Por Úrsula Asta*
-¿Qué dejan como trazos gruesos de reflexión estos Juegos Olímpicos?
-Primero, son unos juegos extraordinarios por el marco en el que se desarrollaron, la pandemia y el atraso de un año que eso significó. Algunas periodistas compañeras que están cubriendo los Juegos desde Tokio nos contaban que son los juegos más austeros que se recuerden. El país bajó bastante los decibeles en la ceremonia inaugural. Y, además, el no público. Hemos visto cantidad de atletas aplaudiendo para arengarse a sí mismos en la competencia, eso ya le da un marco particular.
Creo que, también, lo que viene ocurriendo, de un tiempo hasta ahora, que nosotras en Argentina lo celebramos mucho, es el ingreso de todo lo que tiene que ver con lo deportivo al movimiento de mujeres, al feminismo, que para nosotras fue un quiebre en el 2015. Pero, entendemos que a nivel mundial muchísimas deportistas han tomado el toro por las astas, esto es, pronunciarse políticamente, hablar de lo que les pasa, decirlo y decirlo en tiempos de redes sociales, donde todo se multiplica por mil.
Simone Biles, la gimnasta negra, que ya venía con su historia de haberse plantado frente al médico Larry Nassar, que abusó durante años y años del equipo de gimnasia de los Estados Unidos, uno de los mejores equipos del mundo. Simone fue la primera de muchas gimnastas que padecieron a este médico y que dijo “hasta acá llegamos”. Y en esa línea, Simone dijo “basta a la presión”. Me parece que eso es, también, un punto de quiebre. Cuando llegas a esos niveles de rendimiento y la exigencia es tremenda, y lo único que sirve es ganar y seguir levantando las marcas que hiciste -y recordemos que Biles tiene saltos y movimientos gimnásticos que llevan su nombre- ella se paró y dijo “basta, no puedo con esto”. Compitió en lo que le gustó, en lo que pudo, sacó una medalla de bronce, con lo cual habla de su grandeza como deportista.
Eso provocó una reacción en cadena en otras atletas y eso es magnífico, es muy importante poder distinguir lo significa el acceso al juego y el bienestar, la contrapartida de eso son las presiones del mercado y que si no ganás, no existís.
“es muy importante poder distinguir lo significa el acceso al juego y el bienestar, la contrapartida de eso son las presiones del mercado y que si no ganás, no existís”
IDENTIDADES Y CUERPOS
“Pensemos que Nike dejó de esponsorear a una atleta porque se enteraron que estaba embarazada. Me parece una demencia“, siguió Santino en la conversación a través de la FM 89.3, y contó la historia olimpista de la atleta trans Laurel Hubbard:
“También es muy interesante el ingreso en estos juegos de las diversidades, las y los atletas trans. Encontramos el caso de la pesista Laurel Hubbard, quien, apoyada por su organización, por el comité neozelandés, compitió en la categoría para mujeres: más de 87 kilos en levantamiento de pesas. Esto generó un debate porque desde que pasó a competir con mujeres, desde que su nueva identidad es la de mujer trans, empezó a ganar y es ahí donde viene toda la cuestión: hasta dónde se puede y qué no, la ventaja deportiva iría por toda la cuestión de los niveles de testosterona, pero ella los había pasado y los había cumplido. Entonces, el desarmar la estantería binaria del deporte me parece que arranca con estos juegos y que por delante tenemos desafíos enormes con respecto a las distintas identidades sexo genéricas”.
“¿Cómo generar acceso al deporte y acceso al juego para todas las personas, para todo el pueblo, sea cual sea tu identidad y cuerpo? Nosotras, desde La Nuestra Fútbol Feminista en la Villa 31, hablamos mucho de descolonizar los cuerpos y lo que significa para un grupo de pibas apoderarse de una cancha y jugar al fútbol. Para nosotras eso es una herramienta sustancial para erradicar la violencia de género. Entonces, si seguimos avanzando en este sentido de deconstruir el deporte, de dejar de mirarlo de manera binaria, de la aceptación de todas las posibilidades humanas que hay para practicar deporte, daremos pasos enormes para una sociedad mucho más justa”, apuntó en relación a la experiencia territorial de deporte que integra.
“Debemos sentarnos a pensar y a debatir el deporte social para adelante, más allá de los resultados que la delegación argentina haya obtenido. Me parece que cada vez hay muestras cada vez mayores de un movimiento social alrededor del deporte, con los espacios feministas en los clubes, con esa disputa de poder que se empieza a dar para que no sean 4 o 5 personas sentadas en un escritorio los que deciden los destinos de cómo podemos seguir adelante. Y me parece que en cuestiones de diversidad sexual el deporte tiene mucha tarea pendiente”, siguió.
INTEGRACIÓN y CLUBES VS. MERCADO Y MARCAS
En el área de reflexiones sobre políticas en torno al deporte, la directora técnica delineó zonas de debate para continuar pensando:
-“por supuesto que cualquier atleta o persona ligada al deporte sale a la cancha, entrena, corre una pista para ganar. Acá la cuestión, me parece, es cambiar el paradigma de lo que se ha convertido el deporte, sobre todo con una mirada capitalista, comercial, de marcas e intereses de mercado. Es la puja que tenemos en todas las áreas de la vida”.
-“En Argentina, tenemos una cultura de clubes que es impresionante. Hay que pensar en todo lo bueno que se construyó socialmente para desde ahí arrancar. No es que tenés que empezar de cero. Y esa estructura son los clubes de barrio, que son muy argentinos, son una forma de vivir el deporte, de reunirse y de organizarse como comunidad, que no existen en muchos países del mundo”.
-“Fijate esa batalla enorme que dieron los clubes de barrio para no ser sociedad anónimas, sobre todo vinculado al fútbol de alto rendimiento. Una batalla tremenda y creo que eso de alguna manera se viene ganando. Entonces, pensaría las políticas desde ahí y las conexiones que el Estado pueda tener con organizaciones sociales que hacen deporte o con organizaciones sociales de territorio de base, como es el caso nuestro o como es el caso de muchos. Ahí, encontrás liderazgos barriales que son inmensos“.
-“Yo no coincido con las posturas de (que los clubes son para) “sacar pibes de la calle”, porque creo que en realidad lo que tenemos que hacer es pensar cómo los clubes están cada vez más cerca de los barrios. No hay una receta para eso, porque nadie es más que nadie, nadie saca de la calle a nadie. Pero sí, la propuesta de que haya un club lo más cerca de tu casa o dentro de tu barrio”
-“Tenemos los Juegos Evita, hay muchísimos instrumentos que me parecen que pueden mejorarse y democratizarse, como las las instituciones deportivas y las confederaciones. En los lugares donde se toman decisiones, por lo general, son las mismas personas hace muchísimos años y son varones con un concepto del deporte más ligado a los intereses del mercado”.
*Entrevista realizada en Feas, Sucias y Malas, sábados de 9 a 12 hs, por Radio Gráfica/ Artículo elaborado con la colaboración de Lucía Izaguirre
Discusión acerca de esta noticia