Este 25 de marzo se cumplieron 44 años del asesinato de Rodolfo Walsh, emboscado por un Grupo de Tareas de la Armada en la intersección de las avenidas San Juan y Entre Ríos. Tenía 50 años, un día antes había despachado su Carta Abierta a la Junta Militar, el texto más emblemático sobre esa dictadura.
Para recordar a Walsh, a una figura que combina una enorme capacidad literaria, periodística y también un compromiso político inquebrantable, en Radio Gráfica entrevistamos a Carlos Aznarez y Eduardo Jozami. Ambos periodistas y militantes que han compartido espacios con Walsh.
Tanto Jozami como Aznarez han sido colaboradores en el mítico periódico de la CGT de los Argentinos, dirigido por Walsh, que se editó entre 1968 y 1970. Aznarez también lo hizo en la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA) y la Cadena Informativa, ambas parte de Montoneros, que tuvieron actividad durante la última dictadura. En ambos casos otro espacio que compartieron fue la militancia en el gremio de prensa durante la década del 60 y 70.
Las entrevistas fueron realizadas por Gabriel Fernández, Mauro Cavallín, Camila Hernández Benítez, Lautaro Fernández Elem y Manuel Maschi. El responsable de escribir el texto, Leonardo Martín. Un esfuerzo conjunto desde Radio Gráfica para dejar testimonios de aquellos que conocieron a Walsh, que pueden contar su experiencia y acercarnos de algún modo a su figura, una referencia en nuestra práctica periodística.
CARLOS AZNAREZ – Trabajador de prensa, militante político y sindical. Participó del periódico de la CGT de los Argentinos. Fue integrante de ANCLA y la Cadena Informativa. Actualmente dirige Resumen Latinoamericano.
“La relación con Rodolfo, además de coincidir políticamente y compartir el gremio de prensa, me permitió desarrollar una actividad periodística con un maestro, con un hombre con un talento increíble y una humildad a prueba de balas”.
“Ancla fue una experiencia maravillosa, era lo necesario hacer en ese momento. Walsh era el jefe periodístico en un espacio donde también participaron Lila Pastoriza, Lucila Pagliai y Eduardo Suárez (y el propio Aznarez).
“Rodolfo lo venía preparando un año antes cuando nos fue convocando para hacer prácticas, no sabíamos que iba a ser la experiencia que finalmente fue. Al principio trabajábamos para generar archivo y empezar a desarrollar una publicación que, finalmente, no pudo salir. Entre marzo y junio (1976) nos volvió a convocar en la clandestinidad para llevar adelante el proyecto de la agencia”.
“La idea de Rodolfo era armar un proyecto analítico e informativo en tiempos durísimos de censura y represión en todos los aspectos. Además, de autocensura obligada, con medios donde no se podía sacar ningún artículo disidente. Fue una agencia que se conformó en un piso clandestino, con mimeógrafos a alcohol, imprimiendo en papel biblia y haciendo sobres con los despachos”.
“El mimeógrafo a alcohol era porque no hacía ruido. El papel biblia era para que los sobres no abultaran. Todos los días salíamos a dejarlos los sobres en los buzones colorados del correo, lejos de la oficina. Mandábamos al exterior, al interior, a altos oficiales del Ejército, de la Armada, curas, periodistas, empresarios”.
“Teníamos un excelente equipo de informantes. Además teníamos la información de miles de militantes de la organización montoneros que hacían llegar datos de secuestros, lugares de chupaderos. Los campos de concentración los descubrimos gracias a un compañero (Horacio “Nariz” Maggio) que huyó de allí, que luego fue nuevamente capturado y asesinado salvajemente en la ESMA . Ahí tuvimos constancia que existía un nuevo espacio de represión que eran estos campos de concentración, cosa que ya habíamos palpitado a través de investigaciones que hizo Rodolfo y que luego fuimos constatando de gente que desaparecía y que alguno de los que salían de esos campos de concentración decían “lo ví a tal”, al que nosotros lo dábamos por muerto porque habían aparecido noticias de que habían sido asesinados en tiroteos”.
“En los despachos denunciábamos todas estas barbaridades que sucedían, operaciones de corrupción inmobiliaria, de los robos quedándose con casas de gente detenida o internas de las Fuerzas Armadas. Por nuestro nombre, al principio el Ejercito pensaba que éramos de la Marina, la Marina decía que era de Campo de Mayo. Después se fueron dando cuenta que era un servicio informativo no orgánico de la organización montoneros. Cumplió un rol impresionante, rompimos el muro del silencio. nuestros despachos eran tomados por el diario Le Monde, Cambio 16 de España o los mismos diarios comerciales de cada país. Esto de alguna manera volvía a la Argentina. Rodolfo fue la figura fundamental, al principio trabajó todo el tiempo, después venía cada tanto, finalmente había descentralizado las tareas que luego fueron coordinadas por Lila Pastoriza”.
“Trabajábamos en un piso clandestino, muy cerca de Palermo. Después la casa fue reventada por la Marina, en una situación donde nos salvamos de milagro gracias a nuestro compañero Eduardo Suárez, que fue desaparecido junto a su señora Patricia Villa. Nosotros, antes de entrar, siempre muy temprano, teníamos una rutina. Mirábamos desde muy lejos una terraza, un balcón, donde sí había una prensa colgada era la señal para entrar o no entrar. Ese día, primero vimos luz en una ventana lo que era muy extraño, pero después vimos la señal que no teníamos que entrar por la prenda. Eso fue lo que nos permitió sobrevivir”.
