Durante la última dictadura cívico-militar, funcionaron en Campo de Mayo cuatro campos de concentración (El Campito, Las Casitas, La cárcel de Encausados y el Hospital Militar), en los que hubieron entre 5.000 y 7.000 secuestrados y desaparecidos. Sin embargo, a pesar de que a partir del 2003 se avanzó en los juicios de lesa humanidad, actualmente solo hay 38 genocidas procesados.
“Campo de Mayo está tan tapado, no es como la ESMA”, expresó Iris Avellaneda, una de las sobrevivientes, en Radio Gráfica.
“Nosotros lo que estamos peleando, lo que estamos exigiendo es que nos den un lugar en Campo de Mayo. En la época de Macri, no pudimos logramos nada, al contrario, nos sacaron de todo. Lo único que podíamos hacer era entrar en Campito y homenajear a los compañeros, que se sabe que están enterrados ahí”, contó.
Iris Avellaneda fue secuestrada el 15 de abril de 1976 junto con “Negrito” Floreal Avellaneda, su hijo de 15 años, que fue arrojado al mar en los vuelos de la muerte, siendo su cuerpo hallado el 14 de mayo de ese mismo año en las costas uruguayas.
“Nos sacaron, nos balearon la casa y de ahí nos llevaron a la comisaría de Villa Martelli. De ahí, me llevan solamente a mi al Campito. Estuve 15 días desaparecida, donde recibí toda clase de tortura, desde simulacro de fusilamiento, picana, garrotazo. Qué no hicieron estos milicos genocidas con nosotros”, narró.
Y continuó: “A los 15 días de haber estado ahí, en Campito, me sacaron y me llevaron a la cárcel de Olmos. En la cárcel de Olmos, pregunto ‘¿cometí algún delito grande?’ Y el director del penal me dice ‘no señora, usted está acusada de comunista montonera’. Estuve hasta el 18 de noviembre del mismo año. Nos trasladaron a Devoto, porque vino una orden de arriba que todas las presas políticas tenían que concentrarse en Villa Devoto. Fue una lucha tremenda”.
Además, Iris Avellaneda destacó la militancia gremial de su marido, que fue delegado de la fábrica Tensa, una metalúrgica de Munro. “Mi marido se pudo escapar, pero en represalia nos llevaron a los dos”, recordó.
“Mi hijo estaba afiliado a la Federación Juvenil Comunista, toda la familia era comunista. Con qué derecho se llevan a una criatura que no hacía mal a nadie”, manifestó.
Y agregó: “El cuerpo aparece con un barco pesquero que se iba arrimando a la costa de Montevideo, arrastrando bolsas negras. El fotógrafo sueco que estaba ahí, como pudo, sacó fotos y, gracias a esas fotos, nosotros pudimos llevar a juicio en el 2009. Fue un juicio largo, fue la primera megacausa que tuvimos de Campo de Mayo”.
Santiago Riveros, ex comandante de Institutos Militares, fue condenado a prisión perpetua. Al general Fernando Verplaetsen, jefe de inteligencia en Campo de Mayo, y al entonces jefe de la Escuela de Infantería, general Osvaldo García, se les dio 20 y 25 años respectivamente. A los oficiales César Fragni y Rául Harsich, 8 años, y al suboficial de Martelli, Alberto Aneto, 14 años.
“Cuando las juezas dieron las condenas, enseguida los abogados apelaron. Qué pasó con esa causa, quedó cajoneada desde el año ‘83. Es una vergüenza la Corte que tenemos, no es Justicia, es cualquier cosa menos Justicia. Ahora hemos mandado una carta para ver si podemos tener una entrevista con ellos, para ver qué pasó con esa causa”, destacó.
Desde la Asociación civil Sobrevivientes, familiares y compañeros de Campo de Mayo solicitaron una reunión con el objetivo de pedir no solo que se le devuelva el rango ministerial a los Derechos Humanos, sino también que se señalicen los campos de concentración, que se cree un espacio para la Memoria y se disponga de los fondos que requiere el Equipo Argentino de Antropología Forense para finalizar el relevamiento sobre la existencia de enterramientos en el predio.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari en Punto de Partida (lunes a viernes de 8 a 10hs)
Discusión acerca de esta noticia