Algunas organizaciones, como la Corriente Nacional Martín Fierro, defienden el proyecto de una Empresa Estatal de Alimentos, porque consideran que de ésta manera se lograría avanzar con una “mayor intervención estatal en la producción y comercialización de alimentos teniendo en cuenta la concentración económica del sector y la dificultad de regularlo con los mecanismos utilizados hasta ahora”, creen además que “para apoyar a pequeños productores -al igual que a pymes y cooperativas- el Estado Nacional debería producir en tierras fiscales improductivas incentivando la generación de cooperativas para las y los titulares del programa potenciar trabajo que depende del ministerio de desarrollo social de la nación”.
El gobierno nacional, por su parte, busca dar algún tipo de respuesta para contener una inflación en alza que hasta el momento no han podido controlar a pesar de las medidas implementadas desde la Secretaría de Comercio Interior. “Estamos viendo una falta de instrumentos regulatorios. Hay que reconstruir instrumentos estatales que permitan establecer regulaciones frente a lo que es el libre mercado en la asignación de recursos de alimentos. Necesitamos en trigo, maíz, carne y leche un desvínculo con los precios internacionales”, declaró el titular de la cartera, Roberto Feletti.
En la misma línea se expresó la vocera presidencial Gabriela Cerruti: “La inflación es un daño para la mesa de los argentinos y el Gobierno evalúa una solución, no porque le interese políticamente, sino porque es su deber modificar la vida de la gente”. Consultada puntualmente por la empresa estatal de alimentos, señaló: “Estamos hablando de lo que hoy salió publicado en algunos diarios, la posibilidad de ayudar a los productores pequeños y medianos a ser de esto un tema más masivo para que lleguen esas verduras y hortalizas de manera más barata”.
Radio Gráfica habló con Enrique Martínez, miembro del Instituto para la Producción Popular, respecto de sus expectativas en torno a la creación de una Empresa Estatal de Alimentos. “Hay una necesidad de dar respuestas y se tira sobre la mesa una idea que no tiene ningún fundamento, ni técnico, ni político, ni social”, sostuvo. “No hay un solo país del mundo que lo haga ni lo intente hacer”, agregó.
“Distribuir y comercializar alimentos a través de un ente centralizado es sumamente complicado como lo demuestra el hecho de al menos querer administrar el Mercado Central de Buenos Aires con productos frescos, donde no se le está encontrando el agujero al mate. Se intenta tapar el sol con las manos, ignorando que la única solución es ir a la punta de la cadena”, explicó, al tiempo que señaló que “hay que identificar quienes son los que producen los bienes y ver luego como se encadena esa producción a través de distintos pasos, ver dónde hay especulación financiera o intermediarios comerciales ineficientes. Si no se analiza cadena por cadena para ver quien se está apropiando del valor que otro genera, no tenemos solución”.
El ex presidente del INTI sostuvo además que actualmente “el más grande comprador de alimentos es el Estado, y hace más de dos años que el gobierno popular está en condiciones de regular ese espacio –incluso quienes proponen la empresa estatal de alimentos, tienen injerencia en él- para evitar que esos productos sean suministrados por los oligopolios y pasen a ser suministrados por pequeñas empresas populares”.
Por último, señaló que “los pliegos de licitación para comprar la comida que consume el presidente en Olivos siguen diciendo que la leche tiene que ser Serenísima y el aceite Natura, entonces si no modificamos el pliego de licitación de la residencia de Olivos, ¿Cómo pensamos hacer una empresa estatal de alimentos y modificar la forma en que se controlan los precios en la Argentina?”.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari en Punto de Partida
- Redacción: Leila Bitar
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