Por Carlos Aira (*)
La barra está feliz de la vida. La Selección Argentina derrotó 3 a 0 a los tanos con un pesto que te la voglio dire. La actuación de Messi y su banda ilusiona a la hinchada. Atenti, amigos del tablón: después de Japón 2002, lo mejor es tener pies de plomo, caminar tranquilos por la vereda de la sombra y dejar que sean otros los que tengan la responsabilidad de la vuelta olímpica. Siempre nos fue bien cuando llegamos a los mundiales en puntas de pie. Pero más allá de la panzada de fútbol en Wembley, sucedieron otras cosas para prestar atención:
APREVIDE: Lo venimos señalando en Abrí la Cancha: desde que el público volvió a los estadios, el APREVIDE (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte) es un organismo fantasmal. De una incapacidad supina. El jueves pasado renunció – un eufemismo similar a los entrenadores que son despedidos, pero piadosamente renuncian – Gustavo Gómez, titular del organismo desde octubre de 2020. La gota que rebasó el vaso fue el paso de vodevil del no-partido Los Andes-Tigre por Copa Argentina.
El partido, pautado para el miércoles 1 de junio en Lanús, con público de ambas parcialidades, fue suspendido 24 horas de su iniciación por el propio municipio de Lanús. La razón esgrimida por el Jefe de gabinete y ministro de seguridad Diego Kravetz suena inconsistente: “es un partido de alto riesgo que perturba la tranquilidad de nuestros vecinos“, apuntando a la rivalidad Lanús-Los Andes. La jugada del municipio gobernado por Juntos por el Cambio puso en un brete a la provincia. Ambos clubes habían vendido miles de entradas. La falta de fechas en este 2022, obligaba a disputar el partido lo más pronto posible. Presionado, Gómez reprogramó el partido para el día siguiente, sin público, en Deportivo Morón. Ahí se armó la de San Quintín. El intendente Juan Manuel Insaurralde pidió explicaciones al gobernador, quién delegó el problema en Sergio Berni. Finalmente, Los Andes no se presentó al encuentro, generando un precedente inédito en la competencia.
En verdad, el vaso estaba lleno desde hace tiempo. El 25 de mayo pasado, en el estadio Ciudad de Caseros, en el marco del partido de Copa Argentina entre Gimnasia y Liniers, el público platense padeció un horror de apretujamiento y desidia. 10.000 espectadores en una tribuna con una minúscula puerta de acceso. Un escenario improcedente para un partido qué, hasta último momento, no se supo si se desarrollaría con público o sin la presencia de espectadores. El APREVIDE de Gómez tropezó con la misma piedra dos veces seguidas.
En este 2022, la seguridad deportiva en provincia de Buenos Aires, jurisprudencia del APREVIDE, se convirtió en un gran problema. En el regreso del público a las canchas, los operativos policiales fueron erráticos. En enero pasado, un hincha de Independiente fue asesinado en la Autopista Buenos Aires-La Plata en un enfrentamiento con vecinos de Villa Domínico, quienes realizaban un corte reclamando el suministro de energía eléctrica. El operativo policial, obviamente falló. El 2 de marzo pasado, en un partido en cancha de Quilmes, entre Banfield y Dock Sud por Copa Argentina, los micros que llevaban a los hinchas verdiblancos fueron obligados a transitar una zona donde se reúne la barra quilmeña. Como era de esperar, se produjo un serio incidente. La decisión posterior del APREVIDE fue desmedida: suspender los partidos de Copa Argentina en territorio bonaerense.
Levantada la suspensión, los escándalos en Caseros y Lanús eyectaron a Gómez. ¿Quien decidirá su sucesor? El gobernador Kiciloff o su ministro Sergio Berni? En diciembre de 2019, con el cambio de mapa nacional y provincial, Juan Manuel Lugones, ladero de María Eugenia Vidal, mantuvo su cargo al frente del APREVIDE hasta su renuncia, en octubre de 2020. Sergio Berni eligió a Gómez, licenciado proveniente de la Universidad de Quilmes y ex director de seguridad preventiva de la Policía Aeroportuaria. El tiempo desgastó la relación y fue el propio ministro quién le mostró tarjeta roja a Gómez.
