En diálogo con Vivian Elem en Radio Gráfica, la periodista Nora Lafón recorrió su trayectoria y cómo se reinventó durante la dictadura cívico-militar. La dama del espectáculo detalló sus anécdotas, experiencias vividas con artistas y personalidades de la cultura y el arte.
VE: Tenés una gran trayectoria en el periodismo gráfico, televisivo y radial y en el periodismo político en particular. ¿Cómo fue que te convertiste luego en la referente del periodismo cultural y de espectáculo?
NL: Bueno, yo tuve que modificar las cosas por la dictadura. Tenía una formación cultural importante porque fui alumna de la Escuela de Danza del Teatro Colón, después hice la Escuela Nacional de Arte Manuel Belgrano y la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Esa formación me permitió dejar el periodismo político para dedicarme al otro. Pero la verdad es que fue por necesidad. Hacer periodismo político bajo las condiciones de la dictadura era difícil, además, y lo menciono muy al pasar porque no me gusta hablar del tema, después de mi secuestro realmente lo único que podía hacer era transformarme al periodismo de espectáculos para poder seguir trabajando.
VE: ¿Dónde fueron tus comienzos?
NL: El primer trabajo que conseguí fue en Crónica, para hacer el suplemento de televisión, con lo cual tenía que llamar a los canales. Toda una situación absurda, loca y complicada, pero bueno, uno siempre afronta las situaciones difíciles y complicadas. De ahí en más empecé a escribir en Radiolandia 2000, la columna de la Tía Matilde, que me servía muy bien para no tener que revelar mi identidad. A través de esa columna, yo pude decir cosas desde ese espacio. Me lo confirmó Dante Gullo cuando salió de prisión, porque la revista Radiolandia ingresaba a las cárceles… claro era espectáculo de los más inocente, digamos. Dante, un día que estábamos comiendo, me dice, ¿quién es la Tía Matilde? soy yo, le dije. ¿Qué pasaba?, yo siempre ponía saludos al final de la columna, saludaba supuestamente a mis sobrinos. Y en esa columna, en los saludos, de la misma manera que alguna vez salude a Mercedes Sosa que estaba en el exterior porque no podía estar en el país, decía, “mi querida sobrina Mercedita que cumple años, el mismo día de la patria”, o me enteraba de algún compañero que estaba vivo y le mandaba saludos desde ahí. Y esto hizo que muchos compañeros que estaban presos se enteraban de que tal o cual compañero estaban vivo.
VE: También, tuviste otro seudónimo con el que trabajaste bastante tiempo, ¿no?
NL: Sí, Enriqueta Roca, con (Antonio) Carrizo en Radio Rivadavia, hacía mi columna, también firmaba Enriqueta Roca en el diario Tiempo Argentino.
VE: Trabajaste en política en los diarios El Nacional, El Mundo (donde nació Mafalda de Quino), Crónica, Ultima Hora y El Cronista Comercial. En las revistas Qué (Con Scalabrini Ortiz y Jauretche), Semana Gráfica (como redactora a cargo del grupo investigación del Secuestro de Aramburu) ¿Te quedó alguna publicación en la que te hubiera gustado trabajar y no lograste, por las distintas circunstancias históricas del país o por razones personales?
