Durante el emotivo partido de despedida de Maximiliano Rodríguez, jugador emblema de Newell’s Old Boys y la Selección Argentina, realizado en el Estadio Marcelo Bielsa, llamó la atención el despliegue de la enorme bandera alusiva a Los Monos, nombre con el que se conoce a la principal banda narco de Rosario.
Ante los ojos de jugadores campeones del mundo como Lionel Messi y Ángel Di María, directivos de la Asociación del Fútbol Argentino, funcionarios santafesinos y nacionales y el público en general, la exposición del trapo fue considerada una demostración del poder que poseen.
¿Por qué se permitió este fenómeno? ¿Qué rol cumplen las fuerzas de seguridad? ¿Cuáles son las responsabilidades políticas? Rodrigo Miró, periodista de Redacción Rosario, dialogó con Gabriel Fernández en Radio Gráfica sobre el trasfondo este preocupante acontecimiento.
Gabriel Fernández: Contanos, ¿cómo es esto?
Rodrigo Miró: La relación entre las barras bravas, entre la política, se viene hace mucho tiempo hablando, escribiendo, pero en Rosario yo creo que hay que hacer como un renglón especial. ¿Por qué? Porque Rosario también tiene una historia muy especial en los últimos 10 o 12 o 15 años, te diría, que es el avance del narcotráfico y de las bandas que en algunos barrios han copado la actividad vinculada a la violencia, el narcomenudeo, la venta de droga, las extorsiones. Una de esas bandas, que copó fuerte la parada hace tiempo, es Los Monos. Los protagonistas, los dueños, los que estaban dibujados en ese trapo. La transmisión de la despedida de Maxi Rodríguez con Messi, con Di María en cancha, con viejas glorias de Newell’s, se vio en todo el planeta. La transmitió Star+. Quizás, así como la imagen de Messi hoy vende en el mundo entero, quien vio la imagen de la transmisión televisiva dice “mirá el espectáculo que están haciendo” y nadie se percató, como en ese momento en la cancha yo creo que muchos no se percataron, qué eran esos personajes que tenía el trapo. Que tenía en el centro un mono con el piluso de Newell’s y anteojos y atrás había otros dos animales, un pollo y un toro, los dos con piluso de Newell’s. Es una imagen típica de cancha, futbolera, hasta parece rocambolesca. Casi que parece de los Redondos. Y si nadie la interpreta, podía pasar desapercibida, pero alguien interpretó que ese mono con anteojos era Guille Cantero, líder de la banda Los Monos, y que los otros dos, el pollo y el toro, eran el pollo Vinardi y el toro Escobar, dos nombres también laderos de Guille Cantero. Presos los tres en la cárcel federal de Ezeiza, y desde una cárcel federal digitando, no solo parte de lo que nos pasa en Rosario con la violencia, con la venta de drogas, con un récord de homicidios este año, sino también el paravalancha leproso.
Esto se sabe hace tiempo, se sabe hace tiempo, no es novedad que alguien vinculado al fútbol o que escucha cada tanto qué pasa con las barras, diga “che la barra brava de Newell’s está vinculada con Los Monos”. Se sabe hace tiempo. La novedad es cómo se organizó la seguridad y el evento en sí de lo que fue esta despedida, que fue una fiesta enorme, que fue la de fiesta de Maxi. Lo que nos enteramos en las últimas horas fue que desde el Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe se hizo una especie de acuerdo de delegación de lo que pasa dentro del estadio, lo administra la organización del evento, lo que pasa fuera, a la calle, la cuida la policía de la provincia de Santa Fe. O sea, dentro del estadio, cuando juega Newell’s o Central, imagino que lo mismo pasará en La Plata cuando juega Gimnasia y otros partidos que me podés contar, se aplica un protocolo en el que la policía revisa metro por metro del estadio para ver si hay pirotecnia, si hay un trapo guardado. Bueno, en este caso no se hizo la revisación porque no era un partido de fútbol y porque la seguridad dentro del estadio la hacía la empresa. La empresa, lo que también dicen y el club, es que una parte de ese operativo del cuidado de qué había dentro del estadio, la tuvieron que delegar en la propia barra, barra comandada por Los Monos.
GF: Esto tiene una derivación que no vamos a agotar ni mucho menos aquí y es el problema de las empresas de seguridad privada en la República Argentina, sus componentes y sus intereses. De hecho, Gimnasia para la Copa tuvo que contratar por disposición de Conmebol, una empresa de seguridad privada. Uno de los miembros de la seguridad privada terminó a las piñas con la hinchada. Fue él quien provocó el incidente frente al azoramiento de todos. Gente muy desequilibrada, que ha querido ingresar a la Policía Federal y no ha podido precisamente por falta de equilibrio psicoemocional, forman grupos de seguridad privada y estos son contratados por instituciones. Todo un riesgo. No vamos a adentrarnos en eso, pero creo que hay una ligazón entre la irresponsabilidad de estas compañías y la situación del narcotráfico y el delito en general.
