El periodista Sebastián Salgado se encuentra en la República de Lugansk, región del Donbass en disputa independentista con Ucrania. En una profunda charla con Gabriel Fernández, habló de la historia, cultura y lucha de un pueblo que siempre se sintió parte de Rusia.
Gabriel Fernández: ¿En qué zona de Ucrania estas?
Sebastian Salgado: Desde mi perspectiva no estoy en Ucrania, sino que estoy en la República Popular de Lugansk, que es una de las dos repúblicas independientes que conforman la región del Donbass.
En el 2014 cuando se dio aquel movimiento político financiado por Estados Unidos, conocido como “Euromaidán” en Kiev, la gente de esta zona no reconoció al gobierno ucraniano. Hasta ese momento sí eran parte de ese país. En lo que es la frontera sur de lo que antes era Ucrania, culturalmente siempre se han seguido sintiendo parte de la Federación Rusa. Acá se habla ruso. Acá son más rusos que los moscovitas.
GF: En Crimea resolvieron salirse del gobierno de Kiev
SS: Claro. La gente de Crimea lo resolvió más rápido y acá, me da la sensación, de que intentaron hacer algo parecido y no les salió de la misma manera. En Crimea hicieron un referéndum muy rápido. Rusia reconoció ese referéndum en el cual los habitantes de Crimea decían “queremos volver a ser parte de la Federación Rusa” y digo “volvemos” porque esto históricamente fue Rusia. Ucrania tuvo un desprendimiento de lo que fue Rusia durante el gobierno de Nikita Kruschev, el cual lógicamente es algo que se decide en una mesa y no toda la población termina estando de acuerdo.
Crimea hizo esa jugada política que fue muy fuerte a través de la cual volvieron rápidamente a ser parte de la Federación Rusa. Como Crimea es una península y no tenía contacto porque el Donbass todavía era parte de Ucrania, en ese momento, Rusia hizo un puente sobre el mar de como 50 kilómetros para conectar esa península con el resto del territorio.
Tal vez inspirados de lo que pasó en Crimea, Lugansk y Donetsk que conforman el Donbass hicieron lo mismo. Se declararon independientes del gobierno de Kiev, no reconocen el golpe del Euromaidán, que primero puso como presidente al presidente Poroshenko y a este que ya nos resulta más familiar, Zelenski.
Desde acá dijeron “aguantamos como sea pero ya no somos parte de Ucrania”. Ucrania atacó militarmente a lo que fueron sus provincias rebeldes y aquí se formaron una serie de milicias para defender el territorio, pero sin tener un ejército regular. Entonces, estos ocho años desde el 2014 hasta principios del 2022, cuando Putin por primera vez reconoce la independencia de Donetsk y Lugansk se desató el conflicto que hoy estamos viendo desde hace tantos meses, por televisión y diferentes medios.
Eso desató una especie de “guerra civil”. No estoy de acuerdo con el término porque en las guerras civiles se pelea por el control de la capital. La gente de Lugansk no quiere tomar el control de Kiev, ni aspiran a eso. Simplemente quieren una autonomía porque estaban cansados de las imposiciones idiomáticas, políticas y también hay que decirlo, de la represión del gobierno de Kiev sobre la población pro rusa de esta parte. El ejemplo más contundente, y para que los que no lo tengan presente, que lo busquen, es lo que pasó en el puerto de Odesa en el año 2014.
“Simplemente quieren una autonomía porque estaban cansados de las imposiciones idiomáticas, políticas y de la represión del gobierno de Kiev sobre la población pro rusa”
Los habitantes pro Rusia de Odesa tenían un campamento permanente frente a un edificio de los sindicatos históricamente de la etapa soviética. Un edificio antiguo y grande del cual ellos tenían posesión y habían hecho un acampe permanente en el cual se manifestaban en contra del reconocimiento al gobierno de Kiev. Ese acampe duró un par de meses, hasta que un día le tendieron una especie de emboscada. Mandaron una serie de matones de diferentes zonas del país, los acorralaron contra el edificio, mataron a varios y cuando los manifestantes pro Rusia se metieron dentro del edificio para resguardarse, prendieron fuego el edificio.
