Pedro Wasiejko, presidente del Astillero Río Santiago, secretario general de la Federación de Trabajadores de Energía, Industria, Servicios y Afines (FeTIA-CTA) y secretario del Interior de la CTA de los Trabajadores, dialogó con Lautaro Fernández Elem y Mario Sadras en Radio Gráfica sobre la reconstrucción productiva de la industria naval a través de las empresas nacionales después de soportar los embates de las gestiones liberales.
LFE: Estamos aquí leyendo la información con mucha alegría. Mario Sadras durante todo el macrismo ha cubierto periodísticamente lo que ha sido el conflicto en Astillero Río Santiago, tan atacado por la política liberal, y que ha vuelto a producir y poner una embarcación en las aguas del Río de la Plata.
PW: Y la verdad que es un punto de inflexión. Es una fiesta, una alegría ver a los trabajadores con sus familias acompañando el evento a esa hora tan temprano. A los funcionarios, la gente de la Armada, los cadetes formados en el Liceo Naval justo enfrente, en el lugar donde se iba hacer la botadura. Porque eso va a ser un equipo que va a salir para el entrenamiento de ellos. Un día de fiesta, y es parte de lo necesario para que el Astillero Río Santiago empiece a funcionar de una manera regular con producción orientada a la defensa, a la seguridad, a todo lo que tenga que ver con el fortalecimiento de la industria naval. Esto abre un montón de expectativas.
LFE: ¿Cómo es hoy el funcionamiento del Astillero? ¿Qué proyectos se están llevando a cabo? ¿Qué efectivamente ya se está produciendo luego de tantos años de paralización?
PW: En principio, lo que estamos haciendo es tratar de reimpulsar estas cuestiones que vienen, inclusive, del último período del gobierno de Cristina Fernández y el Ministro Augusto Costa. Cuando asumió Axel Kicillof en la Provincia como gobernador, Ariel Basteiro retomó un poco las iniciativas que estaban pendientes. Todo eso lleva tiempo: es burocrático, cosas que están abandonadas, pendientes, olvidadas. Y bueno, retomamos y el día lunes 18 de octubre pudimos cumplir con ese tan importante objetivo, de que se pudiera mandar esa embarcación, se pudiera hacer la botadura (de la nueva Lancha de Instrucción de Cadetes para la Armada). Eso rompe la inercia. Y está la otra Lancha de Instrucción que estamos pensando para diciembre. Estamos pensando volver a repetir el mismo evento. Después, obviamente, se continúa con trabajo de “avistamiento” que falta y en marzo está programada la entrega. Después estamos trabajando para ver si podemos dar finalización a algunos buques que están encomendados por PDVSA (Petróleos de Venezuela SA) y, obviamente, hemos iniciado la construcción de la compuerta que necesita la Armada para su Dique seco que está en Puerto General Belgrano, que se empezó a trabajar hace más de 30 días. Suponemos que en el transcurso del año próximo, fines del año próximo, vamos a estar entregando a la Armada esa herramienta tan necesaria para poner en valor el Dique que tiene como más de 100 años, que está en Puerto General Belgrano. Y ahí, en ese lugar inclusive, se puede hacer el mantenimiento, el drenado de buques tipo Panamá, él único que permite esas condiciones en nuestro país. Y también tenemos otros proyectos que están dando vueltas: estamos en conversaciones, junto con Tandanor, para que se construyan en el país cuatro embarcaciones de patrullaje oceánico que necesita la Prefectura Naval Argentina, que son buques del doble de tamaño de esta Lancha, un poquito más, son 81 metros de eslora. Así es que estamos trabajando a todo vapor, a ver si podemos conseguir ese contrato y, junto con el Astillero hermano público Tandanor, avanzar rápidamente en ese tema. Estamos con muchas ganas y mucha energía.
