Por Erika Eliana Cabezas
La historia comienza con una fuga: la de una mujer vestida de novia que ya no quiere ser la musa de nadie. Tiene el pelo alborotado y el maquillaje corrido, pero no le importa. No le interesa conservar las formas ni ser condescendiente con aquellos que la oprimieron. Solo busca contar su verdad, y así lo hace, con una guitarra y un micrófono en la mano.
En todos los libros hay una mujer que no se casa, de Delfina Oyuela y dirigida por Juan Zorraquin, es una pieza que comenzó a gestarse en 2017, en el marco del taller de montaje de unipersonales dictado por Macarena Trigo. Partió de la investigación de cinco artistas del siglo XX -Leonora Carrington, Lucia Joyce, Isadora Duncan, Virginia Woolf y Camille Claudel- y luego se fue extendiendo.
“El vestido blanco de novia fue el germen de todo, algo de mi historia singular. De donde vengo se espera que todas las mujeres se casen con un vestido de novia, y el vestido de blanco para mi implica toda una imagen de una mujer que no quiero ser”, confiesa la actriz y autora de la obra para Radio Gráfica.
– Más allá del contexto en el cual empezaste a laburar el material, ¿cómo encontraste el disparador?
Fue un laberinto, un ir descubriendo momento a momento. Empecé muy de hoja en blanco.Tenía ganas de crear un material propio, pero no tenía idea. Fue una pulsión de ciertas lecturas que me interesaron, de biografías y autobiografías de mujeres artistas de fines de 1800 y principios de 1900. Fue ir encontrando que en esas mujeres había un mundo estético, una voz de la que yo quería hablar. Con el paso del tiempo fui descubriendo cómo hablar de mi, de mi experiencia, que es un poco lo que me interesa del teatro. Las mujeres me sirvieron mucho de apoyo para crear un mundo más alejado del cotidiano, y después en un momento determinado apareció el vestido. Fue algo que organizó mucho la imagen de lo que me iba apareciendo. Fue muy paso a paso. En determinado momento dije ‘quiero hacer un recital’. Ahí apareció Patti Smith como un referente más contemporáneo y empecé a construir dos épocas y hacer que se atraviesen de alguna forma.
– ¿Cómo fue seleccionar a esas mujeres? ¿En qué te apoyaste?
En un momento me di cuenta que todas las mujeres a las que me había acercado eran europeas, cuando también había leído mucha literatura de otras mujeres. Ahí me apareció Lola Mora, Alfonsina Storni, Pizarnik un poquito más corrida de época. Encontré el asunto del arte y la mujer, desplegándose de maneras muy distintas. Hago una elección muy caprichosa de poner una lupa donde yo elijo ponerla, que es en cierta imposibilidad, donde me siento más identificada. De cada mujer agarré una parte de un carácter. En Camille Claudel aparece el limitante de estar al lado de un gran escultor, que ella fuera por siempre la acompañante de Rodin y terminar en un psiquiátrico. Hay mucho de eso que me generó atracción. Cuántas de estas historias terminan en mucha soledad y aislamiento.
– ¿Y en que sentido te interpelan cada una de ellas?
Llevándolo a algo muy particular, en mi propio mandato. En el lugar de donde vengo, me han mostrado a donde le corresponde ir a la mujer. Todo el tiempo juego con el genio que insiste que va a conseguir un espacio doméstico más grande. Juego con algo de lo que me separé, de esa mujer que se casa y tiene una familia. Muchas de estas mujeres salieron de lugares con mandatos muy rígidos. Leonora Carrington todo el tiempo nombraba esta sensación de haber nacido en un lugar, de sentirse completamente ajena y querer salir en busca de su propia vida, de sus propias reglas. Después, siento que en la obra puse algo de mi melancolía, de mi tristeza. Algo que me aparece constantemente muy en loop como persona. Lo hago desde un lugar sensible y que hasta a veces me da vergüenza, porque quisiera habitar más el poder.
FICHA TÉCNICA
ACTÚA: Delfina Oyuela
DRAMATURGIA: Delfina Oyuela
DIRECCIÓN: Juan Zorraquín
ASISTENCIA DE DIRECCIÓN : Abril Oliva Amaro
ASISTENCIA TÉCNICA: Gabriel Tomas Espeche
ASISTENCIA ARTÍSTICA: Maria Eva Victoria Palottini
ASESORAMIENTO DRAMATÚRGICO: Macarena Trigo / Vinicio Fonseca / Juan Rey
VESTUARIO: Uriel Cistaro
DISEÑO SONORO: Delfina Oyuela y Juan Zorraquín
DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA: Tato Fernández / Juan Zorraquin
REALIZACIÓN: Francisco Busso / Juan Zorraquin
ASISTENCIA DE MOVIMIENTO: Maria Julia Astigueta
FOTOGRAFÍA: Francisco Castro Pizzo
VIDEO: Tobias Oyuela
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Juan Zorraquin
DISEÑO GRÁFICO: Julieta Finochiaro
REDES Y COMUNICACIÓN: Maria Belen Lombari
PRODUCCIÓN: Maria Belen Lombari / SAVIA CULTURAL
Discusión acerca de esta noticia