Ese día murieron 54 personas. Más de 10 eran mujeres. Estos tipos de matones contratados por el gobierno de Kiev estaban armados. Dentro de los pro rusos no había nadie armado. Llegaron con esas indicaciones por parte del gobierno de Kiev. Eso que fue la masacre de Odesa del año 2014 género el punto de inflexión de no retorno. La gente del Donbas dijo “ya no puede haber ningún tipo de diálogo con el gobierno de Kiev porque están dispuestos a matarnos frente a la vista de todo el mundo”. Entonces empezaron a armar milicias populares para defender el territorio. Es una pelea absolutamente asimétrica que generó unos 15.000 muertos civiles entre Donetsk y Lugansk.
“La masacre de Odesa del año 2014 género el punto de inflexión, de no retorno”
GF: Fuerte plan de ajuste desde el gobierno de Zelenski. ¿Qué has vivido estos días? ¿Qué imagen nos querés transmitir?
SS: Hay algunas que son casi indescriptibles. Uno escucha cosas hasta que te toca verlas. Aquí en donde estoy yo, en Lugansk, la capital tiene el mismo nombre, se supone que es un lugar seguro, porque incluso durante los ocho años Kiev nunca llegó a tomar la capital. Aquí el centro está prácticamente intacto. Ahora está semi vacía porque la mayoría se fueron y se convirtieron en refugiados en la Federación Rusa. De alguna manera emprendieron un camino en el cual se jugaron la vida misma.
En estos días, por ejemplo el lunes, en una ciudad cercana que se llama Azovstal pegaron un misilazo, de los famosos misiles HIMARS que los Estados Unidos le proveyó a Ucrania que tienen mucho mayor alcance de lo que tenían antes. Es una ciudad que incluso está más lejos de la frontera ucraniana que la propia Lugansk que estoy ahora. Esto evidencia y es una manera de mostrar “miren, les paso un misil por arriba de su capital y les pego en otra ciudad”.
Un misil pegó un edificio habitacional que está lleno por acá, de la época soviética, esos grandes monoblocks que abundan todavía y te da una sensación del nivel de impunidad que hay en todo esto y también del bloqueo mediático porque de estas cosas nadie está hablando todavía.
Por otro lado, me tocó ver que en la frontera de Lugansk y Ucrania, ya no hay más ciudad. Hay una ciudad más pequeña de 40.000 mil habitantes de los cuales quedan 200 viviendo allí que son gente vieja, que no tiene a dónde irse y se aferran a su resistencia. Son increíbles, hasta charlaban conmigo, hacían bromas sobre lo que han resistido y siguen puteando a Zelenski en ruso.
GF: ¿Cómo te estás comunicando con la gente?
SS: Estudié ruso en los últimos dos años. Puedo decir algunas pocas cosas, pero me muevo siempre con algún traductor de acá que son colegas o compañeros que les pido ayuda cuando voy a hacer las entrevistas.
GF: ¿Cómo encontrás a la gente? ¿Cómo está el estado de ánimo de los pobladores?
SS: Te diría que está alto y bueno en este momento. Ellos hablan de la liberación de Lugansk. Significa que desde hace tres semanas no quedaron militares ucranianos en ningún lugar de la República Popular de Lugansk. Eso sí se consiguió en esta operación militar. Este es un momento como de reencuentro incluso de muchas familias que empiezan a volver de a poquito.
GF: ¿Viviste una experiencia muy singular a poco de llegar? ¿Un reencuentro familiar?
