El militante popular y ex preso político, Fernando Esteche, dialogó con Lucas Molinari y Leila Bitar en Radio Gráfica al cumplirse 7 años del fallecimiento del fiscal Alberto Nisman. “Hay que llamar las cosas por su nombre y ponerlo en el lugar que corresponde que es uno de los productores de encubrimiento del atentado”.
Lucas Molinari: ¿Qué reflexión podés dejarnos de por qué Nisman hoy no está, como otros años sí, en la tapa de los diarios?
Fernando Esteche: Uno puede decir que no está en las tapas de los diarios, pero es tendencia en las redes sociales. Es tendencia “suicidado” u otra es Cristina Fernández donde el contenido de las redes tiene que ver con la acusación de la muerte de este hombre.
Lo de las tapas de los diarios me parece que se puede pensar desde distintas decisiones editoriales, pero además me parece que atravesamos un país donde la fuente de verdad eran tipos como Stiuso y Nisman. Después de lo que hemos visto en videos, sabiendo de los cableados en las cárceles, viendo los videos prácticamente como se construyeron causas falaces, me parece que de alguna manera es, por decirlo en criollo, “hacerse el boludo”. Lo cual no quita que sigan levantando o construyendo el martirio de este hombre y sigan en torno de su figura construyendo un andamiaje ético, republicano, que no tiene mayor sustento.
LM: Vos en Twitter opinaste y pusiste “Las cosas por su nombre. El mártir de los cínicos, fue uno de los principales encubridores de los atentados terroristas”. Me parece que eso es central porque después se fue conociendo qué hacía Nisman con toda la plata porque su fiscalía especial tenía mucho dinero público.
FE: Sí, la fiscalía especial justamente la creó el gobierno de Kirchner. Nisman llega a donde llega designado por el gobierno de Kirchner. Eso tampoco no hay que olvidarlo. Era el único fiscal que tenía edificio propio, por decirlo de alguna manera. Pero lo grave de Nisman es que laburaba para naciones extranjeras, él cumplía una función pública, de ministerio público, supuestamente representando los intereses del pueblo argentino y era financiado, cobraba, trabajaba, respondía y le pasaba los informes y distintos requerimientos a naciones extranjeras. Está más que probado a través de las propias investigaciones que se hicieron y estamos hablando concretamente del Estado de Israel y de los Estados Unidos de América. Me parece que lo más grave de Nisman es eso.
LM: A quién respondía. Lo financiaba la Argentina y respondía a los Estados Unidos y a Israel.
FE: Si, eso está claro. Está claro también en quiénes lo defienden, cómo lo defienden. Fue uno de los principales encubridores del equipo de fiscales, él justamente es el único que no es sometido al juicio de encubrimiento de Menem, Corach, Beraja, Mullen y Barbaccia, ese otro juicio escandaloso porque ahí estaba evidentemente la maniobra de encubrimiento. Ahí Nisman es curiosamente excluido, habiendo sido parte del equipo de la fiscalía encubridora de Mullen y Barbaccia.
De ahí en adelante todo lo que hizo Nisman es ensuciar, seguir pistas falsas y alejarse lo más posible de la verdad porque me parece que hay que llamar las cosas por su nombre y ponerlo en el lugar que corresponde que es uno de los productores de encubrimiento del atentado.
LM: La sensación con la AMIA es que la búsqueda histórica es que no se sepa la verdad para poder acusar a Irán.
FE: Lo han sostenido más allá del cinismo y de los desbarranques intelectuales, políticao y morales que hayan cometido tipos como Lanata, Levinas, y lo de Beraja me parece que es lo más emblemático y sintomático. Uno no es presidente de AMIA y DAIA de la nada y el presidente del principal banco te lavaba los activos, dinero sucio de ese espacio. Ese hombre es claramente quien tiene mayor responsabilidad de encubrimiento y es un hombre orgánico del sistema político de la derecha israelí.
Leila Bitar: Te pregunto si pensás en algún momento estas especulaciones en torno al suicidio, al asesinato, a esta idea media conspiranoica respecto del asesinato de Nisman en algún momento se va a esclarecer.
FE: No, pero porque mi concepción en cuanto a la verdad histórica es eminentemente político. Creo que la verdad histórica se construye desde las fortalezas políticas. En argentina tenemos un degenerado como Mitre como prócer, o Rivadavia. La verdad histórica sobre los acontecimientos en sí, yo creo que tienen que ver con posicionamientos políticos.
Si bien Perón sostenía que la única verdad es la realidad, después lo que hay que construir como verdad o relato dominante es lo que uno puede hacer circular como narrativa. Desde ahí no hay manera. Quienes estamos armados con un corpus moral, político y ético determinado entendemos que lo volvieron loco Patricia Bullrich, Laura Alonso. Hay como 70 llamadas el día previo.
LM: Me acuerdo de una charla con Stella Calloni y una nota de Gabriel Fernández, en una nota que fue Patricia Bullrich la última que habló con Nisman.
FE: Ella misma lo dice.
LM: Pero nunca fue llamada a indagatoria por ese tema.
