El 21 de agosto se celebra el Día del Trabajador Ladrillero, fecha que recuerda una huelga de casi tres meses que se desarrolló en 1946 a la que se denominó “La Tapada”. Luis Cáceres, actual secretario general de la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA), en diálogo con Radio Gráfica, resumió el presente de una actividad compleja que cuenta con 140.000 trabajadores, entre registrados, de la economía popular y golondrinas.
“La nuestra es una actividad milenaria, ya está presente en La Biblia”, comienza la charla Luis Cáceres, referente del gremio Ladrillero, a lo cual agrega un dato para entender la importancia de la actividad, “la mayoría de los barrios están construidos con el ladrillo artesanal con familias, trabajadores y trabajadoras postergadas”.
“Nuestra actividad se compone de dos sectores. Por un lado, están las fábricas ladrilleras. Allí fue donde siempre tuvo representación el sindicato, fundado por anarquistas a comienzos de los años 30 y que se constituyó como gremio nacional con el peronismo en los años ´40″, repasa la historia.
“Por otro lado, también representamos a los emprendimientos familiares que son parte de la economía popular. Nosotros planteamos la reforma del estatuto del sindicato para poder también representar a los emprendimientos familiares”, indica en una rareza dentro del mundo gremial con un pata en los empleos formales y otra en la economía popular.
“A su vez, impulsamos la organización de estos emprendimientos a través de cooperativas que accedan al monotributo social y a la construcción de parques ladrilleros para estos trabajadores. Queremos llevar estos emprendimientos, sacar esos hornos de las casas”, añade Cáceres.
En esa línea, destaca la importancia de una “comercialización colectiva con la articulación del Gobierno nacional, provinciales y municipales”.
“Nuestra actividad depende del consumo interno, de los desarrollos privados y de una política de Estado”, resume.
“Durante los Gobiernos de Néstor y Cristian los compañeros decían que ´se vendían los ladrillos calientes´. Hubo un relevamiento en el año 2011 donde decían que había más de 160 mil familias que trabajaban en la actividad. Producto de los cuatro años de Cambiemos y agravada por esta crisis fuimos muy golpeados. Recién ahora estamos comenzando a ver una pequeña reactivación”.
LA ACTIVIDAD LADRILLERA EN EL PAÍS
En 22 de las 24 provincias del país existe actividad ladrillera. Las únicas que no cuentan con una producción propia son Tierra del Fuego y Santa Cruz, donde las condiciones geográficas y climáticas complican su desarrollo.
“Nuestra actividad depende del clima lo que genera que existan muchos trabajadores golondrinas, entre ellos tenemos a muchos compañeros bolivianos. Por ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires, se para la actividad cuando llega el frío y las lluvias, desde abril hasta septiembre. Ahí se produce, se vende y acopia”, describe Cáceres.
“En la provincia de Buenos Aires el 80/90% de la actividad la desarrollan las fábricas al igual que en una parte en Córdoba y otra en Santa Fe. Después en la mayoría de las provincias lo que existen son los emprendimientos familiares”, acota.
Un tema a resolver para lograr una mejor situación para ese sector de la actividad es la comercialización. “Hoy el intermediario va a la casa de las familias y termina poniendo el precio de ladrillo al no estar organizada la actividad. Un ejemplo, hoy en Misiones un ladrillo vale 4 pesos en la puerta del horno y en los corralones se vende a 16 o 17 pesos, en Bahía Blanca lo venden hasta a 20 pesos. Nuestra propuesta es cambiar eso y que las familias ladrilleras puedan poner un precio de base”.
“Logramos en Traslasierra, Córdoba, avanzar en una experiencia de estas características. Allí se conformó una cooperativa que llegó a tener 120 integrantes de origen boliviano. Pusimos un precio de base, para comprar tienen que ir a la oficina de la cooperativa. Es la única manera que la familia ladrillera pueda recibir los beneficios del sacrificio que hace”, contó.
LA ARTICULACIÓN CON EL ESTADO NACIONAL, PROVINCIALES Y MUNICIPALES
Mayor nivel de organización e institucionalidad con los diferentes brazos del Estado. Ese el camino que vienen desarrollando desde el gremio para lograr mejoras en el sector.
“La nuestra es una actividad minera. Tuvimos un hecho histórico en donde el pasado 7 de julio el secretario de Minería planteó que el eje central era nuestra actividad. Por primera vez hay una política para nuestro sector desde el Estado y esto fue a partir de nuestra propuesta”, subrayó Cáceres.
“En General Roca (Río Negro) y San Juan pudimos avanzar con la constitución de los dos primeros parques ladrilleros en la República Argentina”, celebró.
“Es fundamental la articulación del Estado, también con universidades. Firmamos convenios con universidades buscando reemplazar tecnología. Pero esto es muy especial porque al hacerse el ladrillo con tierra una máquina puede servir en una provincia y no en otra”, agregó.
“Es fundamental fortalecer la articulación a nivel nacional y también la construcción territorial donde viven y trabajan las familias con la constitución de una mesa provincial ladrillera. Ahí van a trabajar las áreas de cada gobierno provincial que tenga que ver con nuestra actividad”, propone.
“Nos proponemos generar las condiciones para que nuestros trabajadores accedan a derechos laborales, salud, educación. Para dar esas respuestas es necesario mucho protagonismo del sindicato”, cerró Cáceres.
- Entrevista: Lucas Molinari en Punto de Partida (Lunes a Viernes de 8 a 10 hs.)
- Redacción: Leonardo Martín
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