SS: Son experiencias fuertes algunas. Me tocó volver con una mujer que no venía hace 8 años,. Como los cementerios están en los alrededores en bosquecitos, no son cementerios delimitados por paredes como están acostumbrados en Argentina, mucho menos con nichos, estaba desesperada porque tenía el rumor de que la tumba de sus padres habían sido arrasadas por unos tanques ucranianos que habían hecho movimientos, porque en la periferia sí llegaron.
Ella estaba desesperada por ver si la tumba de sus padres estaba ahí y había perdido contacto con su hermano desde hace 6 años. Hablar de que el hermano estuviera con vida era una hipótesis muy lejana.
Después de buscar toda la tarde, ayudados por unos chicos, unos soldados locales que se mueven bien en los montes y rápido, increíblemente esta mujer encontró la tumba de sus padres. Me tocó vivir ese momento de emoción muy fuerte para ella con toda una impronta cultural diferente a lo que nosotros podemos tener en Argentina con el tema de nuestros seres queridos. Porque ahí hay unas ofrendas no solo de flores, sino alimentos y cosas que le gustaban a sus padres poniéndolas sobre las tumbas. Por ahí acercándose un poco más a la cultura mexicana como comparación.
Increíblemente salió en búsqueda de su hermano, yo estaba tomando registro de todo esto porque estoy haciendo un documental. Después de unas indicaciones muy vagas de unos vecinos de dónde había sido el último lugar donde había tenido noticias de su hermano, la mujer lo encontró saliendo de la casa después de 6 años, pensando que había muerto en los combates. Fue tremendo porque la gente de los espacios rurales de acá vive con una rusticidad que nos resultaría difícil entender. Son casitas que la mayoría no veía que tuvieran luz eléctrica, no se si tenían celulares.
Los hombres rusos sienten la obligación de tener que mostrarse siempre fuertes y siempre dispuestos a dar batalla para todo. Este hombre, aunque se lo vio muy contento de ver a su hermana que iba conmigo, es como que están preparados para estas cuestiones de la defensa territorial de la entrega de sus propias vidas en contra del enemigo de turno.
En esta zona del Donbass en la primera guerra mundial entraron los ingleses. Acá se quedaron con dos o tres tanques de la Primera Guerra Mundial que los tienen como trofeo de guerra. En esta zona pelearon contra los nazis con todo lo que tuvieron. Dentro de los veinticinco millones de rusos muertos del ejército rojo que pelearon contra los nazis, muchos de ellos murieron acá. Defendiendo el Donbass. Son pueblos aguerridos que presentaron una resistencia terrible. Ahora en el Siglo XXI resistiendo contra la opresión ucraniana que cada vez vemos más que se acercan a esa impronta fascista que ha sabido tener el nacismo alemán también.
“Son pueblos aguerridos que presentaron una resistencia terrible. Ahora contra la opresión ucraniana que cada vez vemos que se acercan más a esa impronta fascista que ha sabido tener el nacismo alemán”
GF: Tanta propaganda antinazi occidental para terminar desde la OTAN respaldando las bandas nazis…
SS: Lo que pasa es que en este momento sale todo a la luz. Porque cuando vemos y rascamos un poco en la historia, vemos que el bombardeo de Gaza esta semana y el Donbass no tienen orígenes tan diferentes. Ves los lazos entre Zelenski e Israel que son de hermandad entre ellos. Ves que el grupo emblema militar del ejercito ucraniano es el batallón Azov que tiene como simbología nazi. La simbología nazi es la impronta de batalla del ejercito ucraniano.
“El bombardeo de Gaza esta semana y el del Donbass no tienen orígenes tan diferentes. Ves los lazos entre Zelenski e Israel que son de hermandad entre ellos”
Este ejército tiene como aliado al propio Israel. Entonces, cuando vemos que en la formación del sionismo en sí mismo abrevo de muchas maneras con el nazismo alemán y supieron ser grandes socios en su momento, eso que intentaron mantener oculto durante 80 años, de golpe ahora, sale a luz. Esa es una de las cosas que me resultan más interesantes porque ya no tienen cómo ocultarlo.
