Por Úrsula Asta*
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva que impone altos aranceles a decenas de países. El argumento utilizado por la Casa Blanca es que la decisión ayudará a “reconstruir la economía” de su nación y proteger a los estadounidenses.
“Durante años, los ciudadanos estadounidenses trabajadores se vieron obligados a mantenerse al margen mientras otras naciones se enriquecían y se volvían poderosas. Pero ahora nos toca prosperar”, dijo Trump.
En vísperas del anuncio, se planteó el 2 de abril como el ‘Día de la Liberación’ para EEUU. “Es uno de los días más importantes en la historia de EE.UU. Es una declaración de independencia ante el resto del mundo. Es el momento de nuestra prosperidad, de reducir impuestos en el país y volver a hacer grande a EEUU”, declaró el mandatario.
Para comprender la definición política de Washington, es relevante conocer que esto viene acompañado de la declaración de una emergencia nacional, lo que invoca poderes extraordinarios al presidente. El documento emitido señala que estos gravámenes permanecerán vigentes hasta que el mandatario estadounidense estipule que “la amenaza planteada por el déficit comercial y tratamiento no recíproco subyacente se ha satisfecho, resuelto o mitigado”.
También menciona que estos poderes extraordinarios le confieren a Trump la autoridad de incrementar los aranceles en caso de que los socios comerciales de EEUU tomen represalias, así como disminuirlas si estos implementan “medidas significativas para remediar los acuerdos comerciales no recíprocos”, además de eventualmente alinearse con Washington “en asuntos económicos y de seguridad nacional”.
¿A qué países afectará?
Se anunciaron aranceles de al menos 10 % sobre prácticamente todos los bienes que ingresan al país, junto con otras tasas más altas para varios países con los que EEUU tiene los mayores déficits comerciales.
Las tasas aduaneras oscilan entre 10 % y 49 %. Entre los países más afectados se encuentran China (34 %), Vietnam (46 %), Camboya (49 %), Japón (24 %), India (26 %) y Corea del Sur (25 %). Para Nicaragua regirá una tasa de 18 %; Venezuela, de 15 %; y para Brasil, Chile, Colombia, Perú, Argentina y Ecuador, 10 %.
Sobre el bloque de la Unión Europea (UE), el presidente Trump la acusó de estafar a su país e impuso aranceles del 20 %. “Les cobraremos aproximadamente la mitad de lo que ellos nos cobran y nos han estado cobrando. Así que las tarifas no serán totalmente recíprocas”, sostuvo el republicano.
En paralelo, como se había anunciado previamente, la comunicación del 2 de abril incluyó la imposición de aranceles de 25% a todos los automóviles fabricados en el extranjero y se informó que comenzarían a correr a partir de la medianoche del mismo miércoles.
¿Y Rusia?
Moscú resultó ser uno de los países no incluidos en la lista de los afectados. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, contó que Rusia quedó fuera porque las actuales sanciones estadounidenses “impiden cualquier comercio significativo” con el país.
Horas después de los anuncios, el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, brindó una entrevista en Fox News y coincidió. Sostuvo que Rusia no está en la lista porque el comercio con ese país ha sido efectivamente detenido por las sanciones estadounidenses.
Las conversaciones entre ambos países en Riad, Arabia Saudita, así como el acercamiento telefónico entre ambos presidentes, quizás pueda brindar algunas claves de eventuales negociaciones geopolíticas para atisbar reflexiones.
¿Cómo reaccionaron los países?
En el caso de China (arancel 34%), informó que “se opone firmemente y tomará contramedidas para proteger sus derechos e intereses”. “Pedimos a EEUU que levante inmediatamente las medidas arancelarias unilaterales y resuelva adecuadamente las diferencias con sus socios comerciales mediante un diálogo en pie de igualdad”, indicó el Ministerio de Comercio del país. En en este caso, los nuevos gravámenes se suman a los que ya había impuesto EEUU de 20%.
Brasil (arancel 10%), a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, informó que “el Gobierno está evaluando todas las acciones posibles para garantizar la reciprocidad en el comercio bilateral, incluyendo un recurso ante la Organización Mundial del Comercio, en defensa de los legítimos intereses nacionales”. En simultáneo, el Congreso aprobó la Ley de Reciprocidad Económica, que permite al Ejecutivo responder a los aranceles. Este país es el segundo mayor exportador de acero a EEUU, después de Canadá, y esos gravámenes corren en paralelo.
En el caso de México, la presidenta Claudia Sheinbaum había anunciado “una respuesta integral” a las medidas. El 3 de abril, declaró que “en el caso de México, no hay aranceles adicionales, y eso es bueno para el país”. Si bien fue excluido de la lista, sí pesan sobre México los aranceles del 10% solo a los bienes y productos no contemplados en el Tratado de Libre Comercio de EEUU, México y Canadá (T-MEC). De la misma manera, que las industrias mexicanas afectadas son la automotriz y la del acero y el aluminio, elementos sobre los que -como decíamos- ya corre arancel.
Canadá, que tampoco se incluye en la lista difundida el 2 de abril, sostuvo que van a “combatir estos aranceles con contramedidas” y “proteger” a sus “trabajadores”. Así lo aseguró el primer ministro, Mark Carney, sobre la política comercial proteccionista de su mayor socio en Norteamérica.
Japón (arancel 24%) estimó que “las medidas arancelarias unilaterales adoptadas por EEUU son extremadamente lamentables”. El ministro de Comercio, Martín Yoji Muto, dijo: “He vuelto a instar enérgicamente que (EEUU) no las aplique a Japón”. Sumó que esto viola las normas de la Organización Mundial de Comercio y el tratado comercial entre Tokio y Washington.
Reino Unido (arancel 10%), en la voz de su ministro de Economía, Jonathan Reynolds, sostuvo: “Tenemos una serie de herramientas a nuestra disposición y no dudaremos en actuar”.
La primera ministra Giorgia Meloni de Italia (arancel 20%, como toda la UE) marcó: “La introducción de EEUU de aranceles hacia la Unión Europea es una medida que considero equivocada y que no conviene a ninguna de las partes. Haremos todo lo posible para trabajar por un acuerdo con EEUU, con el fin de evitar una guerra comercial que inevitablemente debilitaría a Occidente en favor de otros actores globales”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, aseguró que Europa tiene los recursos y la capacidad para defenderse y tomar represalias ante la imposición de aranceles. Evaluó que “la incertidumbre se disparará y provocará el auge de un mayor proteccionismo. Las consecuencias serán nefastas para millones de personas en todo el planeta”. Si bien señaló que está dispuesta a “negociar con EE.UU. para eliminar cualquier barrera restante al comercio transatlántico”, también enfatizó que la UE está preparada para responder.
*Conductora de Feas, Sucias y Malas, sábados de 10 a 13 hs, por Radio Gráfica.
Discusión acerca de esta noticia