Iván Durigón, presidente de Fabricaciones Militares (FM), conversó en el aire de Radio Gráfica sobre la creación del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) y su importancia en función de la producción nacional y el fortalecimiento de la política de defensa.
Durigón manifestó que la creación del FONDEF “es una alegría porque es un proyecto que el ministro de Defensa [Agustín Rossi, n. del r.] viene impulsando desde su etapa como diputado. Entiendo que es vital, de mucha necesidad para la fuerza. Esto pone a la fábrica militar en un lugar de privilegio, en relación a la posibilidad de proveer a las fuerzas de seguridad y militares, y la modernización del armamento. Estamos con mucha expectativa, y los proyectos con los que estábamos trabajando, que venían atrasados, van a ir más rápido”.
Entre los proyectos estratégicos mencionados por el directivo de FM se encuentran “distintas unidades en el interior del país. Específicamente en Fray Luis Beltrán, provincia de Santa Fe, donde está la fábrica de municiones, chalecos y armas. Ahí hay un proyecto para ampliar la gama de productos que ya tenemos, y mejorar la planta, al igual que en la fábrica de Villa María, Córdoba, donde tenemos la fábrica de pólvora y explosivos. En Río Tercero hay otra gama de productos, pero también impacta el FONDEF. Habrá que hablar con cada fuerza para ver qué prioridades pueden darles los proyectos y qué posibilidades tiene Fabricaciones Militares de participar. En algunos casos será con menores inversiones, en otros con mayores. A partir de las inversiones el trabajo será de plazos más o menos largos”.
Con el objetivo de resarcir el vaciamiento propiciado por el gobierno de Mauricio Macri, otra prioridad de la actual gestión es “la reapertura de la planta de Azul, FANAZUL, donde ya iniciamos gestiones, nombramos al nuevo director y estamos arreglando las instalaciones para ver si recuperamos la capacidad de fabricar explosivos específicos. Si la demanda de las fuerzas nos pide ese armamento, se favorece el proyecto de Azul, aparte de otras ideas que tenemos para alcanzar la reapertura. Recordemos que esa fábrica no solo quedó cerrada sino también devastada. Rearmarla implica trabajar con materiales de manejo muy delicado, que requieren mucha supervisión y permisos específicos. Al mismo tiempo queremos llevar adelante la reincorporación de los despedidos que dejó la etapa macrista. Es el compromiso al que llegamos con los sindicatos que los representan, pero también depende de que aumente la demanda de producción”.
Durigón también detalló, respecto a FANAZUL, que “había quedado solo con dieciséis empleados para la vigilancia y el control de aguas. Reincorporamos al director, aunque nos costó convencerlo de volver. También estamos tomando a trabajadores para el reacondicionamiento de las instalaciones. La idea era ponerla en marcha durante este año, en particular a partir de la reutilización de chalecos anti balas fabricados en la planta de Fray Luis Beltrán. Necesitamos algunas autorizaciones del ANMAT, que es el órgano de contralor, y estamos esperando definiciones para este mes. Azul es un proyecto que requiere una fuerte voluntad política y un esfuerzo grande”.
El titular de Fabricación Militares remarcó que la relación con otras áreas de producción de industrias vinculadas a la defensa es prioritaria. “Estamos revisando cada lugar en el que Fabricaciones Militares tuvo alguna posibilidad y dejó de tenerla. La empresa no escapó a la política de desindustrialización de los años del macrismo, y como tiene una clara identidad de desarrollo de la industria y la soberanía nacionales, también fue dejada de lado. Se potenció más al sector privado que al público, y se favoreció a las importaciones. Seguimos teniendo calidad y reconocimiento en el mercado, pero gran parte de los componentes que utilizamos necesitan material importado. Se trata de capacidades que la industria nacional tuvo, y recuperarlas, desarrollarlas, implica tiempo y grandes inversiones. La idea de nuestra administración es dar los primeros pasos en ese sentido”.
Esta reactivación plantea nuevamente la cuestión acerca de si unas Fuerzas Armadas son o no una amenaza para la institucionalidad democrática. En ese sentido, Durigón sostuvo que “hay que pensar en fuerzas armadas en un contexto de país. Que tengan que ver con la soberanía nacional, con el cuidado y la capacidad de defender nuestro territorio. También con el hecho de que cuando nuestro país tuvo buena capacidad en la industria de defensa, no fue en detrimento de los ciudadanos o del Estado Nacional. Después la política tiene que abarcar todos los sentidos. Siempre es bueno dar la discusión y tener una relación franca con las fuerzas de armadas de seguridad. No creo que esté en duda la democracia o que las FF.AA. vayan a usar esa capacidad contra el pueblo. La tranquilidad está en la medida en que haya una política de gobierno decidida a fortalecer la industria nacional y la soberanía, para lo que fueron creadas las FF.AA., y lo tienen claro”.
- Entrevista realizada por Lautaro Fernández Elem y Leila Bitar en Desde el barrio (lunes a viernes de 10 a 13)
- Redacción por Martín Gorojovsky
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