MS : Pedro, vos mencionaste los buques de PDVSA, el Eva Perón y el Juana Azurduy. Tenemos entendido, vos corrobóranos si es así, que en términos de construcción, digamos, de montaje, ya estaría listo. Lo difícil es la cuestión burocrática y el bloqueo de Estados Unidos a Venezuela, ¿no?
PW: Eso no permite la provisión de los pagos y está el tema también de las certificaciones. El “Eva Perón” está casi el 97% terminado. Falta esta tarea que te estaba diciendo. Pero bueno, eso hay que hacerlo, hay que resolver quién certifica el Buque, con cuánto se envía. Hay una serie de problemas, pero, en sí mismo, la construcción está casi lista. Y si podemos lograr esto, después, a partir de ahí, se puede formalizar la entrega.
MS: Una pregunta para el común de nosotros. Cuando dice “lancha”, nosotros pensamos en las lanchitas, pero no son así, son “bichos” más grandes, ¿no?
PW: Claro, es una embarcación de 33 metros de eslora, una embarcación que, inclusive, estamos pensando ir con unas leves modificaciones, algo similar para la Prefectura, que son las lanchas de patrullaje a nivel de ríos y control costero. Estamos pensando en eso y seguramente ahí tendremos una línea de trabajo adicional.
LFE: Dentro de la creación del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), que tiene que ver con la industria nacional y la provisión de las Fuerzas Armadas, uno de los ejes era la reparación de material hoy en desuso o que necesita ser puesto a punto. ¿El Astillero también está en eso, más allá de los grandes proyectos con refacciones?
PW: Ahí está más Tandanor y algún astillero privado que han avanzado en ese tema. Lamentablemente, el Astillero Río Santiago está un poco fuera de ese esquema, porque es un Astillero que está en la órbita Provincial. Así que estamos tratando, por un lado, el acuerdo marco con Tandanor, que termina sirviendo un poco para eso. Es un acuerdo estratégico de trabajo en conjunto con un Astillero público, entonces, serviría para que Tandanor si toma más trabajo, como lo está haciendo, que sepa que tiene “la espalda cubierta”. Porque hay un Astillero como Río Santiago de dimensiones mayores y está diseñado justamente para la construcción de buques, con lo cual se puede avanzar en tomar responsabilidades de recuperación de la flota. Y en este sentido, trabajar en conjunto, lo que termina siendo un acuerdo en el que ganamos todos.
LFE: Si hay que hacer un paneo general de donde está el Astillero, vamos a decir en “el mercado”, en la posición que tiene para que la Argentina empiece su crecimiento industrial, ¿cómo está hoy parado luego de tantos problemas?
PW: El Astillero tiene una gran potencial, tiene una planta metal-mecánica que una de las más grandes que hay en el país. Por ahí tiene un atraso tecnológico producto de la inacción del macrismo, pero también de “la década infame” del neoliberalismo que (Carlos) Menen y (Domingo) Cavallo generaron. Esto ha llevado a que no se utilice esa maquinaria como corresponde, es decir, hay capacidades ociosas que se puede utilizar y nos va a permitir fortalecer el nivel de integración nacional: no perder divisas mandando trabajo afuera, y también el Astillero trabajando de manera asociativa con Tandanor para la construcciones navales y con la empresa INSA (de construcciones con sede en Ensenada), en cuestiones que tienen que ver con la provisión de la turbina en el marco de la renovación de las licitaciones o control del Estado del parque de las generadoras hidroeléctricas en nuestro país. Ahí hay un potencial enorme. También Astillero es el proveedor de la industria petrolera, va viendo como el boom de Vaca Muerta. O sea, tener un instrumento que esté en condiciones de proveer servicio y reducir la necesidad de dólares al exterior.
LFE: Cuando la fuerza armada, cuando la Prefectura, necesita esto, comprar, invertir una embarcación, ¿a dónde acude?