Se barajan muchos nombres. La seguridad deportiva no es un tema menor. Sería importante que en la mesa de decisiones se siente un actor principal: la Asociación del Fútbol Argentino.
DELFINA PIGNATIELLO: Pasamos de la rosca del fútbol al mundo de la natación. Delfina Pignatiello apareció con fuerza en aquellos Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 que sellaron la alianza entre Horacio Rodríguez Larreta y el Comité Olímpico.
Delfina tomó protagonismo en aquellos juegos obteniendo las medallas de Plata en 400 y 800 metros libres. Pero la centennial de 18 años (19/4/2000) no sólo escondía un gran talento deportivo. Había algo muy difícil de encontrar: ángel y carisma. Su emoción recordando a su abuela, recientemente fallecida, generaba inmediata empatía. Una estrella en ciernes que tuvo en los Panamericanos de Lima 2019 su actuación estelar: medalla de oro en 400, 800 y 1500 metros, conviertiéndose en la primera nadadora argentina en ganar tres preseas doradas en un Panamericano.
Desde ese momento, su imagen pública fue tan enorme como la exposición que deseó tener. Con más de 700 mil seguidores, la atleta se había convertido en una reconocida instagrammer. Su profusa actividad en las redes la convirtió en una fugaz estrella de un mundo tan intenso como complejo. Sus comentarios no se redujeron a mostrar su carrera deportiva, por lo tanto aparecieron los haters (odiadores). Pero hubo un quiebre. El 4 de junio de 2020, en el momento más duro del confinamiento obligatorio, Delfina Pignatiello puso en duda su participación en los Juegos Olímpicos y exigió al presidente Alberto Fernández la posibilidad de entrenar. Días más tarde, un anuncio del ministerio de Turismo y Deporte habilitó un esquema de permiso y entrenamiento para los atletas clasificados a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.
El ultimátum, junto a su continua exposición en redes, potenció un clima complejo. Finalmente, llegaron los Juegos Olímpicos. El rendimiento de la nadadora fue muy por debajo de lo esperado. Una vez que regresó al país, Pignatiello tomó la decisión de alejarse de las redes sociales. Denunció Bullying y cyberacoso. “La gente es muy cruel, y por más que ignore quiero cuidar mi salud mental por sobre todas las cosas”.
El viernes pasado, Delfina Pignatiello, 22 años, anunció su retiro de la natación. Muchos medios, que potenciaron su exposición mediática con cientos de textuales de la atleta, hoy hablan de salud mental y de una decisión que interpela a la sociedad. En verdad, el deporte profesional de alto rendimiento impone exposición propia del espectáculo global y un trabajo psicológico que permita sobrellevar todos los contratiempos. Por ende, cualquier sobre exposición mediática no será buena compañera.
El Caso Pignatiello expone la falta de maestros y conductores. También, cierta desidia dirigencial (teléfono ENARD). El resto, todas decisiones.
GABRIELA SABATINI: Dejamos la pileta y nos vamos a París. En la Ciudad Luz se está disputando el Abierto de Roland Garros. Como siempre, destacar la actuación de Diego Schwartzman, quién cayó ante Nole Djokovic (6-1 / 6-3 y 6-3) en la Cuarta fase del torneo. Pero la gran sorpresa, casi un batacazo histórico, estuvo en la muñeca derecha de Sebastian Báez. El pibe de San Martín tuvo un match point ante Alexander Zverev, número 3 del mundo. Finalmente, el ruso nacionalizado alemán venció en cinco sets ( 2/6 – 4/6 – 6/1 -6/2 y 7/5). Una lástima, será la próxima, Fernando.
Pero la gran estrella fue Gabriela Sabatini. A los 52 años, Gaby volvió a los courts. Junto a Gisela Dulko participó del Torneo de Leyendas femenino. Cayeron en la final ante las italianas Flavia Penneta y Francesca Schiavone, pero a nadie le interesó la derrota: la mejor tenista argentina de la era abierta fue una atracción en si misma. Un mágico túnel del tiempo. Fue un placer volver a ver ese revés a una mano con un slice que hoy es anacrónico. Dueña de un tenis casi sin golpes planos y una muñeca llena de talento. Pero no sólo mostró su tenis intacto: se la vio radiante, espléndida y feliz.
