Por Juliana Milanesio
Ver una mujer manejando un camión es poco habitual y es que solo representan el 0,14%. Hay 447 inscriptas de un total de 300.961 camioneros y camioneras. Por eso nos preguntamos quiénes son las mujeres que están al volante.
Analía Soledad Risso trabaja hace trece años en AESA S.A., empresa de servicios de Higiene Urbana en la Ciudad de Buenos Aires. Empezó haciendo barrido manual y desde hace tres años que es conductora de camiones recolectores de residuos. La Sub Base desde donde comienza su recorrido está ubicada en el barrio de La Boca, en Pedro de Mendoza y California, extendiéndose luego por Avenida de Mayo y 9 de Julio.
“No me lo imaginaba (ser conductora), pero si tenía las ganas o la idea. Pasaba por mi cabeza. Me gusta manejar y por eso cuando me hicieron la propuesta fue un rotundo sí. Por ahí con un poco de nervios porque no es lo mismo que el auto. Tal vez no era miedo, si ansiedad, pero siempre al frente. Fue un sí rotundo, probé y me encantó. Me encanta mi trabajo”, expresa Soledad Risso, llena de orgullo de su puesto de camionera para Radio Gráfica.
Para que ella y otras tres compañeras estuvieran a cargo de los vehículos, Cristina Paz fue una pieza fundamental. Mamá de Soledad y delegada del gremio de camioneros, hace casi veinte años que trabaja dentro de la Federación Nacional.
Cuando ingresó como barrendera era muy pocas mujeres, ni hablar que ninguna conducía un camión. Desde que ingresó Cristina pasaron de ser veinte mujeres en total en la base, repartidas en dos turnos, a un total de más de cincuenta trabajadoras. Un aumento de más del doble en cada turno. Además hay dos conductoras.
“Cuando llegamos no tuvimos un recibimiento acalorado pero fuimos aceptadas. Con quienes nos costó más fue con los compañeros camioneros y cargadores, les costó asimilar que éramos mujeres las que tirábamos las bolsas al camión. Pero nosotras nos adaptamos en seguida” cuanta Cristina Paz.
La delegada expresa “desde el sindicato y hasta el mismo Hugo Moyano, han pedido explícitamente que se introduzcan más mujeres en el sector y es por ello que somos cada vez mujeres las que nos dedicamos a esta actividad”. Fue así que cuando ofrecieron dos puestos de conductoras, su hija Soledad junto a otra compañera no dudaron. Eran las únicas dos mujeres que tenían registro de conducir y ninguna de las dos dudo en tomar la tarea.
“Cuando rendimos los exámenes para sacar el registro profesional rendimos todo bien, fue algo sencillo. Pero así y todo se asombraban, nos miraban como diciendo ¿Qué categoría venís a pedir? Pero siempre desde el asombro nunca poniendo trabas”, dice Soledad que maneja un camión recolector y continúa “cuando llegamos a la base, que el 98% son hombres, también fue un recibimiento en donde los compañeros se preguntaron, qué pasó acá. También en la calle te paraban o te quedaban mirando, volvían la cabeza para atrás para verificar si habían visto bien que era una mujer la que estaba manejando”.
Pero a pesar de que hace varios años que existen las mujeres que se dedican a esta actividad, todavía es noticia cuando las primeras mujeres en alguna profesión llegan al volante de vehículos grandes. mismo escribiendo esta nota, cuando tipeo camioneras lo identifica como una palabra inexistente, un error ortográfico y me ofrece opciones como “cocineras”, o “camionetas”. Pero acá hablamos de Camioneras.
Cuenta Soledad que frente al volante le han pasado miles de experiencias “Por ejemplo me pasó que un colectivero estaba parado, yo esperando que el colectivo se corra y me acuerdo que quedó parado. De repente veo al chofer en frente de mi unidad y me hace señas y me pidió una foto. ¡No lo puedo creer, quiero una foto con vos!, me decía. Te pasan esas cosas, como también te cruzas con hombres que todo lo contrario. Nos decían cosas por nada, por pasarlos en la calle nada más”.
“Para mí es abrir camino a más mujeres, capaz te ve una nena y se entusiasma. Yo creo que llama la atención, que abre puertas. que les puede llegar a interesar y decir “´yo quiero hacer esto´”. Te da la posibilidad de pensar en ser conductora de camión. Hace que a más mujeres se nos plantee la idea de hacer estos trabajos”, declaró la conductora profesional reflexionando sobre su trabajo y lo que puede significar para otras mujeres y niñas.
Risso es de ese 0,14% de las conductoras registradas en nuestro país y cuando le preguntan sobre su trabajo contesta firme y orgullosa “Me siento enorme, subo al camión y me encanta mi trabajo”.
*Columnista en Feas, Sucias y Malas y Abramos la Boca
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