PW: En principio, un poco de lo que decía el Ministro de Defensa (Jorge) Taiana, “hacía 35 años que no se botaba algo para la Armada”, y lo que se hizo en la gestión de (Mauricio) Macri, que fue un primer intento, digamos, de requipamiento, fue terminar comprando cuatro fragatas en un astillero público francés, que fue una operación que se hizo durante la administración anterior. Ahora, lo que se está discutiendo es este tipo de operaciones. Estando el FONDEF, habiendo un presupuesto que está asignado para mejorar las cuestiones de defensa y seguridad, esto que estaba anunciando el Banco de la Nación para constituir la flota pesquera, que todos esos recursos sean para equipar un buque nuevo, que los armadores públicos y privados tengan este buque nuevo, pero que no termine siendo comprado en el exterior, sino que acá están los Astilleros públicos para dar respuesta a esa necesidad y, obviamente, complementar el trabajo necesario con el astillero privado y la pequeña y mediana empresa para que esto genere una sinergia positiva. El equipamiento nuevo que es una demanda insatisfecha para todos los sectores: todo el parque tiene embarcaciones del año 93, desde la destrucción de la Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA), de las empresas estatales que garantizan el dragado, el balizamiento, las cuestiones hidráulicas, las flotas pesqueras, que tienen como 40 años de antigüedad. Lo mismo pasa con las dragas. Vamos a tener la necesidad de que se generen dólares con Vaca Muerta. Pero la cadena de suministro, uno de los primeros puntos de la cadena de suministro en estas perforaciones no convencionales es un deterioro general por muchas décadas de neoliberalismo. Lo mismo pasa con las embarcaciones de Prefectura, de la Armada. Ahora estamos en un período de ver cómo acomodamos estas cuestiones y empezamos a realzar esta actividad de vuelta.
MS: Pedro, cuando dijiste “draga”, yo me quedé ahí porque recuerdo una conversación de Radio Gráfica con trabajadores del Astillero. Que cuando se habló de “la incapacidad técnica de la Argentina para el dragado”, hablando de la Cuenca del Paraná, había trabajadores que decían “que en tres años podían tener la primera por los tiempos que además lleva la burocracia”. O “seis años” creo que dijo… y “después podemos entregar una cada tres años”. Con lo cual, todo ese beneficio del dragado que también se giraría al exterior podría absorberse e impulsar a nuestros astilleros. ¿Esto es así? ¿Se conversa en la dirección de las dragas para ser parte del proyecto de lo que podría decirse “nacionalización”?
PW: Bueno, en principio, lo que hay que tratar es que salga en primer lugar del Ministerio de Transporte la decisión de “largar” la licitación para la realización del Canal Magdalena. Y después tenemos un año para el debate y la conversación para que la futura licitación del Canal Troncal que se dé como condición, más allá de que sea un ente público, una empresa pública, una empresa mixta, una empresa privada nacional o internacional, la condición sea, no importa cuál, que a partir de los dos años de la concesión empiece a adquirir equipo nuevo construido en el país. Nosotros estamos preparados para eso. Tranquilamente se puede hacer. Y una concesión, tanto de una empresa pública o privada, que en los pliegos de la licitación esté claramente que sea cual sea la empresa que gane, ya sea Jan de Nul, Power Chain o la que sea, tenga que comprar los equipos de dragado dentro del país. Eso nos daría un fortalecimiento de la actividad de los Astilleros públicos y privados. Sobre ese tipo de cosas hay que ser muy firme y consistente, porque parece que es un artículo en un papel, pero que después lo que permite con financiamiento genuino, real, poder financiar este tipo de emprendimientos que no son baratos. Una draga son 25 o 30 millones de dólares, depende de las dimensiones. Y la verdad que el país tiene tantas necesidades, que si un fantasea con que en el presupuesto nacional van a estar todas esas cosas, es muy difícil llegar a un resultado.
- Entrevista realizada en Desde el Barrio (lunes a viernes de 10 a 13 horas, por Radio Gráfica)
- Redacción por Lucia Izaguirre
Discusión acerca de esta noticia