El pasado 12 de marzo, en plena cobertura de la movilización habitual de los miércoles en las inmediaciones del Congreso, Pablo Grillo fue alcanzado por una cápsula de gas lacrimógeno disparada por un efectivo de Gendarmería Nacional que lo dejó al borde de la muerte. El pasado 3 de junio recibió el alta en el Hospital Ramos Mejía para comenzar la segunda etapa de recuperación.
“La primera etapa fue aguda crítica donde el principal objetivo era que mi hermano sobreviva. Ahora comenzó una nueva etapa de rehabilitación neurológica”, detalló Emiliano Grillo, hermano de Pablo, en declaraciones realizadas en el programa Conectado por tus Derechos. La rehabilitación se lleva a cabo el Hospital Manuel Rocca de la Ciudad de Buenos Aires.
“Esta es una etapa con muchas dificultades también, el disparo le generó lesiones neurológicas que se están manifestando ahora, que las empezamos a ver ahora. Las dificultades son en el habla. No es que no pueda hablar, sino que lo hace más lento. Lo mismo con la motricidad final y gruesa, que no es que la perdió, pero también es un poco más lento”, puntualizó Emiliano.
“Desde el hospital armaron un plan de intervención multidisciplinaria para su recuperación. El objetivo es volver a reeducar a su cerebro vuelva a adaptarse y reorganizarse. No hay tiempos determinados de recuperación, solo se sabe solamente que va a ser largo para recuperar una funcionalidad lo más parecida a la que tenía previo al disparo”, indicó.
LA CAUSA JUDICIAL: “AVANZA LENTO, PERO AVANZA”
La investigación sobre el ataque a Pablo Grillo quedó a cargo de la jueza María Servini, titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 1, y con la intervención del fiscal Eduardo Taiano. En cuanto al patrocinio de Pablo y su familia, la misma está a cargo de la CELS y la Liga Argentina de Derechos Humanos. “Avanza lento, pero avanza”, resumió Emiliano respecto a la evolución de la causa.
Respecto a las últimas novedades, indicó: “un pedido de nuestra querella el pasado 6 de junio pidiendo la jueza llame a indagatoria al efectivo de Gendarmería Héctor Jesús Guerrero“, autor del disparo según se pudo comprobar mediante la reconstrucción de la escena con material fotográfico y fílmico.
“Hay sobradas muestras que fue él quien disparó. Hasta el momento no fue llamado. Pedimos la indagatoria para que pueda defender y dar sus fundamentos, algo que no sucedió con Pablo”, apuntó.
Luego contó que las fuerzas policiales a cargo del operativo represivo del 12 de marzo pasado entregaron los videos y modulaciones, pero aquellos que son de Gendarmería tanto videos como audios “están incompletos“. “Por eso estamos pidiendo que entreguen los crudos y que de no tenerlos justifiquen los motivos”, indicó Emiliano.
También comentó otras dificultades en el ámbito judicial que dilatan la investigación en una práctica habitual y sorprendente para aquellos que recorren habitualmente pasillos judiciales. “Quien debía citar la declaración indagatoria se tomó licencia. Lo mismo pasó con la jueza que se tomó licencia al comienzo de la causa dilatando un montón la investigación”.
“Nosotros queremos que se haga justicia no solo por Pablo y nuestra familia, también por todos los fotoreporteros que van a cubrir la movilización y son blanco de la represión. Que quede el antecedente para que los gendarmes cuando aprieten el gatillo lo piensen dos veces”, concluyó.
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