FE: Ni ella, ni Laura Alonso que son las dos que lo volvieron loco. Justamente hay que pensar, más allá de la anécdota de qué pasó en ese departamento, es la construcción de un manifiesto político, que es esa denuncia fabulosa que hace Nisman en TN, que le da la plataforma presidencial a lo que después se constituye como macrismo. Después de ese manifiesto el segundo acto es la construcción de un martirio, no importa los hechos de cómo fue o no fue muerto, lo concreto es la construcción del martirio. A partir de ahí, lo que va a venir después es el entrenamiento de un sistema político como ellos mismos se han definido de tipo nazifachista construyendo persecuciones políticas y deseando poder tener una Gestapo.
Eso lo padecimos muchos argentinos y argentinas, algunos compañeros y compañeras lo siguen padeciendo todavía hoy porque no ha habido ninguna mueca del cambio de poder, del cambio del resorte del poder, no ha habido ninguna mueca para resarcir esa situación.
LM: De eso te quería preguntar, porque hubo una solicitud con un nivel de firmas importantes, por gobernadores, senadores, diputados, ministros nacionales que plantean la libertad de Milagro Sala. Esto ocurrió el domingo pasado y comentamos hace un ratito el tweet, por ejemplo, de Alicia Castro de “si ustedes piensan esto, ¿Qué hacemos ahora?” ¿Por qué no se le exige al presidente que avance teniendo en cuenta que hay una Corte Suprema que tiene cajoneado, lo dijo el propio Alberto Fernández hace casi dos años, la causa Milagro? ¿Cómo ves este entramado y sobre todo el futuro próximo de Milagro Sala?
FE: La verdad que en eso soy pesimista. Celebro la solicitada porque me parece que tiene un volumen político de primer nivel y son seis gobernadores, veinte senadores nacionales, no sé cuántos diputados, ministros de prácticamente todo el gabinete nacional y de distintas provincias.
Lo que pasa es que la política se ha vuelto panelista de un canal de televisión. Son panelistas de Intratables, porque ni siquiera son panelistas de un programa serio, son panelistas del chusmerio. La política opina. El presidente de la Nación dice, por ejemplo, que hay una mujer en el norte argentino que lleva más tiempo presa de lo que debería estar presa, y lo dice muy suelto de cuerpo. Digo, están las libertades y los derechos de una ciudadana argentina absolutamente violados, el presidente toma nota de eso y no hace absolutamente nada.
Entonces, me parece que lo que Alicia Castro planteaba en su Twitter es “bueno muchachos, hagan algo además de opinar”. Pero la verdad es que no parece el sistema político argentino en condiciones de tomar el toro por las astas.
Además no es un problema de la Corte Suprema, que es nefasta y los principales autores del lawfare, pero no perdamos de vista que la integración del Congreso Nacional que expulsó a Julio de Vido es prácticamente la misma. Si vos ponés en contraste los nombres y apellidos de los distintos personajes de aquel momento a hoy, estamos hablando de un 70% de la misma gente y es un Congreso que no hizo absolutamente nada por reparar lo que produjo. No con la expulsión de Julio de Vido solamente.
LM: Coco Garfagnini de Túpac Amaru nos decía que el Congreso debe exigir y discutir al menos la intervención del Poder Judicial de Jujuy.
FE: Por eso, hubo una ley que terminó muerta, que perdió estado parlamentario, que la hizo el propio senador jujeño Snopek. El Poder Ejecutivo también tiene que velar por los derechos de todos los argentinos. El federalismo tiene un limite en cuanto a los derechos y las violación de los derechos de los ciudadanos argentinos.
LM: En la movilización del 1º de febrero ¿ves un punto de inflexión con esta solicitada como para poder generar otro ámbito dentro del gobierno o también lo ves como insuficiente?
FE: Soy militante político, por eso tengo optimismo histórico por naturaleza. Creo en nuestro pueblo y creo que más tarde o más temprano nuestro pueblo encontrará los canales de organización y conducción, y transitará el camino de recuperación y reparación de todo lo que hemos padecido. Ahora en el marco de eso aparecen distintas cosas. Desde el Frente Milagro Sala nos cansamos de marchar este año a la Corte Suprema en soledad, sin acompañamiento de los que ahora parecen enterarse de que hay una Corte Suprema que produce lawfare o ahora se hartaron y no los dos años anteriores. O ahora alguien les dio la orden y la cumplen y no lo hicieron antes. Bienvenido sea, habrá que ver en la cancha si esa manifestación tiene volumen suficiente, será buenísimo. Hasta ahora son redes sociales, las cosas hay que verlas en la calle.
No creo que sea un punto de inflexión en el sentido. Lo que hay que destrabar acá es una inercia política que la ha acorralado en la opinión y no en la acción. Entonces eso es lo que hay que romper. Eso están en condiciones de romperlo, no los jueces que son funcionarios judiciales, sino los políticos, los dirigentes políticos.
Así que va a depender de eso más que reclamar en abstracto a la Corte Suprema que renuncie. Digo, Perón cuando tuvo que llevarse puesta a la Corte Suprema se la llevó puesta, Néstor Kirchner cuando tuvo que llevarse puesta la mayoría automática se la llevó puesta. No se trata de otra cosa que de tener la decisión política de hacer las cosas que haya que hacer, salvo que uno esté trabajando para los poderes perpetuos de la argentina, pero esa ya es otra discusión.
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