Por Carlos Aira (*)
Argentina goleó 3 a 0 a Italia para quedarse con la Copa Artemio Franchi, mostrarle al mundo un equipo afiatado y renovar todas las esperanzas de una gran Copa del Mundo en Qatar. Pero también rompió un maleficio que duró 71 años: nunca había podido vencer en Wembley, la Catedral del fútbol, un escenario que le había sido esquivo. Donde se tejieron mitos y leyendas. Una de las medallas que le faltaba al equipo nacional.
1951: LA PRIMERA VISITA
A comienzos de 1951, el General Juan Domingo Perón se enteró que Inglaterra estaba invicto en su mítico estadio londinense. En ese momento, la cancillería argentina comenzó a trabajar el partido. Hueso duro de roer: el fútbol británico se había ensimismado. El fracaso en la Copa del Mundo de 1950 retrajo aun más a un fútbol poco habituado a abrir sus puertas. La Selección Argentina no viajaba hacia Europa desde la Copa del Mundo de 1934. Finalmente, la Federación Inglesa aceptó la propuesta argentina. Sería la primera vez que Inglaterra recibiría a un seleccionado no-británico en Wembley.
A pesar del duro destierro de cracks que significó la huelga de 1948/49 (Adolfo Pedernera, Alfredo Di Stéfano, Pipo Rossi y Ángel Perucca, entre otras estrellas), nuestro fútbol vivía una época dorada. El entrenador Guillermo Stábile armó un equipo digno de nuestras mejores expresiones: Miguel Ángel Rugilo; Juan Colman y Juan Filgueiras; Norberto Yácono, Ubaldo Faina y Natalio Pescia; Mario Boyé, Tucho Méndez, Rubén Bravo, Ángel Labruna y Félix Loustau.
Miércoles 9 de mayo de 1951. Tarde brumosa sobre Londres. Entradas agotadas. 60.000 espectadores. 18 minutos de juego. Contragolpe argentino: Labruna pasa a Alf Ramsey y coloca un centro a la cabeza de Mario Boyé. ¡Gol argentino en Wembley! Los ingleses buscaron el empate pero se encontraron con un muro llamado Miguel Ángel Rugilo. El equipo de Vélez Sársfield fue la figura colosal del encuentro. Finalmente, el los últimos minutos de juego – y con un gol en claro off-side, Inglaterra dio vuelta el partido y caimos 2 a 1.
En 1990, para la película Fútbol Argentino, el Atómico Mario Boyé dejó su testimonio sobre aquella tarde en Wembley: “El General Perón se enteró que los ingleses tenían el estadio de Wembley invicto. Llamó a Ramón Cereijo y le dijo ´Organizá un equipo que vamos a ir a Wembley a sacarle el invicto a esos carne de gallina`. Se armó un equipo medianamente bueno, pero con muchos petisos. A los 18 minutos convierto el gol. Ahí comenzó el dominio de los ingleses. Era un día nublado. La transmisión radial estuvo a cargo de Luis Elías Sojit, que decía: ¡Es un día peronista! (un día soleado). Nos fuimos defendiendo hasta que nos empataron. De un córner, nos hicieron un gol en off-side. Lo corrimos al árbitro inglés pero no hubo nada que hacer”.
COPA DEL MUNDO 1966
La segunda visita argentina a Wembley es la más recordada. Un escándalo histórico. Copa del Mundo Inglaterra 1966. Los locales nos recibieron en el marco de la segunda fase. Sábado 23 de julio. Un sol veraniego dio marco a un partido inolvidable. Era la Argentina de Juan Carlos Lorenzo. El Toto ideó un cerrojo defensivo para complicar el juego británico: Antonio Roma; Roberto Ferreiro, Roberto Perfumo, José Rafael Albrecht y Silvio Marzolini; Jorge Solari y Ubaldo Rattín; Alberto González, Ermindo Onega, Luis Artime y Oscar Más.
El plan funcionó a la perfección hasta el minuto 36 de la primera etapa. Ubaldo Rattín, con la camiseta número 10, capitán argentino, protestó un fallo del árbitro alemán occidental Rudolf Kleitten. El juez expulsó al Rata. Incredulidad. El jugador se quedó durante largos minutos dentro del campo de juego. Pidió un intérprete que nunca llegó. Argentina terminó cayendo 1 a 0, con un gol convertido a falta de pocos minutos para la finalización del tiempo reglamentario.
Rattín también dejó su testimonio en Fútbol Argentino: “Luego de estar 10 minutos sentado en la alfombra, que me pareció el lugar ideal para seguir presenciando el partido, me dirijo hacia el vestario ya que Wembley no tiene túnel. Cuando paso cerca del banderín de córner, retuerzo la bandera inglesa. Ahí comienzan a tirarme latas de cerveza. A partir de mi expulsión, FIFA instauró la tarjeta amarilla y roja”.
AMISTOSO EN 1974
Tal vez sea la menos recordada de todas las presentaciones argentinas en Wembley. En mayo de 1974, a un mes del comienzo de la Copa del Mundo Alemania Federal 1974, la Selección pautó tres amistosos en Europa: Francia, Inglaterra y Holanda. El 18 de mayo, con gol de Mario Kempes, Argentina venció a los galos en el Parque de los Príncipes. Cuatro días mas tarde, el equipo nacional se presentó en Wembley.
