Por Valeria Rodríguez*
Una investigación publicada por el Dallas Center for Peace Studies reveló que varios bancos europeos financiaron los bombardeos saudíes y de la coalición al Yemen.
El informe se denomina “Financiación de armas de la guerra de Yemen” y analiza el periodo comprendido entre 2015 al 2019 en el cual da cuenta de la presencia de capitales financieros de entidades bancarias como el BBVA, Santander, el banco francés BNP Paribas, entre otros.
Cabe destacar que estos bancos no fueron sancionados por el apoyo financiero al bombardeo contra Yemen a pesar de demostrarse la violación al derecho internacional, pero como contraposición en 2014, el BNP Paribas tuvo que pagar una sanción de 8.834 millones de dólares por haber realizado acuerdos comerciales con Sudán e Irán.
De esta forma se convirtió en la primera entidad financiera a la cual le pesaban sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. La razón por la cual aportaron financieramente en las empresas armamentísticas es sencilla, Yemen, cuenta con el estrecho de Bab al Mandeb, uno de los pasos petroleros más importantes de la región.
Arabia Saudita que fue aliado de Estados Unidos pretende la hegemonía del estrecho y con la nueva administración Biden esa alianza puede tambalear. Dentro de la coalición se encuentra Emiratos Árabes Unidos que firmó la normalización de relaciones con Israel y se perfila como el sucesor de Arabia Saudita en lo que respecta a las alianzas con Estados Unidos.
A pesar de los bombardeos saudíes y de la coalición la resistencia del movimiento Ansarullah no les da tregua y responden a cada bombardeo apoyándose en el Capítulo VIII y el Art.51 de la Carta de Naciones Unidas que habla directamente de la libre determinación de los pueblos y el derecho a la defensa.
Si bien Arabia Saudita había firmado acuerdos multimillonarios con la administración Trump, las empresas prestatarios de las armas vendidas también recibieron financiamiento por bancos.
Las inversiones militares
Se estima que las instituciones financieras pagaron un total de 607.000 millones de dólares a los principales proveedores de armas de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos entre 2015 y 2019, periodo en el que se desarrollaron las operaciones militares más agresivas del ejército saudí contra civiles yemeníes.
Entre las 50 instituciones financieras citadas en el estudio se encuentran algunos de los principales bancos y fondos de inversiones de Europa y Estados Unidos.
Algunos de ellos son: Black Rock, Goldman Sachs, Morgan Stanley , Citigroup, y bancos europeos como Deutsche Bank, Barclays y la compañía de seguros francesa AXA.
Estas entidades destinaron su financiamiento a nueve compañías armamentísticas: Airbus, Boeing, General Dynamics, Leonardo, Navantia, Raytheon Technologies, Rolls-Royce, Thales y Rheinmetall AG.
Cabe destacar que el informe muestra que el 48,7 por ciento de las armas exportadas a Arabia Saudita y la coalición fueron aviones, 19,5 por ciento misiles, 14,6 por ciento vehículos blindados y 7,6 por ciento sistemas de defensa aérea.
Los bancos y la industria armamentística
Por otra parte, el BBVA y el Banco Santander han tenido un papel importante y polémico en lo referente al financiamiento. La polémica central se ubica en el caso de la compañía Raytheon la cual fue denunciada por expertos de las Naciones Unidas sobre Yemen por la producción de las bombas modelo GBU-12 Paveway que violan las normas internacionales y se utilizaron desde 2011 en Yemen. Estas bombas se lanzaron también en 2016 contra el hospital de Hajjah, y en Sana’a sobre un funeral civil el mismo año.
En el ataque al hospital, fallecieron 19 personas y 24 resultaron heridas mientras que en el ataque al funeral civil perdieron su vida 32 personas y 695 resultaron heridas este escándalo demostró la intención de Arabia Saudita y la coalición de atacar directamente objetivos civiles lo cual villa el derecho internacional.
A su vez, la naviera española Navantia, recibió financimiento de bancos como el BBVA, Santander, Bankia o Bankinter. Está empresa construyó cinco fragatas Avante-2200 encargadas por el gobierno de Arabia Saudita en 2018 que se entregarán en 2022. Asimismo, organizaciones de Derechos Humanos en España pidieron que se detenga la exportación de estas corbetas a Arabia Saudita.
El principal argumento es el incumplimiento de la ley española sobre comercio de armas y la Posición Común europea, por tener como destino un país que está involucrado en la flagrante violacion a los Derechos Humanos y ser culpable de la mayor catástrofe humanitaria de los últimos tiempos.
Según las Naciones Unidas, los bombardeos en Yemen han generado que casi 4 millones de personas fueran desplazadas de sus territorios y dejaron a más de 7 millones sin ayuda humanitaria.
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