Putin dice “nuestro trabajo es desnazificar Ucrania”. Es una buena perspectiva de que es lo que se está haciendo, que es una operación militar que genera muchísimo sufrimiento, que hay ocupación de las tropas rusas en territorio ucraniano y eso no lo vamos a negar nunca. Esta imposición de Estados Unidos al poner a Zelenski en el gobierno de Kiev, estaba a punto de tener consecuencias mucho mayores (y las puede tener todavía) a las que estamos viendo en este momento.
GF: Llama la atención la extensión del conflicto. ¿Qué está sucediendo ahí? La percepción es que Rusia está en condiciones de tomar las riendas . ¿Qué es lo que está pasando?
SS: A mí me da la sensación de que Rusia sigue teniendo el mayor cuidado para que la población civil sufra lo menos posible. Rusia no mostró ni el 10 % de lo que tiene para enfrentar a Ucrania. Eso los ha llevado a que algunas zonas de Donetsk todavía estén controladas por el ejército ucraniano y demuestran que ellos mismos están dispuestos a cualquier cosa. Incluso a la muerte de su propia gente para conseguir sus objetivos políticos. Esto en las guerras convencionales no se había visto antes. Por ejemplo, la semana pasada Kiev bombardeó un lugar donde Rusia tenía prisioneros de guerra ucranianos. Ucrania bombardea a sus propios prisioneros de guerra como moneda de cambio. Ellos sabrán para qué. Es difícil pensar cuando en la historia de una guerra pudo haber llegado a pasar algo así. No lo hay. Esta gente tiene otra concepción evidentemente del concepto de patria, humanidad misma, y de lo que puede llegar a ser la victoria o la derrota.
“Rusia no mostró ni el 10 % de lo que tiene para enfrentar a Ucrania”
Después de que hicieron eso, hace unos 15 días o una semana, la Federación Rusa también tomó control de un reactor nuclear que sigue en funcionamiento y que de hecho dejaron que los técnicos civiles ucranianos lo sigan operando, para que no haya riesgos de ningún problema de escape de energía atómica, como sucedió en Chernobyl en otro momento, también en Ucrania.
Esto está rodeado y resguardado por el ejército ruso con operadores ucranianos dentro, civiles que siguen trabajando. Ucrania hace cinco días bombardeó el reactor nuclear. Estamos hablando que pudo haber sido la catástrofe nuclear más grande desde Hiroshima y Nagasaki. Eso en los diarios occidentales no sale directamente. Al contrario, salió Zelenski con un videíto hecho con su teléfono diciendo que “Rusia estaba bombardeando una central nuclear”. Cómo va a ser Rusia la que bombardea, si es Rusia la que la resguarda. Y Ucrania perdió el control sobre eso.
“Ucrania hace cinco días bombardeó el reactor nuclear. Estamos hablando que pudo haber sido la catástrofe nuclear más grande desde Hiroshima y Nagasaki”
Ucrania está dispuesto a una explosión nuclear en su propio territorio porque quien está tomando el control desde Kiev no es un gobierno convencional. Es una de las claves en las cuales tenemos que pensar cuando aparecen outsiders de la política, como Milei en la Argentina. Zelenski es el Milei de Ucrania y no tiene el respaldo de un movimiento político que le diga “Desde acá hasta acá. Nosotros podemos hacer esto, pero no aquello”. Esta gente creada al calor de las pantallas de Netflix y de la televisión, y de los sitcoms humorísticos, en realidad, hay que entender que fueron proyectos desde hace algún tiempo para estas cosas que estamos viviendo ahora.
Intentaron sumarse a la fila de la OTAN. Evidentemente esa fue la línea roja que Putin, que dijo “esto no lo cruzan”, y ahora lo que están intentando es recuperar estas dos provincias que ya las consideran rebeldes y para quienes estamos aquí las consideramos dos repúblicas independientes.