Un curioso triunvirato comandado por Vladislao Cap dirigía al equipo. Salieron al campo de juego Daniel Carnevali; Rubén Glaría, Roberto Perfumo, Ángel Bargas y Pancho Sá; Miguel Brindisi, Roberto Telch y Carlos Squeo; Agustín Balbuena, Rubén Ayala y Mario Kempes.
A los pocos minutos de la segunda etapa ganaba Inglaterra 2 a 0. Descontó Mario Alberto Kempes. En el último minuto, penal al Matador de Bell Ville que sancionó el árbitro argentino Arturo Andrés Ithurralde. Desde los doce pasos, Kempes venció a Peter Shilton y convirtió la igualdad final.
1980: LA FALLIDA OBRA MAESTRA DE DIEGO
Mayo de 1980. Argentina se volvió a presentar en Wembley. Era el comienzo de una extensa gira europea. El equipo dirigido por César Luis Menotti tenía la inmensa chapa de ser campeón del mundo. Pero no sólo eso, también tenía la presencia del pibe que todo Europa quería ver de cerca. Era Diego Armando Maradona.
Una multitud, 90.000 espectadores, le dieron marco a un partido fantástico. El Flaco de Fisherton alineó a Ubaldo Fillol; Jorge Olguín, José Van Tuyne, Daniel Passarella y Alberto Tarantini; Juan Barbas, Américo Rubén Gallego y Diego Maradona; Santiago Santamaría, Leopoldo Luque y Daniel Valencia.
No fue un partido grato para Argentina, que fue superada 3 a 1 por Inglaterra. Pero una jugada pudo haber cambiado el rumbo del encuentro. Con el partido 0 a 0, Diego Maradona inició una corrida similar a la inmortal realizada seis años más tarde en el Estadio Azteca. La diferencia: definió ante la salida del arquero. El zurdazo se fue junto al palo derecho de Shilton. Años más tarde, Diego recordó: “Recibí de espaldas. Giro y eludí a Clements. Después me saqué tres más de encima. La vi tan fácil que definí cuando salió Shilton. Era el gol de mi vida. A los ingleses en Wembley. En México ya tenía aprendida la lección: tenia que entrar con pelota y todo“.
1991: DOS CABEZAZOS PARA ENTRAR EN LA HISTORIA
No fue una victoria, pero se celebró como si lo hubiera sido. El recuerdo de Malvinas estaba fresco. Muy fresco. Más aún, México 86. Luego de 11 años, y en el marco de la recomposición de relaciones entre el Reino Unido y Argentina, la Selección se presentó en Wembley.
En el marco de la Copa Stanley Rous, Argentina había superado 1 a 0 a Unión Soviética en Manchester. Esperaba Inglaterra en una fecha muy especial: sábado 25 de mayo de 1991. Era una nueva etapa luego de la final de Italia 90. Luego de siete intensos años ya no estaba Carlos Bilardo. Alfio Basile había iniciado un ciclo casi de cero. Un incipiente invicto de seis partidos, junto a una gran ilusión del público, auguraba un buen encuentro. Argentino formó con Sergio Goycochea; Fabián Basualdo, Sergio Vázquez, Oscar Ruggeri y Carlos Enrique; Darío Franco, Fernando Gamboa y Diego Simeone; Claudio García, Germán Martelotto y Ariel Boldrini.
Inglaterra, semifinalista en la Copa del Mundo Italia 90, se puso 2 a 0 en ventaja con cabezazos de Gary Lineker y David Platt. El equipo nacional mostró un coraje enorme. Claudio García fue un estandarte. Descontó el Turco, con un cabezazo al primer palo. Minutos más tarde, Dario Franco, con otro cabezazo, igualó el partido. Ambos goles, de cabeza a la salida de córners. Una receta inglesa para los goles argentinos. Empate 2 a 2.
2000: UN AMISTOSO NADA AMISTOSO
La sexta presentación argentina en Wembley, la última antes del gran triunfo ante Italia por la Artemio Franchi, fue el 23 de febrero de 2000. Noche fría en Londres. Este servidor estuvo presente y aun recuerda el clima enrarecido alrededor del amistoso. Porque luego de Malvinas nada fue igual. Dos años atrás, en la Copa del Mundo Francia 98, Argentina eliminó a Inglaterra en un partido intenso, donde pasó de todo.
Marcelo Bielsa era el entrenador de Argentina, que aquella noche formó con Pablo Caballero; José Chamot, Roberto Ayala y Roberto Sensini; Javier Zanetti, Diego Simeone y Rodolfo Arruabarrena; Juan Sebastián Verón; Ariel Ortega y Gabriel Batistuta. Los ingleses querían ganarnos. Como de lugar. El himno argentino fue silbado. Saltaron chispas dentro del campo de juego. Más de 80 infracciones en 90 minutos de juego. Un 0 a 0 que calificó un Amistoso para nada amistoso.
Finalmente, la séptima fue la vencida. El 1 de junio de 2022 llegó la primera victoria argentina en Wembley. Fue ante Italia, campeón de Europa. Ya llegará el momento de ganarle a los ingleses en su propia casa.
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha.
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