Isabel Polo es la hermana del cabo primero Daniel Alejandro Polo, uno de los 44 tripulantes del submarino que desapareció el 15 de noviembre de 2017 y fue hallado un año después. Dialogó en Radio Gráfica sobre el expediente judicial por espionaje y por hundimiento. Relató, además, cómo las familiares tuvieron indicios de que eran objeto de una vigilancia sistemática por parte de agentes estatales durante el gobierno de Macri.
Polo se refirió al rol que cumplió Mauricio Macri frente a la desaparición del A.R.A San Juan: “En lugar de contenernos desde su papel de presidente de la Nación y Comandante en Jefe de todas las Fuerzas Armadas, el señor nos manda a espiar y seguir como si fuéramos personas peligrosas, narcotraficantes o alguien que haya representado un peligro, ya sea para la propia figura presidencial o el entorno”.
“Días después de la desaparición del A.R.A., el día 20 de noviembre, y porque estaba en Chapadmalal, medianamente cercano a la Base Naval de Mar del Plata, desde donde la nave había zarpado unos días antes,- recordó Polo- hubo una visita que duró entre 30 y 45 minutos, donde evidentemente marcaba siempre la distancia. No acompañó nunca”.
En la Casa Rosada, mientras los familiares realizaban un acampe en Plaza de Mayo para pedir respuestas, tuvieron otro encuentro: “Nos recibió poniendo condiciones: sin celulares, un familiar por cada tripulante“.
Espionaje
“Nunca, hasta ahora, que ya pasaron cuatro años, nunca lo pude asimilar desde el punto de vista de que nosotros somos personas comunes, la mayoría mamás, amas de casas, las esposas que, además, tenían que contener a los nenes menores de edad”, contó Polo.
“Enterarte que tenías un tipo de inteligencia del Estado, que tiene que cumplir ese papel pero con personas realmente peligrosas, que vos salís de tu casa y te seguían, o ibas a retirar los nenes a la escuela y después te muestran las fotos. Es feo, es como ‘un baldazo de agua fría’. Después ni hablar en que se meten en tu intimidad, de controlar chats, filtrar información”.
Sobre el material de la causa al que accedieron, evidenció: “En los papers que hay dirigidos a Mauricio Macri (remitidos por personal de inteligencia), no puedo dar nombres, pero, por ejemplo, Juana de Arco, esposa de ‘x’, y todos los datos relevantes de esa persona, con fotos, con audios, con lo que en tal reunión íbamos a pedir o decir, y vos te quedas como helada porque no somos terroristas”.
“En ese momento, la Armada proveía de psicólogos que daban pastillas a las madres para tranquilizarlas, entonces estaban como dopadas, como que no reaccionaban aquellas que accedían. Yo, por ejemplo, jamás quise una pastilla de nada, porque sentía que me iba a bajar la adrenalina para estar en mis cabales dentro de lo que se podía para seguir pidiendo que nos digan qué pasó, que los sigan buscando, qué es lo que pasó realmente con el hundimiento del submarino y la posterior muerte de ellos. Y bueno, no lo vamos a saber”, relató.
Polo mencionó que durante todo ese tiempo tenían la sospecha de que infiltraban sus correos y redes a partir de diferentes situaciones específicas que vivieron, como el pedido de la confirmación del acceso a sus cuentas e incluso chats de whatsapp, donde les desaparecían las fotos y las conversaciones que tenían con los submarinistas. “Eso pasaba en los correos personales y en las redes sociales. Por ejemplo, en el chat de familia desapareció la foto de perfil del whatsapp de Alejandro, a otras personas les desaparecían chat completos“.
Como ya tenían esta presunción, habían comenzado a evidenciarlo. “Incluso en la declaración que hace el ministro de Defensa Oscar Aguad ante la Comisión Bicameral, en el Congreso de la Nación, lo denunciamos”.
“No pasó con todos los familiares, sino con un grupo que eran los más combatientes o los más activos, los que más reclamaban. Y eso se verificó con las fotos cuando ya fueron citadas a declarar varias esposas y les mostraron lo que ya teníamos sospechado desde hacía cuanto tiempo”, especificó.
“Estaban queriendo saber qué es lo que se hablaba internamente sobre las cosas que decidíamos como pasos a seguir en la lucha en ese momento o en la petición de que continúe la búsqueda”, subrayó.
A partir de los seguimientos que constataron, Polo relató que “la mayoría queda con esa sensación de que vas caminando y miras para atrás cada tanto para ver si tenés una persona que está por ahí cerca, y si es la misma cara que se repite en dos colectivos o en un colectivo y un tren”.
“Te queda como esa sensación de persecución, de mirar para atrás y si estará alguien detrás tuyo ¿Por qué? Ni siquiera es que dentro del conjunto había gente relativamente poderosa, si se quiere decir, como para que hayamos sufrido ese atropello a la intimidad de cada persona”, observó.
La causa judicial sobre el hundimiento
Marta Yáñez imputó por el hundimiento a jefes de la Armada Argentina, pero excluyó de las responsabilidades al ex presidente Mauricio Macri, y al ex ministro de Defensa, Oscar Aguad.
La hermana del submarinista especificó que “después de tres años, Marta Yáñez llega a esa conclusión absurda, donde hay un montón de cosas que ella hizo mal. Por ejemplo, ir ella a reunirse con Oscar Aguad y con el ex Jefe de Estado Mayor José Luis Villán. Vos estás investigando a esta gente y venís vos en rol de magistrado a visitarlos a ellos, cuando es al revés, cuando tenés que mandar un escrito para que ellos comparezcan en tu juzgado a declarar”.
“En esas pequeñas acciones turbias que están fuera de lugar, que no son éticas, ella llegó a sentenciar eso cometiendo faltas horribles porque eso no lo podés hacer. Si sos una jueza seria y no estás del lado A ni del lado B, tu deber es ese, estar sentadita en tu escritorio, le decís a tu secretario que haga una citatoria compareciendo a que se presenten a declarar a fulanito y a menganito”, analizó.
“Si vos me preguntás a mí, justicia no hubo, porque ni siquiera están presos estos tipos, si bien hubo embargos de un millón y medio o dos millones y medios de pesos, y a Claudio Villamide (ex capitán de navío de la Armada Argentina) además lo destituyeron porque es un juicio interno de la Armada, que es lo peor que le pudo haber pasado, que le saquen los honores”, evaluó.
“Pero a mí, como hermana, ¿de qué me sirve eso? Al tipo sí, obviamente le afecta, porque toda su carrera, toda su vida, que sé yo… Pero Alejandro no está y él no está preso. Y yo soy cristiana, no deseo la muerte, pero digo sí que tendríamos que ser parejos. Vos te quedás pensando, ¿esa es la justicia que nosotros tenemos?”.
- Entrevista realizada por Úrsula Asta en Feas, Sucias y Malas, sábados de 9 a 12 hs, por Radio Gráfica.
- Redacción Carolina Ocampo
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