Por Valeria Rodríguez*
A principios de octubre, Emmanuel Macrón presentó un proyecto de ley sobre “separatismo religioso” pero, curiosamente, está dirigida al Islam. Presentado por Macron con bombos y platillos, será oficializado a principios de diciembre para ser debatido durante el primer semestre del 2021.
Macrón sostiene que el “radicalismo islámico” es un peligro para Francia, haciendo referencia a ciertas actitudes respecto a la publicación de caricaturas en torno al profeta, lo cual generó grandes manifestaciones, incluso acciones violentas que fueron atribuidas a “terroristas” islámicos, pero lejos de criticar la provocación de la revista Charlie Hebdo, apoyó lo que él denomina “libertad de expresión”.
Cabe destacar que en 2016, la misma revista realizó publicaciones similares que generaron una ola de manifestaciones populares alrededor del mundo repudiando esas acciones y abriendo el debate sobre los límites de la libertad de expresión.
El proyecto de Macron
Al presentar el proyecto de ley afirmó que el Islam está en crisis e hizo referencia al peligro del “separatismo islamico” como un peligro para Francia y con esa excusa utiliza el proyecto de ley no sólo para controlar el financiamiento de instituciones religiosas, sino también para torcer las bases religiosas a lo que el llama valores franceses. Cabe destacar que Francia tiene la población musulmana más grande de Europa con alrededor de 6 millones de personas.
En los últimos años, Francia a pesar de vanagloriarse con los valores liberales de la revolución francesa prohíbe la utilización del velo en las mujeres en instituciones públicas e incluso prohibió la utilización del “burkini” en las playas.
Con este proyecto avanza aún más en la manipulación del Islam y la creación de uno artificial que tan solo sea un conglomerado de creencias dogmáticas y acciones litúrgicas individualistas.
Uno de los puntos del proyecto es la imposición de restricciones adicionales a los musulmanes en el país incluyendo el cierre de centros islámicos, continuando con su política que desde enero ya cerró 74 centros islámicos y mezquitas.
El proyecto también incorpora restricciones en lo referente a la educación en el hogar, ya que considera que desde los 3 años las familias musulmanas “adoctrinan” a sus niños por lo tanto con este proyecto de ley obliga a esas familias a escolarizar a los niños de manera laica.
Por otro lado, el Estado francés realizará un monitoreo estricto a las organizaciones y asociaciones deportivas islámicas, ya que sostiene que se oponen a los valores franceses. Otro punto es la restricción de las certificaciones de clérigos islámicos, así como el control financiero de las instituciones religiosas.
Este último punto se refiere a la creación de un Centro de Estudios de Islamologia, a través del cual se impulsa la investigación del Islam.
Muchos analistas sostienen que lejos de la investigación neutral lo que se busca con esto es la alienación del Islam a los valores liberales, la desideologización y la colonización cultural del Islam, una estrategia que han utilizado los colonialismos en Asia Occidental y no hace más que aumentar la fragmentación interna.
El Islam y las deformaciones
El Islam es una forma de vida, una cosmovisión comunitaria del mundo que difiere de la cosmovisión liberal, es decir, el Islam no concibe al hombre como malo por naturaleza sino que se forma en relación a sus acciones y debe actuar con responsabilidad.
Es por ello que cuenta no sólo con una visión social de la economía sino que plantea una serie de valores que son vistos por algunos como contrapuestos al liberalismo.
A su vez, existen dos escuelas de pensamiento, el Sunnismo y el Shiismo, si bien ambas escuelas muchas veces son vistas como contrapuestas, lo cierto es que son complementarias.
En el correr de la historia los colonialismos impulsaron la idea de división para reforzar su hegemonía política en Asia Occidental, apoyando la formación de sectas o deformaciones del Islam que serían funcionales a sus intereses.
Un ejemplo de ello es el wahabismo, que fue creado en el siglo XVIII por Abdel Wahhab con financiamiento y apoyo de Gran Bretaña. Este movimiento es visto como una amenaza para el mundo islámico ya que es una de las ideologías impulsadas por movimientos como Isis que tiene financiamiento por parte de Estados Unidos, hecho que fue sincerado en el libro de Hillary Clinton.
Por otra parte, también existen movimientos artificiales como es el caso del movimiento Al Qadiani’ A o Ahmadía, cuyos orígenes datan del siglo XIX, durante la ocupación inglesa en la India de manos de Merzah Ghulam Ahmad de ascendencia inglesa y cuya principal idea era la separacion del Islam de lo político que permitiría que el colonialismo inglés consiguiera la influencia de la zona sin resistencia alguna.
Otra secta es el Movimiento impulsado por Fethullah Gulen, inspirado en el movimiento Nucru y devenido en una secta new age que impulsa el individualismo y el secularismo, cabe destacar que este último cuenta con financiamiento de la CIA y tiene presencia en más de 130 países. Si bien se centra en la difusión del panturquismo, también tiene un sentido neoliberal que es mucho más aceptable para el liberalismo que cualquiera de las dos escuelas centrales del Islam.
Libertad, Igualdad y Fraternidad
En la última encíclica papal “Frattelli Tutti”, el Papa tituló uno de sus capítulos con los tres valores de la revolución francesa y criticó su manipulación refiriéndose al neoliberalismo.
” (…) El individualismo radical es el virus más difícil de vencer. Engaña.
Nos hace creer que todo consiste en dar rienda suelta a las propias ambiciones, como si acumulando ambiciones y seguridades individuales pudiéramos construir el bien común”.
Francia, lejos de cultivar los valores de libertad igualdad y fraternidad tiene la ambición de colonizar una filosofía que tiene más historia que la mismísima república francesa y se resiste a aceptar las faltas de respeto, las mentiras y la estigmatización.
*Analista Internacional – Columnista en Feas, Sucias y Malas (Sábados de 9 a 12 hs.)
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