidos, Macri triplicó la fortuna del padre. Cayó YPF, vale 8 dólares la acción. Todas las empresas argentinas valen la mitad de lo que valían en el 2015”.
Finalmente se refirió a las primeras medidas que debería tomar Alberto Fernández: “lo mismo que hizo Néstor Kirchner. Aumentar los salarios por decreto un 30%, aumentar las jubilaciones y pensiones, congelar las tarifas públicas y la Argentina crece como las flores rústicas del campo. Se frena el dólar, se frena todo”.
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