Por Tony Aira (*)
El 4 de septiembre de 1909 nació en Buenos Aires una criatura que será un ícono del humor. Fue bautizado con el nombre de José Biondi, pero será para siempre Pepe Biondi.
Hijo de inmigrantes italianos, en su casa faltaba todo y sobraban necesidades. La infancia de José se interrumpió a los nueve años cuando un circo llegó a su barrio. Lo que en otros niños era sinónimo de divertimento para Josecito fue trabajo. Luego de dar unas cuantas piruetas, el dueño del circo consultó a su madre si permitía que se sumara a la troupe. Los Biondi no pusieron reparos: era una boca menos para alimentar.
José quedó a cargo de un veterano payaso brasileño apodado Chocolate. La vida del circo era atroz. Su tutor le propinaba tremendas palizas con la excusa de quitarle el miedo. Luego de cinco años de mala vida, Rosita – pareja de Chocolate – se cansó del sufrimiento del pequeño y buscó a sus padres pero la familia Biondi se había mudado. Con mucho esfuerzo logró encontrarlos y Pepe retornó a un hogar que estaba en peores condiciones que un lustro atrás. En los años posteriores trabajó de lustrabotas y canillita. En un encuentro casual con un viejo payaso, Pepe decidió regresar a la vida circense.
En 1930, Pepe Biondi debió hacer el Servicio Militar. En el cuartel aprendió a leer y escribir. Desde ese momento se convirtió en un ávido lector. Concluida la colimba, Pepe conoció a Teresa Moraca, un amor a primera vista. Pero la familia de ella no veía con buenos ojos al muchacho cirquero. ¿Qué futuro podía tener Teresita al lado de ese hombre? Sin importar las dudas, Pepe y Teresa se unieron en matrimonio. Para desgracia, Pepe se lastimó la espalda en una acrobacia y quedó postrado durante un año. Ya había nacido Margarita, única hija del matrimonio.
Una vez recuperado, Pepe decidió cambiar el rumbo y comenzó una carrera ligada al humor. Conoció al artista ruso Bernardo Dvorkin, “Dick“, y formó un dúo que tuvo rápido éxito en la noche porteña. Fueron un rápido suceso en teatros y clubes nocturnos. En 1939 tuvo su primera aparición en el cine con un rol secundario en “Cándida“. Al año siguiente participó de “Flecha de Oro“, junto a Pepe Arias.
La carrera de Pepe Biondi había cambiado. Menos volteretas y más chistes. El dúo con Dick tuvo un éxito notable en Santiago de Chile y fue el comienzo de una sociedad que duró 23 años. Suceso en todos los escenarios de Hispanoamérica. En México fueron contratados para actuar en el mismo show que Josephine Baker. Ellos debían salir al escenario antes que la Diosa de Ébano pero el suceso que tuvieron fue tan grande que la mítica estrella amenazó con retirarse si no finalizaban los aplausos hacia ellos.
En Cuba cambiará la vida de Pepe Biondi. Allí conoció a Goar Mestre. El Zar de la televisión los contrató para trabajar en radio y televisión por seis meses. El suceso fue imparable. Tan así que en julio de 1953 comenzó “El Show de Dick y Biondi”. Todos los miércoles, de 21.30 a 22.00 horas, la isla se reía junto a ellos.
Pero hubo otro cambio en la vida de Biondi. En 1956, luego de 23 años juntos, el dúo se separó. Dick decidió trasladarse hacia España con su nueva esposa y Pepe no tuvo claro su futuro. Goar Mestre lo convenció de ponerse al frente de un nuevo show televisivo. “El Show de Pepe Biondi” fue un éxito que superó cualquier previsión. Tan grande fue su fama que el 4 de septiembre de 1959, el día de su cumpleaños 49, Pepe Biondi fue secuestrado por un comando del Movimiento 26 de julio al mando del famoso revolucionario Martínez Bello. En el comunicado, el grupo expresó: “Somos el Movimiento 26 de Julio y no queremos que Cuba ría hoy“.
En 1960, Pepe Biondi dejó Cuba para trabajar en Canal 13, propiedad del empresario cubano. Habían pasado muchos años de su salida al país y las dudas de Pepe eran demasiadas. Para convencerlo le ofrecieron un contrato de tan sólo seis meses.
El 7 de abril de 1961 comenzó “El Show de Pepe Biondi“. Se emitía los viernes a las 21:30. Duraba media hora y tenía un elenco donde se destacaba su yerno, el cubano José Pepe Díaz Lastra, Mario Fortuna, Carmen Morales, Carlos Scazziotta y una muy joven Luisina Brando.
En 1968 comenzó “Viendo a Biondi“. Fue un éxito rotundo. Tuvo picos de audiencia jamás igualados. El programa con Ringo Bonavena alcanzó los 62 puntos de rating. En 1967, Pepe Biondi filmó Patapúfete con Mariquita Gallegos, pero la película no alcanzó el éxito esperado ya que Biondi no se sentía cómodo en el cine.
La dureza de su niñez comenzó a pasarle factura con los años. Un grave problema cardiaco lo tuvo a mal traer. Fue necesaria una operación en Houston, Texas. Por error, se informó el fallecimiento de Biondi pero un nuevo cable rectificó la información. La operación había sido un éxito. Cuando Biondi regresó al país produjo algo que jamás sucedió y volverá a suceder: todos los diarios tuvieron un cartel donde solo estaba su cara y una inscripción “Este viernes, a las 21:30“.
1971 fue su último año al aire en Canal 13. Al año siguiente, las nuevas autoridades no le renovaron el contrato. En el verano de 1971 hizo su último trabajo teatral junto a Carlitos Balá en donde interpretó a un viejo payaso. Aceptó la oferta para conducir un programa especial en Canal 11 junto a todo su equipo. Ese fue su último trabajo en TV.
José Biondi falleció el 4 de octubre de 1975. Su velorio y entierro fueron multitudinarios. Pero llamó la atención un joven que se presentó al funeral con un sencillo ramo de flores. Margarita lo reconoció y le permitió colocar las flores sobre el ataúd. Era un nieto cumpliendo el último pedido de su abuela. Una historia conmovedora. A comienzos de 1975, Pepe tomó un taxi para ir al Instituto del Diagnóstico. El taxista lo reconoció y le dijo que su abuela estaba muy enferma y lo admiraba mucho. José le dice que lo lleve a visitarla. Se colocó la peluca y le dio un show personal de 45 minutos. La abuela le pidió al nieto qué, cuando llegara el momento, le deje un ramo de flores de parte de ella en agradecimiento.
Como ésa hay muchas historias que pintan a la persona. Tan tierno como conmovedor. Cuando Pepe Biondi era un artista reconocido en toda América se encargó de cuidar de Chocolate y Rosita, la mujer que le salvó la vida de adolescente. Así de bondadosa era el alma de Bondi.
Pasados tantos años de su tiempo, aun siguen siendo graciosos sus “Pepe Curdeles”, “ Pepe Luis”, “Pepe Galleta” y su inigualable “ Narciso Bello” por que en un mundo tan difícil fue un verdadero oasis su inmensa ingenuidad.
¡Patapúfete!
(*) Integrante de “Hay, Che domingo”
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