NL: Tal vez me hubiera gustado tener una columna en Cristianismo y revolución, por ejemplo. Yo me la compraba todas las semanas y entraba al canal con la revista bajo el brazo. Yo me dí muchos gustos, haciendo producción en Canal 13, más allá del placer de ser representante de mis compañeros. Carlos Montero, que era el gerente de noticias, era una persona que siempre quería más y siempre apoyaba cualquier idea que uno tenía. Por ejemplo, hubo un accidente con uno de los proyectos espaciales rusos, ¿qué vamos hacer?, ¿cómo lo vamos a cubrir?, llamemos a Moscú, le dije. ¿Cómo vamos a llamar a Moscú?, vamos a llamar a Moscú porque es seguro que como hay relación con Cuba, hay mucha gente que habla español en Moscú. Bueno, yo llamé y arreglamos con Mónica Mihanovich, en ese momento, para que saliera en Telenoche y contara qué había pasado. Y la cobertura de cierre de campaña de Cámpora, que fue otro de mis gustos impresionantes. En esa época no solo no había satélites, sino no había microondas, ¿cómo cubríamos el cierre en San Andrés de Giles? Y le propongo a Carlos, “che que te parece si voy al aeroparque y veo si hay algún taxi aéreo con el que podamos ir a hacer la cobertura”. La cuestión es que efectivamente voy y en Giles hay aeropuerto. Voy al canal y Carlos me da el permiso para contratar el taxi aéreo, bueno, todo bien. Me subo al taxi aéreo y llegamos a San Andrés de Giles y el aeropuerto no existía, no lo encontramos nunca. Entonces, vimos que había gente que estaba preparando una carrera de cuadreras y bajamos ahí. Yo fui y volví varias veces para hacer un falso vivo. Era un sábado, estaba el programa de Pipo Mancera al aire, que Carlos estaba bastante enfrentado con Mancera, entonces hacíamos flashes en vivo, eran falsos vivos, pero eran vivos. Yo volvía con esos rollos terribles y había una moto esperándome en el aeropuerto, entregaba esos rollos inmensos de 60 cm de ancho, pesadísimos y me volvía. La última vez ya habían largado la carrera y le dije al piloto, bajemos en la ruta y allí bajamos, como corresponde.
VE: Trabajaste en casi todos los medios y con personas como Carrizo, Jauretche, Scalabrini entra tantas, también hiciste prensa y fuiste una de las personas más allegadas durante años de Sandro.
NL: Sí, la verdad que fue mi mejor amigo, yo no quería trabajar con él porque lo quería mucho y tenía mucho miedo que la amistad se rompiera, porque siempre cuando hay relaciones laborales, viste, por ahí hay cosas que no están bien o pasa algo y no quería perder la amistad que teníamos, pero no solo no la perdí, sino que fuimos muy amigos, fue mi amigo del alma realmente.
VE: Y también para Sinatra, Lola Flores….
NL: Activa estuve siempre, cuando se terminaba el trabajo periodístico yo empezaba a hacer otra cosa. Hice un gran trabajo para los italianos, porque hice la prensa Italiana 86, que nunca me voy a olvidar porque fue una de las experiencias más maravillosas, después hice Italiana 92, pero también, lo que hice entre medio fue quedarme a hacer el Ciclo Harmonía, de concierto, que fue una gran experiencia, conocí a músicos increíbles.
Y bueno, como vos decías lo de Sinatra y las posibilidades de poder estar cerca de muchas personas. Por mi relación con los italianos y el Ciclo Harmonía tuve la suerte de conocer al gran actor italiano, Vittorio Gassman, y eso es otra cosa para mí inolvidable. Y además, ¿sabes para quién labure? hace mucho, para los alemanes, trabaje mucho en cosas políticas, en aniversarios de cámaras y eso me conectó con un ser maravilloso que era el encargado cultural de la embajada alemana, Helmut Kohl, que nunca me voy a olvidar, una de las personas más increíbles que conocí en mi vida.
VE: ¿Cómo ves la situación del periodismo hoy?
NL: Yo creo que estamos pasando por una crisis en el periodismo muy grande, por la falta de veracidad en las noticias. La semana pasada dieron por muertas muchas personas. No chequearon la información, nadie se avergonzó y nadie pidió disculpas. Era simplemente llamar a la fuente. No es complicado, se perdió la esencia del periodismo, es decir, no te importa realmente que vas a decir.
VE: ¿Crees que lo que interesa en definitiva es la noticia show, la noticia espectáculo, para tener o mantener el rating?
NL: Sí, creo que todo está manejado por el rating. Mirá, lanzan la noticia de un muerto, si les da rating, todo el día hablan del muerto, si no les da rating, pasa inadvertido. Yo he llegado a leer en algún lugar, que dijeron que esas dos noticias habían sido lanzadas por La Cámpora para distraer. Lo que inventan para justificar los errores, es peor todavía que el error mismo.
- Entrevista en En qué nos parecemos (sábados de 13 a 14)
- Redacción Lucia Izaguirre
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