En el caso de Lugansk, tienen un proyecto para hacer un referéndum en septiembre para que los habitantes voten si se quieren sumar o no a la Federación Rusa. Es la pregunta que yo le hago a cada entrevistado que tengo. Ya tuve más de 15. Y el 100% dijeron que sí.
De hecho, hoy cuando fui a una casa que habían bombardeado, mientras la gente sacaba sus pertenencias, con la casa toda quemada, le pregunté a una señora si le gustaría poder votar y volver a ser parte de la Federación Rusa. La señora muy calmada, tiene una impronta increíble el día que le cayó un misil en su casa y la señora me dio una entrevista, me dice “a mí me parece importante que votemos”. Apareció la hija, de nuestra edad y dice a los gritos “acá no hace falta ningún referéndum. Rusia nos tiene que sumar a su territorio porque nosotros estuvimos peleando para eso”. Son posturas.
GF: Como contracara ¿se puede decir, afirmar que el gobierno de Kiev es controlado por el bloque anglosajón o la OTAN? ¿O tiene un grado de autonomía para moverse políticamente en el interior del país?
SS: No le veo ningún tipo de autonomía. Fue puesto ahí para eso. Por eso terminan siendo los gobiernos más peligrosos de todos, porque si ellos tuvieran algún sentido nacional realmente no van a bombardear su propio reactor nuclear. Si tuvieran algún sentido de pertenencia nacional no van a bombardear a sus propios prisioneros de guerra. Evidentemente, este es un gobierno que se está manejando a control remoto. Por eso esa sobre exposición de Zelenski, porque es la nada misma en realidad. Entonces el tipo no tiene nada que perder.
La semana pasada salió en la tapa de la revista Vogue, que es de la alta moda francesa y estadounidense donde aparecen tipo rockstar. Aparece abrazando a su mujer, dándole continuidad a esa imagen teatralizada, si se quiere, primero de lo que fue su campaña y ahora de la presidencia misma.
“El gobierno ucraniano está manejando a control remoto”
GF: En ese marco nos encontramos con un gobierno ruso que parece haber afirmado su popularidad. No se como se percibe más cerca donde estas vos, pero las informaciones que nos llegan es que más del 70% de la población rusa respalda la acción de Vladimir Putin
SS: Ahora se dieron cuenta en el riesgo que estaban realmente. Ese es uno de los puntos importantes. No importa si apoyaban la gestión de Putin antes o no. Cuando la operación militar rusa avanzaba sobre territorio ucraniano, por ejemplo, encontraron 35 laboratorios de armas biológicas. Esos laboratorios preparaban ántrax, ébola, covid, para hacer esparcido a través de dos sistemas de vectores. Uno con aves migratorias, o sea de transporte y otro a través de drones que le estaban comprando a una empresa turca.
“Cuando la operación militar rusa avanzaba sobre territorio ucraniano, encontraron 35 laboratorios de armas biológicas”
Cuando vos tenes eso en tu territorio, es para atacar. Nunca vas a defender tu propio territorio con armas biológicas. Cuando entran y se encuentran con todo eso reconocido por la propia Victoria Nuland, secretaria de Estado de Estados Unidos que en el congreso le empezaron a hacer preguntas y ella les decía a los congresistas “si ustedes me preguntan yo respondo. Pero esto es Secreto de Estado”.
Ella decía “nosotros invertimos 50 mil millones de dólares en todo esto y teníamos ahí unos laboratorios experimentales”. Le ponía los ojos de “huevo duro” para decir que no le pregunten más porque sino tenía que seguir hablando. Esto me mandaron hacer desde este gobierno.
