El Dragón apuesta al incremento del gasto para impulsar producción y consumo. Al mismo tiempo, convoca a las multinacionales para establecerse en su territorio. Y propone una rearticulación del Consejo de Seguridad de la ONU para evitar el avance bélico. ¿Contradicciones o tácticas desplegadas sobre una estrategia? Otra de las maravillas geopolíticas de las transformaciones en curso. Para prestar especial atención.
Por Gabriel Fernández *
La República Popular China se trazó un ambicioso objetivo de crecimiento. Según la XIV Asamblea Popular Nacional, el país alzará su economía “alrededor del 5%” para 2025. El planteo “subraya nuestra determinación de afrontar las dificultades de frente y esforzarnos por cumplir”, dijo el primer ministro Li Qiang, el segundo funcionario de mayor rango de China, al presentar el informe de trabajo del Gobierno ante el organismo, una multitudinaria legislatura. Esto sucedió el miércoles de la semana que concluye.
Al interior del Gran Salón del Pueblo de Beijing, la iniciativa logró unanimidad. Si bien los medios occidentales rápidamente hablaron de disciplina, cabe indicar que numerosos economistas del Partido Comunista venían recomendando, con variados argumentos, más inversión y mayor nivel de consumo para desplegar a un país próspero aunque limado parcialmente por la pandemia de Covid. En medio de una compleja situación internacional, la administración que orienta el presidente Xi Jingpin busca ratificar su imagen como la de una gran potencia responsable y pacífica, que proyecta un liderazgo sólido.
En su alocución, Li aseveró que “El barco gigante de la economía china seguirá surcando las olas y navegando con paso firme hacia el futuro”. Aunque el estilo se perciba elegante, puede objetarse que resulta difícil navegar con paso firme; pero la idea se entendió. Con la cautela habitual a la hora de plantar bandera global, evitó mencionar a los Estados Unidos pero si apuntó la importancia de ralentizar un incremento acelerado de aranceles que impacten sobre numerosas naciones. Este periodista considera necesario indicar que China no agita la existencia de una “guerra comercial”; opta por debatir medidas determinadas e insistir en la importancia de establecer cooperación integral.
La observación tiene un sentido. El gran capital financiero está muy alterado con el inicio de la gestión norteamericana de Donald Trump y con su acercamiento a la Federación de Rusia. Para obstaculizar esa articulación precisa impulsar roces y desacuerdos entre esas potencias y el coloso asiático, así como incentivar variantes bélicas en el seno de los BRICS +, en Asia Occidental y en el Pacífico. China lo comprende y su gestualidad económica lo trasunta de modo efectivo, como se verá más adelante.
Ahora bien, cabe subrayar que el estentóreo mandatario norteño duplicó los aranceles a todas las importaciones chinas hasta el 20%, además de los impuestos existentes sobre numerosos productos chinos. Beijing replicó imponiendo aranceles de hasta el 15% a determinadas importaciones estadounidenses, incluidos productos agrícolas de importancia, ampliando los controles de exportación a firmas de ese origen y presentando una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Sin embargo, es probable que la acción más potente, en perspectiva, haya sido el lanzamiento de tecnologías abiertas, al alcance del resto del planeta. Incluida la debilitada nación que conduce Trump. A su lado, debe mencionarse otra decisión clave: el sostenimiento de la tenencia de deuda sin provocar una catástrofe. Entre ambos pasos se visualizó que el Dragón pretende condicionar la reindustrialización norteamericana pero no obturarla, dentro de su criterio de Iniciativa de Desarrollo Global. “El entorno externo se está volviendo más complejo y severo, lo que puede tener un mayor impacto en el comercio, la ciencia y la tecnología y otros campos del país”, dijo Li.
FÓRMULAS. En una medida destacable, China elevó su déficit presupuestario al 4% del Producto Bruto Interno, el nivel más alto en décadas, en un esfuerzo por aumentar el gasto para fomentar el crecimiento. Es decir, en ningún momento las autoridades asiáticas cedieron a la exigencia liberal de recortar presupuestos para estructurar las cuentas, pese a integrar la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI). El funcionario explicó la decisión al admitir los problemas que enfrenta su economía, incluido el lento aumento del consumo. Vale recordar que el bienestar de la población ha sido caracterizado por el Partido Comunista Chino como eje del proceder gubernamental y, de hecho, su acción económica ha disminuido notablemente los indicadores de pobreza.
Así, en la Asamblea, el diagnóstico interior resultó, quizás, más vigoroso que el externo. La segunda economía más grande del mundo señaló la existencia de una crisis del sector inmobiliario, una creciente deuda de los gobiernos locales, una caída de la inversión extranjera y un desempleo juvenil más elevado de lo prudencial. Con el objetivo de facilitar la resolución de esas dificultades, el cónclave expresó su compromiso para laborar en dirección a la construcción de una potencia innovadora y autosuficiente en alta tecnología.
