Por Nehuén Gusmerotti *
Vigencia y rock and roll. Quizás sean dos de las palabras que mejor definen al legendario Víctor “Vitico” Bereciartúa. El prócer de nuestro rock pesado, compañero de ruta de Pappo y fundador de Riff se presentó el pasado sábado en el Roxy de Palermo para desplegar una serie de clásicos junto a su backing band actual, Los Leones. El propio Víctor había mencionado semanas atrás que se trataba de su mejor banda. Cabe decir que el sonido mostrado por el cuarteto fue demoledor, y si, siguiendo el axioma Pappo de cómo debe sonar el rock and roll.
Y fue así, a puro rock and roll, que pasadas las 21:30 comenzó a sonar “Rayo Luminoso” en el recinto de Niceto Vega y Humboldt. La fineza del cuarteto no opacaba lo estridente y poderoso del sonido. El Canciller como motor V8 inagotable desde el bajo con Alejandro Soto manteniendo el pulso firme de los clásicos como “Macadam 3…2…1…0…”, “La Espada Sagrada” o “Ex-terminador”. A esa pared de sonido la completan los hermanos Demon y Marcelo “Pollo” Pistarelli, este último como una especie de Malcolm Young argentino, prolijo y riffero.
A cada pausa la ovación no se hacía esperar, y el propio Vitico mostraba ese disfrute del que habla en sus entrevistas, pero subido al escenario. Hacía chistes, charlaba con el público y destacaba la calidad de sus compañeros de bandas. “Que Sea Rock” y “En la Ciudad del Gran Río” se fueron sumando al repertorio que recorría lo mejor de Riff y algunas perlitas de la icónica banda del bajista. “El Forastero” fue seguida por “Ruedas de Metal” dedicada al Carpo, finalizó con el “¡Dale Pappo, dale dale Pappo!” acompañado por el propio Víctor desde el escenario, que aprovechó la mitad del show para presentar a la banda que lo acompaña en esta etapa.
Al himno que parece representar al bajista, “Mucho por Hacer”, le siguieron clásicos de Pappo´s Blues. “Fiesta Cervezal” y el mítico “Sucio y Desprolijo” cantados por Demon Pistarelli y un Roxy extasiado anunciaban que se aproximaba el final de la noche. En lo que ya era una clase magistral de rock and roll, el bajista desplegaba sus líneas con soltura y disfrute, a camisa entre abierta y arrollando con esos riff demoledores que están grabados a fuego en los oídos argentinos. Un breve impasse dio lugar a los bises. “Susy Cadillac” y “No Detenga su Motor” a coro con el Roxy le pusieron el broche de oro a un recital que marcó la vigencia del legendario bajista de Riff que, cómo dejó en claro, aún tiene mucho por hacer.
(*) Conductor de Resistiendo con Ideas (Lunes a viernes de 20 a 21 horas)
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