La población rusa está en una situación de extremo peligro. Rusia debería ser el último país interesado en un conflicto bélico porque ya tiene el país más grande del mundo por mucho. La Federación Rusa tiene el territorio más grande del mundo con una población muy baja. Rusia tiene solamente 150 millones de habitantes. Rusia no está dispuesto a perder un solo hombre en pos de algo que realmente no valga la pena.
Rusia tiene unos planes tremendos de promoción de natalidad entre sus parejas más jóvenes en los cuales le dan subsidios, le dan beneficios impositivos, les dan un montón de ventajas para tratar de incentivar a las parejas jóvenes a que tengan hijos. Le dan vacaciones incluso que en Rusia le dicen “las vacaciones del amor” o algo así, como para que tengan más tiempo y que vengan los chicos. Rusia ya tiene todo y lo último que quiere es perder a una parte de su población.
GF: ¿Cómo te sentís? ¿Cómo estás vos? ¿Qué haces diariamente?
SS: Es como que tenemos dos o tres maneras de organizar el día. A veces es un poco caótico porque estoy solo. Hay como en muchas otras zonas de conflicto, yo he trabajado en Siria también, oficinas de prensa del gobierno donde vos vas, por ejemplo, cuando fui hace dos días a una ciudad que se llama Popasna que es una ciudad devastada donde no quedó nada, y me tocó ver una escuela donde estaba prácticamente todo destruido.
Fue un impacto ver la sensación de que los chicos salieron corriendo. Se nota que en el momento que salieron hacía frío. Ahora es verano. Estaban todos los abriguitos colgados en los percheros que hay en las escuelas para que ellos mismos puedan agarrar. Todavía están. Hay un tapado de piel de una maestra caído al costado del escritorio de la maestra y en medio buracos en la paredes de los bombazos que cayeron después en el tiempo subsiguiente.
Es realmente impactante, pero para llegar ahí tenes que ir con un soldado que te vaya abriendo los pasos de los check point, de los retenes militares, porque van verificando que soy un periodista acreditado en Lugansk en este momento. Trabajar con la oficina de prensa del Estado es una opción. Si vos no queres trabajar con ellos, no están pendiente tuyo, pero salís 5 kilómetros de acá y quedas varado en un retén. Esa es la realidad.
Después tenemos la solidaridad de los compañeros internacionalistas. Desde que llegué a Rusia, a San Petersburgo, que yo no vengo representando ninguna organización, ni pertenezco, simplemente vine como un periodista independiente, me estaban esperando en el aeropuerto. Me acompañan, están pendiente de mi, me ayudan a conseguir mis papeles, me ayudan con las traducciones, y me van dejando la posta como para que en las ciudades donde voy estando alguien esté pendiente de mi. Entonces, yo los puedo llamar y puedo decir “me interesa hacer una entrevista de este tema”, y ellos me ayudan a conseguirla.
Después hay gente del gobierno que me tira opciones o ideas que uno estando acá no le daría el tiempo para conocerlas y después vamos trabajando en la logística. El primer día que llegué me recibió el Ministro de Relaciones Exteriores. Es interesantísimo porque a pesar de que es un país que hasta ahora solamente es reconocido por la Federación Rusa, desde febrero de este año que alteró los ánimos, por Corea del Norte, por la República Árabe de Siria y también por Osetia del Sur y Abjasia que son dos repúblicas que están en una situación similar a Lugansk, pero en Georgia. Son dos repúblicas independientes en este ex país de la unión soviética.
Nos han atendido muy bien. Las cosas que nos han tocado vivir son muy fuertes, en Popasna, hace dos días hay restos de cuerpos en diferentes lugares. La dificultad de estar ahí un tiempo extendido, uno se va empezando a sentir mal y de golpe en un surco que unos soldados primero te dan indicaciones porque ahí está lleno de minas y todavía no se ha hecho un trabajo de remoción, porque los combates desde el lado de Ucrania siguen bombardeando.