“Fomentaremos las industrias emergentes y las industrias del futuro”, dijo Li en su discurso, y prometió establecer un mecanismo para mejorar la financiación de industrias como la biofabricación, la tecnología cuántica, la inteligencia artificial incorporada y la tecnología 6G. En sintonía, se comprometió a apoyar la “amplia aplicación de modelos de IA a gran escala” y a desarrollar “equipos de fabricación inteligentes”, incluidos vehículos y robots de nueva energía impulsados por IA.
Desde hace varios años, la conducción revolucionaria evalúa que los semiconductores de alta tecnología, la computación cuántica, la robótica y la inteligencia artificial son fundamentales para impulsar el crecimiento económico y modernizar la industria. El Gobierno destinó un presupuesto anual de 398.000 millones de yuanes (US$ 54.700 millones) a gastos de ciencia y tecnología para 2025, un aumento del 10% respecto del año pasado.
A principios de este año, la empresa china de inteligencia artificial DeepSeek desveló a Silicon Valley con el gran éxito de su último modelo de lenguaje de código abierto. A ese gol hay que sumarle los planes a largo plazo de Beijing para mejorar tecnologías ecológicas, en tanto su principal fabricante de vehículos eléctricos (BYD) rivaliza con Tesla, de Elon Musk, quien, a su vez, posee una enorme planta en Shanghai.
Desde ya que los legisladores no iban a olvidar el robusto aparato de Defensa. Menos ahora, que la Unión Europea (UE) bravuconea con la intención de amedrentar a su gran amigo, el Oso que monta Vladimir Putin. China dio a conocer su presupuesto militar para 2025, que aumentará un 7,2% hasta 1,78 billones de yuanes (US$ 245.000 millones), en línea con los últimos años. China no había informado de un crecimiento de dos dígitos en el gasto militar desde 2015. Así que guerra no quiere, pero eso no implica la admisión de descuidos.
Finalmente, entre otros asuntos, la nación milenaria enfatizó un punto al cual los medios no otorgaron relevancia: profundizar la multipolaridad.
MULTINACIONALES. A continuación, vamos con lo actuado por el gobierno de la República Popular pocos días después. Se trata de un interesante factor para reflexionar. En esos pensamientos parece pertinente involucrar algunos conceptos de fuste: prioridades, tiempos, controles, políticas. Entre tantos, claro. Lo cierto es que, tras la lectura del segmento inicial, han de surgir consideraciones vibrantes y contradictorias a partir de lo que sigue.
El presidente de China, Xi Jinping, instó a un grupo de directores de multinacionales a defender la estabilidad del comercio y las cadenas de suministro globales. “Necesitamos trabajar juntos para mantener la estabilidad de la industria global y las cadenas de suministro, lo cual es clave para el desarrollo saludable de la economía mundial”, declaró el líder chino en un encuentro con altos ejecutivos de compañías como AstraZeneca, FedEx, Saudi Aramco, Standard Chartered y Toyota.
El evento registró la presencia de unos 40 empresarios y se extendió a lo largo de 90 minutos. Siete empresas fueron seleccionadas para participar activamente en la discusión, según fuentes cercanas a la organización del encuentro. Es decir, el jefe de Estado en ningún momento delegó el comando. A decir verdad, lector, se trata de una continuidad: En los meses recientes, China intensificó sus vínculos con ejecutivos extranjeros tras revelarse que la inversión externa directa cayó un 27,1% interanual en 2024, la mayor baja desde la crisis financiera de 2008.
“Las empresas extranjeras representan un tercio de las importaciones y exportaciones de China, una cuarta parte del valor agregado industrial y una séptima parte de los ingresos fiscales, además de generar más de 30 millones de empleos”, precisó el mandatario chino en su discurso. Y -fíjese- completó: “La esencia de las relaciones económicas y comerciales entre China y los Estados Unidos, es la cooperación mutuamente beneficiosa”.
La junta se desarrolló en una disposición en herradura, con el CEO de Mercedes-Benz, Ola Kallenius, y Raj Subramaniam, de FedEx, ubicados frente a Xi. Entre los asistentes destacados también figuraron Georges Elhedery (HSBC), Kwak Noh-jung (SK Hynix), Amin Nasser (Saudi Aramco) y Toshiaki Higashihara (Hitachi). “Esta reunión es un claro ejemplo de diplomacia empresarial. Ya no se trata solo de un diálogo entre Estados o entidades como la OMC, sino de una diplomacia liderada por empresas que representan a sectores clave“, explicó Frank Bournois, vicepresidente de la Escuela de Negocios Internacionales China-Europa en Shanghái. Sin embargo, advirtió que el éxito de la iniciativa dependerá de acciones concretas y no solo de declaraciones.
Al hilvanar reuniones tan disímiles como las explicadas en esta secuencia, puede observarse que China se permite alzar su déficit para promover inversión y consumo, desdeñando todo gesto ortodoxo, y al mismo tiempo abrir su economía a inversores externos sin perder el control y ofreciendo una rentabilidad apreciable. Cabe comparar este andar inteligente con otros modelos, dogmáticos, aplicados en tantas naciones ultra disciplinadas a las corporaciones rentísticas.
