La oposición logró darle media sanción en la Cámara de Diputados, con 125 votos afirmativos contra 112 negativos, al proyecto de reforma de la Ley de Alquileres que estipula volver a los contratos de dos años de duración con actualizaciones cada cuatro meses según índices “acordados” entre propietarios e inquilinos.
“Ayer se votó a favor de la renta del mercado inmobiliario”, lamentó el referente de Inquilinos Agrupados, Fernando Muñoz en diálogo con Radio Gráfica.
“El dictamen de JXC que fue el que se aprobó en sesión, implica dos cosas: que el índice de aumento lo fija el dueño o la inmobiliaria, y además será acumulado, es decir, si vos tenes en un contrato de $100 mil una variación del 60% anual, hoy vos pagas 160 mil, con las variaciones cuatrimestrales, con el mismo índice, estarías pagando $180 mil, porque al cuatrimestre se le acumula el nuevo ajuste y sobre eso se calcula el otro”, explicó.
Además, señaló que, a pesar de haberse aprobado la reforma de la ley, algo que hace tiempo promovía la oposición, en la sesión “no hubo chicanas, ni festejos, ni aplausos, parecía que no había ni ganadores ni perdedores en el recinto. Terminó de una forma muy civilizada”.
Y resaltó: “Hubo una controversia que tuvo que ver con entregar o no el teléfono de (el diputado de JXC Gerardo) Milman para la causa judicial que investiga el atentado a Cristina. Esto se votó antes que se debata la modificación de la ley de alquileres, lo que indica que esa sesión fue acordada”.
“¿Cómo se reflejó? Con el resultado: 125 a favor de la ley rentista contra 112. Hubo 13 ausentes del “partido queremos quedar bien con todos” del FDT. Si tenían voluntad, empataban la sesión y le arruinaba el interés a JXC de conseguir una conquista al mercado inmobiliario, porque hubiera desempatado Cecilia Moreau, la espada de Sergio Massa”, continuó Muñoz.
Diputados ausentes:
Muñoz, lamentó lo que “parece ser parte de la técnica legislativa”: “Así es como después un deliberante ultraliberal termina colectivizando la bronca contra esa casta”.
Por otro lado, resaltó que la complicidad del Estado con el mercado inmobiliario no sólo se reflejó en la votación de ayer: “Hay un derrotero regresivo casi inevitable, que estaba previsto, un destino que se fue construyendo. La Argentina que publicó pobres datos del censo de hace un año y medio -porque no sabemos cuántos alquilan en el país-, tiene una producción de cuatro millones de viviendas en 10 años en el sector privado. Argentina está llegando a 18 millones de viviendas con 46 millones de habitantes. Es un país que fabrica inquilinos todo el tiempo. Pero para poder generar cuatro millones de viviendas privadas, los Estados locales, tuvieron que ser más flexibles en sus códigos de planeamiento para poder facilitar zonas donde construir edificios. El presupuesto estuvo, además, destinado a mejorarle la renta a ese sector, para que el metro cuadrado crezca en precio”.
Por último, le recordó a los inquilinos que “los que tienen contrato vigente tienen que saber que esto no es retroactivo. Entraría en vigencia una vez que lo publique en el boletín oficial el Poder Ejecutivo, por lo que, actualmente, continúa vigente la ley de Alquileres”.
“Lo que está ocurriendo es que el propietario va a decir que como está por salir la modificación de la ley, se firma un contrato corto o prorroga de un año. Eso se puede denunciar, a través de una notificación legal, algo muy frecuente que hacemos desde inquilinos Agrupados, para que se readecúen a la ley vigente”. Y recomendó: “Que el inquilino firme lo que tenga que firmar y después se acerque a inquilinos Agrupados, para ser asesorado”.
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