RM: Lo que se percibió en este evento, que fue la despedida de Maxi, es el corrimiento del Estado y su responsabilidad, por lo menos en este punto. La bandera que cubre dos bandejas del Estadio de Newell’s se despliega con una imagen que tiene a los principales líderes de Los monos que están presos en una cárcel federal que dice un mensaje de “nosotros estamos más allá de todo”, una demostración de poder claramente. Y la propia policía de Santa Fe se entera del trapo cuando la banda cuando la barra lo despliega. La bandera se desplegó, para quien no vio la despedida, en algún momento posan todos los que estaban participando del evento, inclusive el presidente de la AFA Chiqui Tapia, delante de la popular de Newell’s. En ese momento, y cuando había un dron transmitiendo desde arriba, se despliega el trapo completo mostrando a los líderes de Los Monos. Aparentemente, en el estadio había, además de la propia policía que estaba a cargo, estaba el gobernador Perotti, estaba el intendente de Rosario, había fiscales. Cuando se despliega la bandera, alguien interpreta “che, esto puede tener un mensaje decodificado, mirá, parece que es el líder de Los Monos, vayan a sacarla”. El jefe de la policía de Rosario, según lo que contaron, insisto, le habría dicho “en ese momento, mirá, sigamos a sacar la bandera, ahora es un quilombo”, en el medio de la despedida de Maxi y transmitida para todo el planeta. Entonces dijeron “bueno, dejala, dejala, la buscamos a la salida”. A la salida no la encontraron, tardaron, entre una cosa y la otra, allanaron la cancha de Newell’s el lunes por la tarde, 48 horas después, no se encontró la bandera. En Rosario circulaba una versión, yo no la pude confirmar, pero hasta donde llegué para intentar confirmar la versión era que a la bandera, la empresa a la cual Maxi Rodríguez contrató para organizar todo el evento, una empresa que vendía las entradas, que se encargó del traslado de los jugadores que venían de otro país. Bueno, a esa empresa, que es una empresa privada que organiza eventos, la barra de Los Monos, le hizo pagar la bandera. O sea, a mí el dato que me llegaba era que la bandera estaba encargada o pagada directamente por la empresa que organizó el evento. Hablé con los responsables del evento.
“Si ibas a la cancha de Newell’s, a ver la despedida de Maxi, te podías llevar la remera con el merchandising de Los Monos”
GF: ¿Qué dijeron? Interesante.
RM: El mensaje, te podría enviar la captura de WhatsApp, empezaba diciendo si eran los responsables de la empresa que organizó el evento, “sí somos”. Mirá, me llega el dato que ustedes tuvieron que pagar la bandera porque lo presionó la barra, “No, de eso no sabemos nada”. O sea, la empresa que organizó el evento dice no saber nada. Varias fuentes coinciden en que Los Monos obligaron a la empresa a pagar la bandera. El ministro de seguridad dice “nosotros no nos encargamos de lo que pasaba entre los estadios, de eso se encargaron, el club y la empresa privada”. El presidente de Newell’s dice “nosotros no tenemos nada que ver, no sabíamos nada de la bandera”. La bandera, hay un video que la propia empresa publica un ratito antes del inicio del partido en el que se ve cómo está preparado el estadio y se ve que el trapo ya está colgado arriba, o sea, el trapo fue colgado con debida anticipación. 40 metros por 40, alguien autorizó a pasarlo. Lo raro, lo difícil de sostener para los organismos de seguridad públicos del Estado, es que después se den por sorprendidos.
GF: Es evidente que hay una relación muy fuerte, institucionalmente muy imbricada con el delito en la provincia.
RM: Sí, y a la vez, que es la sensación que nos quedó a quienes seguimos de cerca los temas judiciales y policiales en Rosario, lo que hicieron los líderes de la banda Los Monos, desplegando esa enorme bandera, con la presencia de Messi, de Di María, del gobernador, del intendente en la cancha y la transmisión televisiva, fue una fuerte demostración de poder, de quién manda, de que hacen lo que quieren.
GF: Además, si bien la decodificación de los dos animales de arriba es de detalle, de alguien que conoce, como es tu caso, el mono, a una banda que se llama Los Monos, no es fácil de ocultar, es visible y el mensaje me parece que es bastante directo.
RM: El mensaje es directo, arriba de los personajes, de los animales, decía “nosotros estamos más allá de todo”. Lo otro, el dato que también trascendió, no en el momento del partido, sino un par de días después, porque fue el lunes que nos enteramos cuando alguien empezó a viralizar una foto es que también se vendían remeras con la misma inscripción. O sea que fuera del estadio había postitos de merchandising que, para traducirlo al lenguaje popular, si ibas a la cancha de Newell’s a ver la despedida de Maxi, te podías llevar la remera con el merchandising de Los Monos.
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