Por Nehuén Gusmerotti *
En la escena metalera argentina hablar de Mastifal es hablar de una de esas bandas de culto. Desde fines de la década del 90´ la banda de thrash metal forjó un camino en el cual, sin acceder a la masividad, si se hizo un lugar en la cultura heavy. Una pieza clave en Mastifal es su cantante, Miguel Maciel, fan devenido en vocalista del grupo ante una oportunidad única. Hoy no solo encabeza el regreso de Mastifal, sino que también lleva adelante dos proyectos alternativos que van ganando terreno: Güemes y Head. En una extensa charla con Radio Gráfica el músico recorrió no solo la génesis e historia de estas bandas, sino que también analizó el presente del heavy metal en nuestro país.
Para ir de lo macro a lo micro, el artista comenzó hablando del género metalero en nuestro país. Luego de participar con Mastifal en el Furia Metal Fest a principios de marzo, destacó la importancia de contar con un festival exclusivamente del género en argentina. “En los últimos años hubo bandas en festivales de metal, pero los festivales no eran propiamente del género. Esto está bueno para nosotros que venimos haciendo metal de toda la vida. No nos suele importar si tenemos más o menos prensa, en algún momento contamos con festivales donde se le daba más cabida. Cosquín, el Pepsi Music, nosotros hemos tocado ahí, pero son momentos”, expresó Maciel comparando también el lugar del heavy en los grandes festivales de calibre nacional e internacional. Por otro lado, valoró la renovación que ve en el publico de metal, más allá de, como siempre, no ser difundido por los grandes medios. “Hoy la música que escucha la gente es otra. A pesar de todo eso seguimos siendo un montón de gente y siguen naciendo generaciones de pibitos que van a ver con sus padres a ver metal. Se copan con bandas como Maiden o Malón, Hermética, Judas. Esto a pesar de que los medios bombardeen todo el tiempo otra música, otro mensaje, otra cultura”.
Pensando en los motivos por los cuales el metal persiste y se reproduce pese a la escasa difusión mediática, el cantante de Mastifal dejó cierto halo místico. “Es una cosa medio mística. O lo sentís o no sentís. Lo escuchas y hay algo que te llama. Nos gusta eso del metal clásico que tiene lo épico, las melodías aguerridas, guitarras melódicas. Letras que hablan de cosas profundas, de libertad, de búsqueda. También las letras de temática social, cosas que le pasa a los pibes cuando andan por la calle, vamos a buscar laburo. Con Hermética a mí me pasaba eso, por más que el sonido no fuera el mejor, me hacía sentir que había gente como yo”, recordó Maciel haciendo hincapié en las bandas pilares de nuestro metal.
Siguiendo con el retroceso a sus inicios, el músico comentó en qué momento el metal lo enganchó. “Yo a los 12 años escuché The Razors Edge de AC/DC y cuando puse play y escuché la guitarra de Angus me cambió la vida. Fue una patada en la cabeza de adrenalina. Ir para adelante a romper todo, eso tiene el metal, te tira para arriba. No hay formas que te deprimas escuchando heavy. Es una inyección de testosterona zarpada que te tira para adelante”. Y pensando en el futuro dejó un claro mensaje respecto al metal y su gente: “Ver generaciones nuevas a la que le pasa lo mismo que nos pasaba a nosotros es muy lindo. Muestra que esto va más allá del mainstream y de las modas. Hay un montón de gente que eso le chupa un huevo, eso somos los metaleros. Van a pasar 500 años y vamos a seguir curtiendo esta”.
Una vida con Mastifal
La historia de Miguel Maciel como cantante de metal es bastante particular, pero esta ligada de toda la vida a Mastifal. Su llegada a la banda fue primero como fanático, cuando la banda apenas daba sus primeros pasos. “Cuando los conocí hacía poco había empezado a salir y ver las bandas de la escena. Un día fui a ver a Nepal, estaba Mastifal de soporte. Me volaron la cabeza, eran super crudos, tenían un parecido muy fuerte con Sepultura, un thrash muy aguerrido. Me encantó esa propuesta. Estaban los tres Barreto y Diego Conte, que hoy sigue. Por esos días tenían solo el demo Ébola. Ese lo gasté”.