Los chinos lo saben. Las oportunidades son como los amaneceres; si uno se adelanta demasiado, solo percibe oscuridad; si uno espera demasiado, se los pierde. Es que la paciencia es fuerza concentrada, ¿no? Y esa potencia necesita emerger en el momento exacto.
WANG YI, UNA ENTREVISTA. Algunos días antes de la Asamblea comunista, el canciller chino Wang Yi, realizó una excepción y aceptó contestar preguntas de los medios. El ida y vuelta resultó breve pero de gran interés; abrió el juego en una dirección que está quedando fuera de foco en las noticias, pero encarna la búsqueda de soluciones por parte de una humanidad que percibe la necesidad de modificar estructuras planteadas en un tramo diferente de la historia.
En principio, se lo indagó acerca del papel del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como sobre las sugerencias de China para un mejor desempeño de sus funciones. Wang Yi afirmó que “el Consejo de Seguridad asume la responsabilidad primordial de mantener la paz internacional. Frente a las trascendentales crisis y conflictos, el Consejo ciertamente necesita tomar acciones eficaces de manera más oportuna. La situación actual no puede continuar. Hay que aprovechar el 80.º aniversario de la fundación de la ONU como una oportunidad para volver a evocar las aspiraciones originales, avanzar con los tiempos y responder mejor a las expectativas de los pueblos de todos los países”.
Enseguida se le preguntó cuáles serían los parámetros de una nueva institucionalidad. “Es menester dar prioridad al bien común. Todos los países tienen sus propios intereses y posiciones, pero aquellos que ya forman parte del Consejo de Seguridad no pueden considerar únicamente sus propios intereses egoístas, sino que necesitan poner los intereses comunes de la comunidad internacional por encima de todo, emitir juicios objetivos y justos de conformidad con el derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales y cumplir una función positiva y constructiva”.
Como verá, lector, Wang Yi retomó el concepto de objetividad. Luego respondió un interrogante sobre la modalidad a través de la cual se desplegarían esos objetivos. “Es necesario llevar a cabo una cooperación sincera. El principio de consenso mediante consultas es una base relevante para el funcionamiento efectivo del Consejo de Seguridad. Sin embargo, se ha observado que algunos miembros intentan convertir al Consejo en un lugar de ataques y acusaciones y transformar instrumentos públicos internacionales en herramientas geopolíticas, lo que va en contra de los propósitos de los fundadores. Restablecer la unidad entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad es una prioridad actual y debería comenzar con discusiones constructivas”.
No podía faltar una consulta sobre la aplicación de eventuales reglas justas, pues la referencia está anclada en una entidad que suele declarar, mas no imponer. “Es imperativo cumplir los compromisos. Según la Carta de la ONU, las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad tienen fuerza legal y deberían aplicarse al pie de la letra. Todos los Estados miembros de la ONU, especialmente los miembros del Consejo de Seguridad, necesitan conceder importancia a esta obligación internacional y no pueden incurrir en una aplicación selectiva, ni mucho menos en un doble rasero”.
Finalmente, urgencias y perspectivas. Wang Yi concluyó: “Es importante lograr la reforma y la mejora. China apoya la continuación de consultas amplias y democráticas para buscar consensos sobre la reforma de la ONU, incluida la del Consejo de Seguridad, con el fin de mejorar la representatividad y la capacidad de acción de este último. China también respalda arreglos especiales para resolver de forma prioritaria las injusticias históricas sufridas por África. Como Estado miembro fundador de la ONU y miembro permanente del Consejo de Seguridad, China siempre desempeñará un papel constructivo en la elaboración de un Consejo de Seguridad que se adapte a las necesidades del siglo XXI”.
El estratega oriental abreva en reflexiones surgidas de su propia civilización. Comprende que un caballo ciego se asusta a sí mismo. También, que mientras más extensa es la cuerda, más alto llegará la cometa. Y, como alguna vez se indicó en estas Fuentes, que resulta preciso cavar el pozo antes de tener sed.
Vale ahondar en Wang Yi a través del siguiente material, presentado en junio del 2023:
Hay que darse tiempo para procesar lo informado en estas líneas.
Y perfilar una mirada que deje de lado el bloqueo informativo apreciable que, en la presente instancia, desdeña la inclusión de los BRICS + en el panorama. Como si su peso no tuviera incidencia en la situación general y en los pasos específicos que viene dando el país de Xi.
El partido ya está armado. La pelota ya está en juego.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Imágenes.
Portada: Xi Jingpin y Wang Yi.
Interior: Asamblea Nacional Popular en el Gran Salón del Pueblo / Reunión Xi jingpin con empresarios transnacionales / Pudong, Shanghai. Distrito Financiero / Unos mates con Xi.
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