El domingo de ayer los hondureños concurrieron a las urnas para elegir al próximo presidente o presidenta del país. Por un lado, se presentó Nasry Asfura, candidato del neoliberal Partido Nacional (PN), espacio al que pertenece el desprestigiado actual mandatario José Orlando Hernández. Por otro, Xiomara Castro de Zelaya, del partido de centroizquierda Libertad y Refundación (LIBRE).
A pesar del lento conteo de votos, el Consejo Nacional Electoral en sus informes preliminares ubica a Xiomara Castro a 20 puntos por encima del candidato oficialista Asfura: 53.61% de votos para LIBRE, y 33.87% para el PN. La participación fue histórica: el 68.06% de la población concurrió a las urnas, fenómeno que mejoró las posibilidades de la oposición ante el desgastado gobierno de Hernández. De afianzarse la tendencia a favor de Castro, Honduras rompería con más de 10 años de gobiernos fraudulentos y de profundización de un modelo narcoestatal que llevó al país a encabezar la lista de las naciones con mayor pobreza del mundo (70%, según la Universidad Nacional Autónoma de Honduras).
Honduras rompería con más de 10 años de gobiernos fraudulentos y de profundización de un modelo narcoestatal que llevó al país a encabezar la lista de las naciones con mayor pobreza del mundo.
“Se convirtió en realidad lo que muchos analistas todavía no daban por cierto, la señora Xiomara Castro se convirtió en la primera mujer presidenta en la historia hondureña en las elecciones más votadas de los últimos años”, reportó Iolany Perez, comunicadora desde Honduras, al tiempo que indicó que los resultados electorales marcan “una derrota absoluta para el partido oficialista, de un proyecto político (…) cuestionado por corrupción y vínculos con el narcotráfico y la criminalidad organizada”.
“La señora Xiomara Castro se convirtió en la primera mujer presidenta en la historia hondureña en las elecciones más votadas de los últimos años”
¡Gracias pueblo! Tú eres el protagonista de la Historia. NUNCA te vamos a fallar. @XiomaraCastroZ @SalvaPresidente @Doris_Gutierrez @MiltonBeniteztv @PartidoLibre
— Manuel Zelaya R. (@manuelzr) November 29, 2021
¡Gracias pueblo! Revertimos 12 años de lágrimas y de dolor en alegría. El sacrificio de nuestros mártires no fue en vano. Iniciaremos una era de prosperidad de solidaridad por medio del diálogo con todos los sectores, sin discriminación y sin sectarismo. 🇭🇳 ❤️
— Xiomara Castro de Zelaya (@XiomaraCastroZ) November 29, 2021
Golpe del 2009
Para entender la relevancia histórica de estos comicios, es necesario recordar el derrocamiento de Manuel Zelaya en junio de 2009; se trató del primer golpe “blando”, mecanismo que luego se replicarían contra gobiernos progresistas en otros países de América Latina. Uno de los motivos de la embestida contra Zelaya tuvo que ver con la denominada “cuarta urna”, la consulta popular que impulsaba el entonces mandatario buscaba determinar si el pueblo hondureño estaba de acuerdo con convocar a una Asamblea Constituyente.
Luego del golpe de estado, que contó con el silencio de Washignton, la OEA y la ONU, Honduras inició un proceso de feroz entrega de soberanía, con la implementación de las Zonas de Empleo y Desarrollo (ZEDES), definidas como “áreas del territorio nacional sujetas a un ‘régimen especial’ para que inversionistas estén a cargo de la política fiscal, seguridad y resolución de conflictos”. “En la práctica, un Estado pequeño dentro de Honduras, arrojado a los criterios empresariales”.[1]
El plan de gobierno de Castro incluye la derogación de la ley que implementa las ZEDES, y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que reforme las estructuras del estado hondureño. “Vamos a iniciar un proceso en toda Honduras para garantizar una democracia participativa, directa, porque vamos a las consultas populares. Esa será una norma para gobernar”, dijo Castro este lunes al proclamar su triunfo.
[1] Nery Chaves García (https://www.celag.org/honduras-un-ano-fraude-electoral/#_edn4)
- Redacción: Leila Bitar
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