Su llegada a la banda se da con el cambio de siglo, la partida del primero de los hermanos Barreto dejaba a la banda pesada sin cantante y Maciel estaba en el radar. “En el 2001 se va Marcelo Barreto a vivir a Entre Ríos. Ahí los pibes me miraron y me probaron, yo hacía muy poco había empezado a estudiar canto. Los guturales no los tenía ni a palos. Nomás había hecho alguna cosa para hinchar las bolas en alguna sala de ensayo, nada serio. Debuté en un escenario con Mastifal”. Luego del debut, lo que siguió para Maciel junto a Mastifal fue toda una vida de escenarios, rutas y discos juntos. “Estuvimos desde el 2001 que entré yo, hasta el 2016, cuando hicimos la pausa. Después de hacer Cultura Brutal (2015), nos tomamos unos años. Ahí comenzó Güemes, comenzó Head, hasta que volvimos con Mastifal. Reventamos dos fechas en Uniclub, todo pasó en un pestañeo”.
Mastifal tuvo un tiempo de pausa hasta su regreso a Uniclub en enero de 2022. Analizando este parate de la banda pesada, Maciel explicó los motivos que llevaron a la momentánea separación. “En el momento que nos separamos necesitábamos ese descanso. Nos estábamos sobre exigiendo en todo aspecto. Fueron 16 años de darle a pleno. Hubo dos o tres años que metimos cincuenta shows por año. En todos lados, interior, Buenos Aires. Nos habíamos puesto la vara alta y se fue desgastando. Empezamos a dejar de disfrutar lo que hacíamos sin darnos cuenta. Se había vuelto un laburo”. El cantante explicó que las búsquedas personales si bien fueron una virtud de la banda, también pueden haber sido parte del desgaste. Recordó el regreso del grupo como un mimo positivo, pero también destacó la importancia de que cada uno siga con sus proyectos paralelos. “En marzo del año pasado volvimos. Hicimos 2 Uniclub reventados, tocando clásicos de Mastifal. Hasta ese momento no nos habíamos dado cuenta que tanta gente extrañaba ver a la banda en vivo. Por eso fue la vuelta, fue muy lindo. Ahora seguimos cada uno con su proyecto individual y a la vez mantenemos Mastifal”.
El proyecto Güemes
Luego de la separación de Mastifal, Maciel encaró junto a Alex Martín un nuevo grupo. La esencia era más cruda, menos producida. El cantante comentó la esencia de lo que es Güemes y lo que buscan ahí. “Antes que el nombre surgió el estilo. Rústico. Es el bajista de Mastifal tocando la guitarra, que es algo que me encanta. Alex hoy está tocando la guitarra mucho mejor que cuando arrancamos, pero al principio le daba una cosa bien rústica al sonido de la banda. Veníamos de una banda mucho más elaborada, buscando momentos entre guitarras. Acá era una sola viola al frente, muy pocos solos. El siempre buscó con producción como balancear su falta de técnica”.
Consultado por el nombre, de una enorme carga simbólica en términos patrióticos, Maciel contó su origen y su relación con otro ícono de nuestro metal. “El nombre surge después, de la mano del Pato Larralde. Un gran amigo de Mastifal. En el momento que armamos la banda con Alex estábamos pensando que nombre ponerle. Un día hablando con el Pato nos sugiere Los Infernales, la cuadrilla de Güemes. Y ahí se nos disparó ponerle Güemes de una. Las letras ya venían con un tinte social muy fuerte. Quedó muy contenida la música que hacíamos con el nombre. Remarcando a un héroe de la patria bastante desconocido a pesar de haber hecho tanto por la independencia y por combatir a realistas, ingleses. Para mí es un orgullo tener una banda que se llama Güemes, puramente nacionalista. Ser argentinos, tener el nombre de un gaucho humilde y reivindicarlo”.
Cómo en sus primeros años, Maciel sigue caminando la escena metalera nacional. Tres proyectos a la vez, histórico, renovador y propositivo, su búsqueda musical tiene tres caras distintas. Desde Mastifal a Head, pasando por Güemes, lo que se sostiene es la convicción de seguir en el metal pesado. Sembrando movida para los que vendrán.
(*) Conductor de Resistiendo con Ideas (Lunes a viernes de 20 a 21 horas)
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