En una caminada me toco ver un cuerpo desmembrado de un soldado ruso, al cual le cortaron la cabeza, la pusieron en una picota sobre una reja de una casa, que tienen como unos pinchecitos, y también le cortaron las manos y las pusieron sobre esos pinches como para ponerlos al costado de la cabeza y el cuerpo quedó tirado ahí.
Ese cuerpo nos sorprendió en ese andar que yo estaba tomando registro de un video y cuando los soldados se dieron cuenta que yo lo vi me dicen “es un civil”. Los restos de ese cuerpo tenían el mismo uniforme que ellos. Es un soldado ruso que había sido decapitado y expuesto de esa manera por soldados ucranianos o por sus fuerzas mercenarias.
Es interesante que esta gente no respeta ni siquiera los códigos de guerra. Un soldado regular de un ejército no hace esas cosas. A ellos es como que les daba vergüenza, a esos dos soldados, el reconocimiento de que un compañero de ellos había pasado por esa situación y yo estaba tomando registro de eso. Fue un momento muy fuerte hasta un poco tenso. Me hice el que creía que era un civil, pero evidentemente después se dieron cuenta que pensaba diferente.
Cuando fuimos en el auto me dijeron “te vamos a pedir es que no muestres esas imágenes”. Como la cara incluso de ese soldado todavía estaba reconocible, veías las facciones perfectas de esa cabeza ahí. Me dijeron “hay gente de su familia que lo puede estar esperando todavía y lo pueden llegar a ver si eso se viraliza”. Hicimos un pacto de caballeros de que en donde mi documental no voy a mostrar esas imágenes de las cuales sí tengo registros, pero eso no significa que no quiera mostrar esa historia para dimensionar el cinismo de quienes pelean defendiendo al régimen de Kiev.
GF: Va a ser muy difícil unificar esa zona, que no se parta en dos de manera definitiva. ¿Cómo pegó la noticia sobre la provocación norteamericana en Taiwán? ¿Hubo información? ¿Se comentó eso o está muy absorbida la población por el conflicto interno?.
SS: Acá tenes dos grandes canales que es Rusia 1 y Rusia 24 de noticias, vinculadas al Estado y hablan todo el día de geopolítica. Lógicamente hablando el 80% del tiempo lo que está pasando acá, pero de lo de Taiwán también es un tema muy vinculado al contexto actual.
También estuvieron pasando imágenes del bombardeo de Gaza, de los incendios de Cuba y de las explosiones de esos tanques de combustibles. Ves como una sociedad donde la geopolítica es parte de su realidad cotidiana. O por lo menos una parte de esa sociedad. Eso es casi indispensable. Lo que pasa aquí repercute en todo el resto del mundo. Ellos son conscientes de eso, entienden el momento político que viven, saben y asumen el rol que les toca como sociedad.
“La geopolítica es parte de su realidad cotidiana de esta sociedad”
Por eso, acá la gente me llama mucho la atención. En Argentina cae un granizo y la gente se desespera y pone la espalda arriba del auto. Acá les cae una bomba y mantienen la tranquilidad. Esa naturalización no se puede tomar como algo positivo porque en el fondo es una desgracia. Sin embargo, hay una impronta histórica que el resto de occidente no entiende y creo que es una de las claves del por qué Rusia está dispuesto a defenderse con todo lo que tenga. En la historia ellos lo han hecho de esa manera.
A estos que les toca vivir en esta sociedad de ahora saben cuál es su rol, de darle continuidad a ese proceso. Han tenido diferentes modelos económicos, han tenido los zares, las etapas soviéticas, ahora la Federación Rusa, pero saben que más allá del sistema económico ellos tienen un destino de ser un país libre. Están dispuestos a defender lo que tienen, su estilo de vida y si la OTAN le presenta batalla, no van a recular.
“Han tenido los zares, las etapas soviéticas, ahora la Federación Rusa, pero saben que más allá del sistema económico ellos tienen un destino de ser un país libre”
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