“O el jefe de ese Poder (Luis Roberto Barroso) pone en caja a uno de los jueces de la Corte (Alexandre de Moraes) o ese poder puede sufrir aquello que no queremos que ocurra”, expresó Jair Bolsonaro en el acto realizado en la Explanada de los Ministerios durante las celebraciones por el día de la independencia brasileña. El mensaje de advertencia se da en el marco del avance de investigaciones que realiza el Supremo Tribunal Federal contra el presidente y su familia.
Las movilizaciones más concurridas se están realizando en San Pablo y Brasilia, y aunque se desplegaron importantes operativos de seguridad, ya hubo episodios de violencia por parte de los seguidores de Bolsonaro.
El periodista y analista brasileño Beto Almeida, explicó en Radio Gráfica que el líder ultraderechista apuesta a la inestabilidad contra su propio gobierno con el objetivo de evitar los comicios de 2022: “Bolsonaro calcula que como va a perder porque Lula tiene una popularidad inmensa, si no hay interrupción del calendario electoral, no tiene la mínima chance de vencer electoralmente, por eso quiere convulsionar el país y suspender las elecciones”.
Para estimular la agitación social, el mandatario recurre a la retórica anticomunista: “La homosexualidad, el ambientalismo, cualquier cosa puede ser comunismo”, sostuvo el periodista al mismo tiempo que resaltó que Bolsonaro para profundizar su modelo económico necesita reelegir: “su programa es privatizar las empresas estatales, destruir lo que fue la era Vargas, destruir totalmente los derechos laborales, vacaciones, salario mínimo, jornada de trabajo, la sindicalización y la seguridad social publica que está en fase de demolición”.
El jefe de estado brasileño apuntó contra el poder judicial tras la anulación de causas contra Lula, candidato que según las encuestas lo duplica en intención de voto. Al mismo tiempo, tomaron fuerza investigaciones contra él y su familia: “Bolsonaro ha intervenido en la Policía Federal para proteger a sus hijos. Tiene una tradición desde que inició su carrera parlamentaria de hacer lo que se llama ‘rachadinha’, (que consiste en) contratar a un asesor, pagarle el 30% del sueldo y el 70% depositarlo en la cuenta de la prima. Toda su familia hace lo mismo”.
Otra causa en manos de la Corte Suprema que puede complicar al mandatario es el de la “difusión de noticias falsas que atentan contra la democracia”. El tribunal atendió una solicitud hace algunas semanas para investigar la campaña de desprestigio del líder de ultraderecha contra el voto electrónico que se utiliza en Brasil hace más de 20 años. Bolsonaro intentó ir contra el sistema de voto en el Congreso, pero no consiguió los votos necesarios para la reforma.
“Aunque Bolsonaro está aislado, tiene una base social, un núcleo duro reducido, pero con capacidad de ejercer violencia, ahí está el peligro”, aseguró Almeida consultado por las movilizaciones de este 7 de septiembre. “El sector del gran capital está muy preocupado, está haciendo una transferencia de renta porque no sabe si Bolsonaro seguirá adelante. Incluso es posible que surja dentro del campo conservador una maniobra para sacar (al presidente) de manera negociada, e intentar otra candidatura para bajar la fuerza de Lula”, agregó.
Los sindicatos, el movimiento sin tierra, estudiantes, y partidos de izquierda, también convocan a marchar este martes por la 27° edición del Grito de los Excluidos, en defensa de la democracia, el estado de derecho, el calendario electoral y en contra de las privatizaciones.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari y Leila Bitar en Punto de Partida (lunes a viernes de 8 a 10 hs)
- Redacción: Leila Bitar
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