Por Carlos Aira *
El sábado 26 de julio de 1952, María Eva Duarte de Perón pasó la inmortalidad. Su vida, breve e intensa, atravesó y atravesará la vida de los argentinos. La Fundación Eva Perón dinamizó cientos de políticas. Muchas de ellas ligadas al deporte. La más importante y trascendental fueron los Juegos Juveniles e Infantiles Evita.
Osvaldo Jara es autor de dos libros impresindibles: Peronismo y Deporte I y II. Profundo conocedor de las políticas peronistas del deporte, el periodista y escritor explicó en Abrí la Cancha el génesis de los Juegos Juveniles Evita:
“Todo surgió en la Fundación Eva Perón, que recordemos nació sobre las ruinas de la vetusta y elitista Sociedad de Beneficiencia. La Fundación nació en junio de 1948 y tenía una importante labor educativa, turismo, protección a la niñez y la vejez. La Fundación Eva Perón realizó cientos de obras, incluídos clubes. Esa explosión de clubes motivó al periodista y relator Lalo Pelliciari a llevarle un proyecto a Evita: la organización de un campeonato nacional de fútbol para chicos. En la idea inicial también estuvo presente Emilio Rubio, jefe de Deportes del diario Noticias Gráficas. Evita se entusiasmó y armó una comisión donde estuvieron presentes el periodista Américo Barrios, el ex árbitro Bartolomé Macías; César Paillot, presidente de Racing Club, y también Ramón Cereijo, ministro de Hacienda y hombre muy ligado a Racing”.
Los primeros juegos comenzaron a disputarse en octubre de 1948 y finalizaron en enero de 1949. En aquella primera edición tan sólo fue un campeonato de fútbol llamado “Campeonato Infantil de Fútbol Doña María Eva Duarte de Perón” del cual participaron chicos entre 11 y 14 años circunscriptos entre Capital Federal y Gran Buenos Aires. Luego se fue ampliando geográficamente e incorporando otros deportes. Los juegos comenzaron a realizarse en cada provincia a partir de octubre y la rueda final, siempre en Buenos Aires, en el verano siguiente”.
Otro detalle que señaló Osvaldo Jara fue la marcha de los Juegos: “La misma fue compuesta en 1950 con música y letra de Rodolfo Ciamarella y Carlos Petit. Una letra es una definición de la cultura peronista del deporte. Un leiv Motiv de la idea que se transmitía. El espíritu en la formación de un sujeto con respeto y convicciones. Marcar a los pibes con una visión política sobre vivir en una comunidad”.
“La clave de los Juegos fue, justamente, su organización en una organización libre del pueblo. Esa es la cuestión central. Existe una gran falencia en el mundo de las ideas y es que no existe una definición de política deportiva.
“Los pibes llegaban a los Juegos Evita desde diferentes instancias. Por lo general se armaban equipos en los barrios y un delegado lo inscribía en la Fundación. Muchos de estos equipos terminaron siendo clubes. El famoso concepto de equipos-clubes. El ejemplo más claro es el Club Sacachispas, un club forjado por los Juegos Evita. En otros casos fueron equipos de las escuelas. Pero sobre todo, los Juegos fueron la organización en contraposición al potrero, un lugar de indefensión y organización contra la comunidad organizada. Perón lo dijo claramente: el potrero es una escuela de delincuencia. A los chicos había que organizarlos en los clubes. Si repensamos el sentido de los clubes, que son escuela de democracia y ejercicio político, los pibes se formaban como hombres y mujeres organizados para la sociedad en el marco de una organización libre del pueblo. No voy a discutir al potrero desde lo simbólico, pero desde la cultura deportiva del deporte, el potrero es el lugar donde están los pibes por fuera de la organización de los clubes desde lo social, cultural y deportivo”.
“Los Juegos Evita tomaron carácter federal. A los chicos provincianos se les organizaban excursiones. Se los llevaba al Congreso, al cine y los teatros. Pero los Juegos Evita fueron mucho más que un evento deportivo sino un hecho cultural transformador. Quien también se interesó en el proyecto y tendrá un rol destacado fue Ramón Carrillo, ministro de Salud. La dimensión sanitaria de los Juegos Evita fueron notables. Carrillo entroncó una política de medicina preventiva única. Por ejemplo, los pibes tenían tres comidas en el almuerzo y existía un especial hincapié en las reglas de higiene. A pesar del gorilismo del anti peronismo, los Juegos perduraron en la memoria y el corazón del pueblo argentino. Los juegos demostraron que el pueblo tomaba un protagonismo con los Juegos”, señaló Jara en Abrí la Cancha.
Osvado Jara reiteró la importancia de una política que no era organizada por el Estado sino por una organización libre del pueblo: “Entre los años 1952 y 1953 hubo muchos proyectos para entregar subsidios a la Fundación Eva Perón para mejorar la infraestructura de los Juegos Evita. ¿Quien se opuso? El radicalismo. Los diputados radicales aducían que los campeonatos debían ser organizados por el Ministerio de Educación y no por la Fundación. Ellos sabían que la resistencia popular a la reacción eran los nucleamientos comunitarios”.
Es vital reinvindicar que toda política deportiva debe ir de la mano de las Organizaciones Libres del Pueblo.
“La clave de los Juegos fue su planificación dentro de una organización libre del pueblo. Esa es la cuestión central. Existe una gran falencia en el mundo de las ideas y es que no existe una definición de política deportiva. Desde el peronismo, el Estado no es nada sin la participación de las organizaciones libres del pueblo. Las políticas públicas relacionadas al deporte deben tener la organización de estas organizaciones, y el mejor ejemplo, fueron estos Juegos Evita. Por eso es vital reinvindicar que toda política deportiva debe ir de la mano de las Organizaciones Libres del Pueblo”.
“Hoy, en materia deportiva, tenemos la comunidad, la organización y las leyes deportivas. Nos falta la voluntad política. Tal vez, porque muchos dirigentes no tienen en claro las políticas peronistas del deporte”.
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha.
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