¿Qué pasa en Garbarino? Trabajadores de la empresa líder de venta de electrodomésticos en el país vienen haciendo reclamos callejeros y aprovechando los pocos micrófonos disponibles para visibilizar una situación de mucha angustia. Desde hace más de un año, incluso con el cambio de manos que tuvo la empresa, arrastran atrasos salariales y presiones para tomar retiros voluntarios en largas cuotas, que para peor son incumplidas.
Cierre de más de 30 sucursales en todo el país, trabajadores que no han cobrado completos salarios de marzo y nada de abril. Ese es el cuadro de situación que hoy viven los trabajadores y trabajadoras de Garbarino, con una enorme incertidumbre en el presente y de cara al futuro.
Para más contexto, Garbarino, que engloba a Compumundo, Garbarino Viajes y Digital Fueguina, fue comprada en 2020 por el empresario Carlos Rosales (o al menos fue el rostro visible) emprendiendo cambios en el modelo de negocios. Un poco por la tendencia presente, acelerada velozmente por la pandemia, decidió volcarse volcarse en mayor medida a la venta online cerrando locales a la calle. Para agregar un elemento aún más complejo a la situación, en los últimos días se conoció la posibilidad de que Rosales se desprenda de la empresa a apenas un año de haberla adquirido.
“El año pasado, cuando la compraron, éramos 4500 trabajadores. En ese momento se habían comprometido a mantener todos esos puestos de trabajo. Hoy somos 4000, esta disminución se debe a los retiros voluntarios que nos vinieron imponiendo en todo este período con un desgaste psicológico muy fuerte del cual participó el Sindicato de Comercio”, apuntó Andrea, una de las trabajadoras que decidió junto a otros compañeros autoconvocarse frente a la que entienden como una inacción del sindicato que encabeza Armando Cavalieri a nivel nacional.
“Los retiros voluntarios fueron con pagos en cuota, pero no las están pagando así como no lo han hecho en muchos casos con la liquidación final. Esa campaña de los retiros voluntario no cumplió el efecto que ellos querían y cambiaron por políticas con suspensiones y un desgaste económico”, agregó.
“Hasta dónde vamos contabilizando Garbarino tiene 30 sucursales cerradas en todo el país. Tiene entre 1.200 y 1.300 empleados suspendidos entre personal de sucursal y administrativos. Están en un limbo porque no los echan. No terminaron de pagar los salarios de marzo y no vimos ni un peso de abril. No están haciendo los aportes patronales hace más de un año, tampoco los aportes a las obras sociales por lo cual mucho compañeros están sin cobertura de salud. Nos quieren desgastar para que tomemos la decisión de considerarnos despedidos”, agrega.
Francisca, otras de las trabajadores afectadas por los incumplimientos de Garbarino, retomó, “hay un rumor, además, de que la empresa fue nuevamente vendida. No se sabe si está el nombre de este señor Rosales o en manos de quién. Tenemos un futuro incierto, muy oscuro, con un sindicato que no nos apoya y no soltó la mano hace rato”.
“El sindicato de comercio en Capital es el más agresivo, han llegado amenazar con despidos a los que se acercan a los autoconvocados. Somos autoconvocados porque, lamentablemente, no tenemos quien nos represente. El Sindicato se reúne con la empresa con el Ministerio de trabajo hacen acuerdos que después no cumplen”, concluyó la trabajadora.
- Informe por Ariel Velázquez y Pablo Suárez en Vamos al Frente (Miércoles 15 a 16 hs.)
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