Por Gabriel Fernández *
Las dos grandes potencias de habla hispana se están reuniendo. Dos de las tres economías más importantes de América latina, después de lanzarse mensajes afectuosos a lo largo de un año, se miran de frente e inician un complejo, extenso y promisorio sendero de confluencia. Lo hacen tras definir algunos lineamientos estratégicos en el orden interno; México profundizando su soberanía energética, la Argentina impulsando el Consejo Económico y Social.
El presidente Alberto Fernández llegó este lunes al aeropuerto internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, acompañado por la primera dama, Fabiola Yañez y un equipo de colaboradores, para participar de una de las ceremonias de conmemoración de los 200 años de la independencia, a la que fue especialmente invitado por su par, Andrés Manuel López Obrador. Pero la visita no será apenas, un saludo. Ambos países han elaborado una agenda de trabajo que, si se repasa, contiene ítems de sumo interés.
La primera reunión del jefe de Estado argentino se concretará en las primeras horas de la tarde con varios empresarios mexicanos en el Hotel Intercontinental. La intención es que quienes tienen inversiones en la Argentina amplíen su participación para potenciar el comercio con México. También se va a tratar la colaboración entre ambos países para la producción de una de las vacunas contra el Covid-19, la de Oxford-AtraZeneca. Ambos jefes de Estado coinciden en la importancia de garantizar gratuitamente el medicamento preventivo.
Por la tarde, se iniciará el diálogo con López Obrador. Ambos visitarán el laboratorio Liomont, ubicado en Cuajimalpa de Morelos, donde se completa el proceso de fabricación y envasado de la vacuna cuya elaboración arranca en Argentina. Según la información recogida por este medio, en ese trayecto los presidentes conversarán de modo informal sobre la situación de la Organización de Estados Americanos.
El martes por la mañana el Presidente irá al Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo Federal, donde será recibido por su par mexicano en la Puerta de Honor. Tras una reunión –ahora sí, con carácter oficial- ambos mandatarios ofrecerán una conferencia de prensa conjunta y luego compartirán un desayuno de trabajo junto a los cancilleres Felipe Solá y Marcelo Ebrard. Con posterioridad habrá un nuevo encuentro con empresarios, entre los cuales estará Carlos Slim.
En su último día de visita, el miércoles 24 de febrero, Alberto Fernández visitará la ciudad de Iguala de la Independencia, en el estado de Guerrero, donde se realizará el acto central por los 200 años de la independencia alrededor de las 15:30 horas. La comitiva argentina regresará al país por la noche. A lo largo de la estadía, los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el mencionado Solá, de Economía, Martín Guzmán; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz sostendrán encuentros con funcionarios de AMLO.
La búsqueda de un vínculo, aunque se encuentra en línea con la acción oficial sureña sobre Bolivia y Chile, la trasciende debido al volumen y la ubicación del anfitrión. En este caso no se está laborando por la reconfiguración del Unasur sino tendiendo un puente hacia el Hemisferio Norte. López Obrador, de buena relación con el anterior gobierno norteamericano, necesita ensanchar sus hombros para afrontar la gestión demócrata que arribó hace un mes.
Lo hace al frente de una nación gigantesca y entornado por vecinos portadores de conflictos varios, en busca de soluciones ancladas en realidades sociales de por sí complicadas y ahora enrarecidas por la pandemia. La perspectiva de concretar acuerdos sólidos de rasgos perdurables en uno y otro extremo del continente amerita diseñar la esperanza de imbricar dos PBI trascendentes, con regiones en competencia y otras en complementariedad.
En verdad no es preciso efectuar nuevos acuerdos sino poner en marcha el Acuerdo de Cooperación Estratégica suscripto en 2007. En ese pacto bilateral está incluido un factor clave: la Comisión de Asuntos Económicos, Comerciales y de Inversión. Es claro que las gestiones anteriores en ambos países no emplearon a fondo las herramientas institucionales señaladas y resulta previsible que debido a la orientación que evidencian las actuales, las mismas cobren la dimensión y la dinámica adecuadas.
Pero el hilván es más abarcativo. Ya existen numerosos pactos de importancia: Acuerdo de Cooperación para el Uso Pacífico de la Energía Nuclear; Acuerdo sobre el reconocimiento mutuo de títulos, diplomas y grados académicos de educación superior; Acuerdo sobre transporte aéreo; Acuerdo de Cooperación Económica; Acuerdo sobre Planificación Económica y Social; Acuerdo sobre la transferencia de nacionales condenados y el cumplimiento de las penas penales; Acuerdo de Cooperación para la Lucha contra el Abuso y el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas; Acuerdo de Cooperación Turística; Acuerdo de Cooperación Técnica y Científica; Acuerdo de Cooperación en Coproducción Cinematográfica; Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones; Acuerdo para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de impuesto sobre la renta proveniente de la operación de buques y aeronaves en el transporte internacional; Acuerdo de Cooperación Cultural y Educativa; Acuerdo sobre la reciprocidad en el uso de satélites y la transmisión y recepción de señales de satélites para la prestación de servicios satelitales; Tratado de Cooperación sobre Asistencia Jurídica en Materia Penal; Tratado de Extradición; Acuerdo de cooperación, asistencia administrativa mutua e intercambio de información en materia aduanera y un acuerdo para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en relación con los impuestos sobre la renta y la equidad.
Las relaciones entre México y la Argentina se remontan a los tiempos de la insurgencia desplegada en el país norteño y al establecimiento de las Provincias Unidas en nuestras tierras (1818). El enlace formal se forjó en 1888. En 1927 se radicaron embajadas de cada país. Vale recordar que antes de ese proceso de consolidación los dos protagonistas revolucionaron su vínculo con España en 1810.
Esta es una apuesta fuerte para los dos países. Sus resultados no se visualizarán de modo inmediato, sino a lo largo del camino de recomposición que ambos encaran con ritmos y exigencias diferentes.
(*) Director La Señal Medios / Área Periodística Radio Gráfica / Sindical Federal
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