CGT DE LOS ARGENTINOS. “En el periódico de la CGT de los Argentinos volcó toda su ideología de trabajar para la construcción de una formación política ligada al movimiento obrero. Confiaba fundamentalmente en la clase trabajadora peronista, aunque no era un tipo sectario. Apostó a la posibilidad que se abrió en esa CGT de los Argentinos donde se encontró con cuadros sindicales muy formados en la política y en la reivindicación. Era un gran admirador de Raimundo Ongaro, una de las cosas en donde más trabajó fue en apuntalar a Raimundo, vinculado al cristianismo más profundo y también con la idea de los trabajadores al poder”.
WALSH. “La personalidad de Rodolfo era muy atractiva, un hombre humilde, tenaz, inteligente y corajudo. No se subió al púlpito de la intelectualidad, sino que bajo a pie de calle, se mezcló con la clase trabajadora, tomó las armas cuando había que tomarlas, estuvo en el lugar indicado cuando había que estarlo. Cayó en su ley, no dejando que lo capturara vivo la Marina y a la vez mandando la carta con la denuncia a la Junta Militar que recorrió el mundo y es un documento impresionante”.
“Reúne tres cualidades: escritor, militante y periodista. Se sirvió de las tres para tratar de alentar la posibilidad y dar la esperanza que en tiempos muy duros se puede seguir y dar la esperanza de la resistencia, la lucha y la posibilidad de vencer”.
“Siempre fue un militante, lo fue en Cuba, en la CGT de los Argentinos donde dirigió el diario, lo fue cuando se metió en las Fuerzas Armadas Peronistas, cuando ingresó a Montoneros y murió como militante”.
EDUARDO JOZAMI – Militante de la izquierda revolucionaria y del gremio de prensa. Fue diputado nacional, funcionario, docente. Actualmente Director de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa. Escribió el libro “Rodolfo Walsh, la palabra y la acción”.
“Conocí a Walsh en los años sesenta cuando vino a participar en la asamblea donde el sindicato de prensa de Buenos Aires decidió separarse del Movimiento de Unidad y Coordinación Sindical, que era el agrupamiento que orientaba el Partido Comunista, y adoptar una línea que buscaba un acercamiento con los sectores más combativos del peronismo donde pesaban mucho las figuras del Che, Cooke y del peronismo revolucionario. En la década del 60, cuando yo estaba como secretario general del gremio de prensa tuvimos una discusión política ideológica que fue muy importante en el gremio. Era un momento de crisis tanto en la izquierda como en los sectores del peronismo revolucionario”.
“A nivel periodístico hubo en ese período, desde mediados de los 60 hasta el Golpe de 1976, muchos cambios políticos y con ello hubo distintas expresiones periodísticas. Democracia había sido un periódico que había apoyado a Frondizi y luego apoyó al peronismo combativo. Había publicaciones de izquierda con una llegada importante como la revista Che, que apoyaba a la Revolución Cubana. Diario El Mundo dio espacio a cierta expresiones de la izquierda, fue crítico del golpe de Onganía”.
“En la medida que va surgiendo una corriente peronista revolucionaria. Es difícil encontrar alguna similitud y significancia como la que tuvo el periódico de la CGT de los Argentinos. Tuvo características muy particulares que lo marcaron desde un principio. Era un proyecto periodístico planteado con mucha seriedad y profesionalidad, con un grupo de periodistas muy talentosos”.
“Yo fui un colaborador, no era parte del grupo que lo dirigía. En la CGT de los Argentinos escribían (José María) Pasquini Durán, Rogelio García Lupo, Horacio Vertbisky y muchos otros que además de ser periodistas brillantes, también trabajaban en los medios comerciales. Contaban con información que no siempre se podía contar en los ambientes sindicales y militantes”.
“Walsh tenía una gran capacidad para conformar grupos de trabajo, tenía una gran preocupación por los demás, respeto por su trabajo. Eso garantizó que esos proyectos marchen sin conflictos y choques individuales. En la CGT de los Argentinos se garantizó porque había una consciencia, con un compromiso fuerte, pese a los pocos recursos.”.
“Tuvo un compromiso político fuerte, fue además un gran escritor de ficción, creador de un nuevo género en la literatura argentina que es el relato testimonial, que después se llamó relato de no ficción que aparece en la literatura argentina con Operación Masacre. Además fue un pensador político importante que se fue formando a lo largo de los años. A comienzos de los 70 Walsh decía que era un mal marxista. El tenía un modelo de lo que habían sido los teóricos de la izquierda o la izquierda nacional que poco tenían que ver en su estilo con Walsh, que tenía una forma de aproximarse distinta a los hechos”.
“Durante la dictadura se conocieron textos de Walsh que él había escrito para la discusión interna en Montoneros, son muy sugerentes e interesantes. Eran reflexiones que deberían figurar con los grandes textos del debate y las coyunturas de lo que ha sido la resistencia a las dictaduras”.
“En mi opinión, la Carta Abierta a la Junta Militar es el texto emblema para discutir ese período, ha llegado a sectores que habitualmente no llegan esos textos”.
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