Por Lorena Fernández Bravo
Entre los ejes principales de la nueva Comisión de la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires (CMCBA) se encuentra la inclusión laboral del colectivo travesti trans y la implementación de la Ley Micaela, que establece la capacitación obligatoria en género y violencia de género para todas las personas que se desempeñan en la función pública. El acuerdo entre el CMCBA y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) promueve la diversidad y el trato igualitario dentro del Mercado Central y establece mecanismos de apoyo, contención y líneas de capacitación en materia de género para trabajadoras y trabajadores del predio y el directorio de la Corporación.
Cecilia Merchán, secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad y Alba Rueda, subsecretaria de Políticas de Diversidad del MMGyD, junto a Nahuel Levaggi, presidente de la CMCBA, y Natalia González, gerenta general de la entidad, participaron de la presentación de la primera Comisión de Mujeres, Géneros y Diversidad del Mercado Central.
En este sentido, Merchán, resaltó la importancia de articular iniciativas que “promuevan la igualdad en el ámbito de trabajo, también en el mundo rural y en la soberanía alimentaria. Coincidimos en la igualdad de pensar la diversidad como una potencialidad y nunca como un problema. Vamos a coordinar todas las acciones necesarias para asegurar una verdadera igualdad. No hay forma de pensar en la igualdad, sin diversidad y eso lo sabemos en la tierra y en nuestra vida cotidiana”.
Por su parte, Nahuel Levaggi afirmó: “Este convenio es muy importante para reforzar la igualdad de género y transformar la estructura patriarcal. Son las mujeres las que proponen una visión más humana y sorora del mundo que también impacta en las formas de producción”.
En la misma línea, la gerenta general del CMCBA, Natalia González, agregó: “Nuestra misión es trabajar la igualdad de género en el concentrador de frutas y verduras más grande de todo el país. Impulsamos la soberanía alimentaria y entendemos que los territorios como los cuerpos de las mujeres sufrimos las desigualdades y violencias de un sistema de producción machista, patriarcal y opresor”.
Finalmente, Alba Rueda destacó, “es un momento histórico para el Mercado Central y también para las luchas feministas principalmente en lo que respecta a la participación de las mujeres y la diversidad. Esto es fundamental para las personas LGBTI+ pero también para fortalecer nuestras instituciones, nuestra democracia, cristalizando la diversidad que existe en la sociedad”.
También estuvieron presentes mujeres referentes de distintas organizaciones sociales y del MMGyD: María Luciana Moreno, directora nacional de Políticas Integrales de Diversidad Sexual y de Géneros; María Pía Ceballos, coordinadora de Promoción del Empleo para las Personas Travestis, Transexuales y Transgéneros; y Vivian Espejo, coordinadora del Eje Ruralidad.
Recuento de derechos
En Argentina, últimamente, se dio un avance en materia de derechos para la comunidad LGBTIQ+ en relación a lo laboral. Por primera vez en el mundo, el miércoles 5 de agosto, el Banco de la Nación Argentina y el gremio Asociación Bancaria, firmaron un convenio con el que se garantizó un cupo laboral mínimo del 1% para el colectivo travesti trans y el desarrollo de la temática para lograr sensibilización y una igualdad de oportunidades efectiva.
Al mismo tiempo, a principios del mes de septiembre, a través del decreto 721, el Gobierno estableció el cupo laboral travesti trans en el sector público nacional, ordenando que al menos el 1% de los cargos del personal Sector Público Nacional sea ocupado por personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo.
En el marco de asegurar la igualdad de derechos y buscando la manera de asegurar el acceso a estos puestos de trabajo, el artículo cuatro de esta última normativa aclara que: “para garantizar igualdad real de oportunidades, el requisito de terminalidad educativa no puede resultar un obstáculo para el ingreso y permanencia. Si las personas aspirantes a los puestos de trabajo no completaron su educación, en los términos del artículo 16 de la Ley N° 26.206 de Educación Nacional, se permitirá su ingreso con la condición de cursar el o los niveles educativos faltantes y finalizarlos”.
Y por último, el 8 de octubre el Senado aprobó el proyecto que establece la paridad de género por el mismo porcentaje que las otras normas, en los medios de comunicación públicos, con el objetivo de revertir la desigualdad existente a través de promover una mayor “equidad en la representación de los géneros desde una perspectiva de diversidad sexual”. En la sesión, la senadora oficialista y presidenta de la Banca de la Mujer, Norma Durango, destacó que la norma “no sólo busca el ascenso y la permanencia de las mujeres y las disidencias en sus puestos de trabajo, sino también su presencia en las políticas de los medios de comunicación”.
La importancia de estas iniciativas se encuentra en la realidad que vive el colectivo travesti trans, que según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), está inmerso en ciclos de exclusión y pobreza que las empujan a la economía informal, a la actividad criminal y la prostitución o trabajo sexual como formas de sobrevivir. A través de las nuevas posibilidades laborales y educativas que se les están presentando pueden empezar a construir un nuevo futuro.
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