Sabatini, radicada en Suiza desde hace largos años, hoy disfruta un reconocimiento que en sus tiempos estuvo en disputa. Desde sus comienzos, Gabriela fue un fenómeno deportivo. Un inmenso talento natural. El mejor momento de su carrera estuvo entre 1987 y 1991. La época dorada del ténis femenino. Junto a Gabriela, jugadoras de la talla de Chris Evert, Martina Navratílova. Luego llegarían Steffi Graf, Mónica Seles y Arantxa Sánchez Vicario. En su carrera obtuvo dos veces el US Open (1988-1990) y la medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Seul 1988.
Pero había una piedra en su zapato. Bernardo Neustadt estaba en su apogeo de influencia. Amante del tenis, tomó a Gabriela como ejemplo de la pereza argentina. Tiempos en los cuales menospreciar al ser nacional era una necesidad imprescindible para llevar adelante el proceso privatizador. Desde la pantalla de Tiempo Nuevo, Neustadt le decía a Doña Rosa que Sabatini era talentosa pero, como era argentina, no quería trabajar. Por eso no era 1 del Ranking ATP. Que si ella hubiera nacido en Japón sería la mejor del mundo. Así, todas las semanas.
Gabriela fue una deportista excepcional. El pueblo siempre la quiso y hoy, 25 años después de su retiro, lo reconoce con un dato llamativo: la final del Torneo de Leyendas tuvo 4 puntos de rating por cable. Una grande de nuestro deporte que se reencontró con su gente. Una profunda alegría.
EL QUE TIENE GUITA… Hace lo que quiere, dice el refrán. El Club Agropecuario Argentino, de Carlos Casares, fue fundado el 23 de agosto de 2011 por el empresario Bernardo Grobocopatel. Camiseta verde y roja, como el viejo Liberal Argentino en tiempos de Héroes de Tiento. Verde por la soja, rojo en honor a la nacionalidad austríaca de Ofelia Rosenzuaig, abuela del fundador, homenajeada también con el nombre del estadio del club. Desde 2017, y en una meteórica trayectoria, el equipo se encuentra instalado en la competitiva Primera Nacional.
El miércoles 8 de junio, Agropecuario tendrá una cita con la historia. En el estadio 23 de Agosto de Jujuy, por Copa Argentina, enfrentará a un grande de nuestro fútbol: Racing Club. Para sorpresa de propios y extraños, la camiseta de Agropecuario tendrá una leyenda increíble: “Gracias papá por hacerme de Racing“. Sí, la Academia tendrá un rival con una inscripción inaceptable en cualquier otro equipo de fútbol profesional. Salvo, en el Agropecuario de Bernardo Grobocopatel, que queda muy claro su fanatismo por el club de Avellaneda y que puede realizar lo que desee en su club.
Los Grobocopatel son los mayores productores de soja de la región. Cuentan en los mentideros del fútbol que las discrepancias políticas entre los primos Bernardo y Gustavo son apreciables. Más allá de este dato de color, el gustazo que se dará el Grobocopatel de Agropecuario es para pocos. Cuando estén frente a frente Agropecuario y Racing, Quien querrá que gane el sentimental Bernardo? El que tiene guita hace lo que quiere...
LA YAPA: YPF. La del estribo, como dice Nehuén Ríos en el cierre de Abrí la Cancha. El jueves 3 de junio pasado cumplió un siglo YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales). Es bueno recordar como las grandes empresas estatales también apoyaron al deporte. Altos Hornos Zapla, en Palpalá, Jujuy. Fundado en el Centro Siderúrgico Zapla. Los Merengues. Participaron de varios campeonatos Nacionales de Primera División. Muy recordada su actuación en 1974, dirigido por el Piojo José Yudica. El recuerdo también evoca al Club SOMISA de San Nicolás. El Estadio Municipal de Comodoro Rivadavia fue construido por YPF. En tiempos de Huracán de Comodoro en los Nacionales de Primera, el nombre era Estadio YPF. En Río Gallegos, se encontraba el estadio Yacimientos Carboníferos Fiscales. Allí Bancruz recibió a Nueva Chicago, año 1990, en lo que fue la única presentación de un equipo santacruceño en el fútbol AFA. Grandes empresas estatales que también apostaron al deporte en el marco de una comunidad organizada.
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha.
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