Por Leonardo Martín
La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines junto al Sindicatos de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) convocaron a un paro para este miércoles en el marco de la negociación paritaria y de una negativa del sector empresarial al ajuste salarial reclamado por los sindicatos.
La Secretaría de Trabajo de la Nación dictó rápidamente la conciliación obligatoria que los sindicatos decidieron acatar. De ese modo, se suspenden las medidas de fuerza por los próximos 15 días hábiles mientras continúa la negociación.
Los aceiteros llevan adelante la negociación con la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) que no parece conformarse con el generoso beneficio por parte del gobierno de retenciones cero. La decisión les permitió sumar a sus ganancias más de 1500 millones de dólares en impuestos que no tributarán y el cual apropiaron un grupo reducido de empresas agroexportadoras. Pese a ello, dilatan el acuerdo salarial.
La Federación Aceitera -encabezada por Daniel Yofra- y el Sindicato Aceitero de San Lorenzo (Santa Fe) – por Daniel Succi- habían acordado comenzar con una medida de fuerzas desde el turno que comienza a las seis de la mañana de este miércoles y como suele ocurrir son convocatorias por tiempo indeterminado. Ambas organizaciones vienen articulando en conjunto en el último período al momento de negociar paritarias y tomar medidas de fuerza.
La demanda sindical de aumento salarial toma como medida el monto de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares del INDEC que para una familia tipo en septiembre fue de $ 2.344.728. El reclamo es que el salario inicial parta en ese número, también fundamentado en un Salario Mínimo, Vital y Móvil que de acuerdo al artículo 14 bis de la Constitución Nacional y el artículo 116 de la ley de Contrato de Trabajo cumpla asegure las nueve necesidades básicas allí contempladas.
En el último acuerdo paritario alcanzado en abril pasado, el salario inicial a julio quedó establecido en $ 1.875.186. Allí se acordó avanzar con la revisión paritaria en el mes de septiembre que los aceiteros reclamaron hacerla efectiva dos semanas atrás.
La particularidad de la audiencia fue que se desarrolló directamente en las oficinas de la Secretaría de Trabajo, algo poco habitual y que deja entrever la decisión empresarial de no acordar y obtener una rápida conciliación obligatoria que dictó la cartera que encabeza Julio Cordero.
Los sindicatos aceiteros expresaron en un comunicado conjunto: “Transcurridas más de dos semanas de presentado nuestro reclamo, la pretensión expresada hoy en la audiencia realizada en la Secretaría de Trabajo de la Nación por las cámaras patronales es insuficiente y provocadora, tal como hemos manifestado en el acta“.
A lo cual recordaron: “Más cuando se trata del mismo sector que acaba de recibir un beneficio extraordinario de 1.540 millones de dólares tras la medida dispuesta por el Gobierno Nacional sobre las retenciones a las exportaciones“.
“Frente a esa apropiación de renta extraordinaria, la respuesta patronal resulta vergonzosa. Incluso, desde la perspectiva del costo laboral que suelen invocar en su negativa, destacamos que el mismo se redujo en 2024 -alcanzando entre 1,7% a 2,4% de acuerdo a cada empresa- y que aún si aceptaran el aumento que pretendemos, el impacto sobre ese costo sería nulo“, agregaron.
Por parte del sector empresarial estuvieron CIARA y la Cámara Argentina de Biocombustibles con representantes de empresas como Cargill, Bunge, Renova, Molinos y Cofco, entre otras. Rechazaron el reclamo sindical y reclamaron inmediatamente la conciliación obligatoria.
Como en toda negociación es habitual que las empresas endurezcan inicialmente su posición, como también es cierto que los sindicatos aceiteros vienen trabajando en conjunto y terminan imponiendo su reclamo. En algunas ocasiones con la necesidad de extender a lo largo de varios días medidas de fuerza con picos de conflictividad en las extensas huelgas de 2015 y a fines de 2021. Se da en un sector estratégico en el ingreso de divisas al país y en el cual medidas como un paro genera un alto costo económico por el impacto en los fletes y la logística.
Por último, los aceiteros expresaron: “En este contexto las y los trabajadores aceiteros no estamos dispuestos a acompañar la política salarial que pretende condenarnos a la pobreza, favoreciendo sólo a los grandes grupos económicos”.














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