Con el objetivo de sostener una reunión cara a cara con el presidente Xi Jinping, su equivalente brasileño se presentará en la potencia asiática entre el 26 y el 31 de marzo.
Algunos temas saltan a la vista: el Dragón es el más importante socio comercial de nuestro vecino y la continuidad de ese factor resulta trascendente para la nueva administración; la ex mandataria Dilma Roussef está candidateada para presidir el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS. Pero hay más.
La Argentina está en proceso de integración a esa coalición multipolar. China ha mostrado especial interés al respecto. Pero todos recuerdan que fue Brasil, bajo el anterior gobierno del Partido de los Trabajadores, el objetor sotto voce del acercamiento.
Luiz Inacio Lula da Silva se ha mostrado favorable al vínculo con nuestro país; sin embargo, al igual que Xi, no sabe quién gobernará el territorio sureño tras los comicios del año en curso. Esos asuntos suramericanos estarán en la conversación.
Otra cuestión es la recomposición del mercado internacional vacuno de Brasil, afectado por un brote de vaca loca. Como China adquiere la mitad de la producción en el rubro, Lula lleva una biblioteca destinada a probar que su país tiene controlado el problema.
En línea, pretende incorporar en el vínculo comercial más productos elaborados en su nación. Hay otras inversiones, sobre todo energéticas, involucradas.
Y también, la intención del hincha del Corinthians es acordar detalles para respaldar la propuesta de paz lanzada poco tiempo atrás por Xi para frenar el conflicto en Ucrania. Pero buscará hacerlo sin quedar absolutamente involucrado en la Iniciativa de Seguridad Global planteada hace un año, donde hay demasiados asuntos espinosos para superar.
La cuestión no es sencilla, debido a que esa Iniciativa es, por razones que hemos explicado en Fuentes Seguras, protectora de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el trascendente diseño económico ofrecido por el país milenario al resto del planeta. Algunos de sus aspectos tienden a desplazar la hegemonía de los Estados Unidos y sus aliados en la materia.
Y Brasil quiere acordar con China sin generar rispideces con la potencia del Norte.
(Si la información vertida por Itamaraty sobre el viaje resultó escueta, nuestros informantes la completaron con ahinco).
Este encuentro va a estar muy interesante.

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