En el día Nacional del Periodista, se realizará una charla debate en el Senado de la Nación, donde homenajearán a Sebastián Moro, el trabajador de prensa argentino, muerto por causas aún no esclarecidas el 16 de noviembre de 2019 en Bolivia, tras el golpe de Estado contra Evo Morales.
Hace dos años el periodista fue encontrado semiinconsciente en su departamento y tras ser internado en una clínica, se le informó a sus familiares que falleció a causa de un ACV. Sin embargo, cuando su familia y abogado llegaron a Bolivia, encontraron heridas y marcas que no correspondían con el diagnóstico brindado.
Penélope Moro, hermana del comunicador, dialogó con Radio Gráfica sobre el caso: “Se ha hecho mucha fuerza internacional para que se esclarezca y se haga justicia. Pero nada alcanza porque en Bolivia hay una justicia obsoleta, es colonial, se vende y se compra como si fuera un bien de mercado, y carece de perspectiva en derechos humanos”, explicó.
“Hay una causa que se abrió durante la dictadura por sugerencia de la CIDH al gobierno de facto de Bolivia. Pero la intención fue que nunca avance la investigación. Ya pasaron dos años y ha pasado por manos de fiscales que no se han interesado, hemos viajado para declarar en plena pandemia, con muchísimo esfuerzo desde lo personal y colectivo. Hemos logrado incluso con ayuda del gobierno argentino, llegar a Bolivia con todas las pruebas que hemos podido recolectar y esto queda en manos de una fiscalía que nos termina recusando a mi mamá, a mi hermana y a mí”, lamentó Penélope, al tiempo que aclaró que “en Bolivia no se avanzó en ninguna causa que tenga que ver con los crímenes de las humanidad cometidos a partir de noviembre de 2019”.
Por otra parte, relató cómo fue el último contacto que tuvo con su hermano: “Sebastián vivía en La Paz hacía dos años. Hablábamos siempre con él, vivimos lo del golpe codo a codo porque él nos iba contando lo que pasaba hasta que perdimos la comunicación el 9 de noviembre. Supimos que él se tuvo que recluir para trabajar desde la clandestinidad. Ese sábado él iba a cerrar la edición de Prensa Rural, el periódico del cual él era el jefe editor, y cuando está llegando a la sede sindical ve una horda de personas intentando entrar por la fuerza a la sede, justo en ese momento recibe el llamado de su jefe José Aramayo, para que se vuelva a su casa que iban a tener que trabajar de manera clandestina”.
“Todo esto Sebastián no los cuenta en vivo y en directo por whatsapp”, aclaró. “Le pedimos por favor que vuelva a Argentina, teníamos mucho miedo de que estuviera siendo perseguido, luego lo dejamos trabajar porque sabíamos de su rigurosidad y ya en horas de la tarde veo que su jefe está siendo víctima de un linchamiento en frente de la sede, rodeado de gente, una imagen del medioevo, el periodista atado a un árbol, víctima de agresiones”, recordó Penélope.
“La última vez que nos comunicamos nos contó que habían liberado a José y que recién terminaba de enviar la nota a Página 12, que se titulaba ‘Golpe de Estado en marcha en Bolivia’. Ya había dado reportes para muchas radios comunitarias de la región, además. Dijo que iba a salir a caminar, pese a que sabía lo que se venía, nos dijo que la noche estaba tranquila y que necesitaba caminar porque había sido un día de mucho trabajo. Después de eso, nunca más nos pudimos comunicar con él”, continuó. Más tarde, “entró a su domicilio un conocido, la puerta estaba abierta y Sebastián estaba tirado en la cama, golpeado y en un estado de semiinconsciencia en el que estuvo por seis días hasta que falleció”.
Hoy en el Congreso de la Nación se realizará un homenaje a Sebastián y se impulsará una charla debate sobre el compromiso periodístico en escenarios de violación sistemática a los derechos humanos: “La campaña se hizo con gran esfuerzo, saben que comunicar y reclamar justicia por la muerte de un periodista es una tarea complejísima, porque se conjugan muchos poderes en el medio. Acá no está el apoyo ni siquiera de la prensa. Es difícil de explicar lo que nos atraviesa como gremio, pero hemos ido creciendo poco a poco para poner al gobierno al tanto de lo que pasa con la justicia en Bolivia. Desde el poder ejecutivo hemos tenido señas y ayuda, la secretaria de DDHH nos ha tomado declaración para resguardar esa declaración acá, cuando en Bolivia ni siquiera fuimos citadas, se han enviado exhortos pidiendo explicaciones, y nos faltaba la pata del poder legislativo así que es muy simbólico, es la oportunidad de demostrar el interés y la fuerza”, concluyó Penélope.
- Entrevista realizada en Punto de Partida por Lucas Molinari y Leila Bitar
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