El desalojo de la toma de Guernica puso en escena el problema de la dificultad de acceso a la tierra. Un problema que viene de vieja data, pero que se profundiza cada vez más. Mientras tanto, el gobierno de la provincia de Buenos Aires trabajará en el Plan Bonaerense de Suelo, Vivienda y Hábitat, lanzado por Axel Kicillof durante el mes de septiembre.
Eduardo Reese, docente del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional General Sarmiento, aseguró en Radio Gráfica que las políticas de vivienda deben incluir la “intervención a los mercados inmobiliarios”.
“Necesitamos incorporar una política muy clara de que el Estado va a conducir el proceso de organización porque sino lo conduce el mercado”, remarcó.
El plan presentado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires prevé, entre otras cosas, la construcción de 33.600 viviendas nuevas; la reactivación de 9.738 obras que quedaron frenadas durante el gobierno de Mauricio Macri, el desarrollo de 85.353 lotes con servicios. ”Necesitamos incorporar a todo esto, otras medidas que son complementarias, pero que además son imprescindibles”, remarcó.
“Todas las medidas que están en el plan son medidas clásicas de un gobierno neodesarrollista”, detalló Reese. Y agregó: “Ahora no se puede tener medidas desarrollistas en materia de infraestructura mientras se tiene una política neoliberal de suelo porque esa contradicción es fatal”.
Además, el integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) manifestó que “hace falta repartir las extraordinarias valorizaciones inmobiliarias que se producen cada vez que el Estado toma una decisión”. “Cada vez que el Estado incentiva la demanda, los precios del suelo empiezan a subir artificialmente, lo que efectivamente lesiona la posibilidad de los sectores más pobres de acceder a un lote”, explicó.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari en Punto de Partida (lunes a viernes de 8 a 10hs)
- Redacción por Erika Eliana Cabezas
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