Salud mental: la crisis de ansiedad es por la pandemia, no por la cuarentena

María Isabel Vuotto, psicoanalista y conductora del programa De Rock y Freud*, dialogó en Radio Gráfica y sostuvo que “el impacto sobre la salud mental existe, pero no es derivado de la cuarentena, sino derivado de la pandemia”, ya que “se pone en relieve la fragilidad de la vida, la incertidumbre”. Sin embargo, analizó que la idea de “no aguanto más no correr”, en realidad puede que “ponga de manifiesto algunas cuestiones no resueltas”. Se refirió a la negación, a la omnipotencia y, además, a “respuestas infantiles” en el caso de personas que sí pueden evaluar el problema gravísimo y de carácter mundial, y siguen diciendo “yo estoy encerrado, yo quiero, yo necesito”.

“Me parece que la primera cuestión que tenemos que tener en cuenta para pensar cuál es el impacto sobre la salud mental, es poder diferenciar con claridad la cuarentena de la pandemia. La cuarentena no es una causa, sino un efecto. Y esto no está claramente pensado. Porque, de hecho, muchas de las cuestiones complicadas sobre la salud mental, que tienen que ver con la pandemia en sí, se le adjudican a la cuarentena“, inició la especialista.

Y sumó: “Quiero decir que la cuarentena es una medida necesaria, a partir de la irrupción de un virus, que es altamente contagioso y que puede producir la muerte, para el que no hay tratamiento ni vacunas y que, por lo tanto, es necesario evitar que se vean desbordados los servicios sanitarios y aumente el número de muertos”.

“En realidad, lo que produce daños sobre la salud mental es la irrupción de un virus absolutamente desconocido. Esto está conceptualizado por Freud en “El malestar en la cultura”, cuando nombra como una de las tres causas del sufrimiento, justamente, a estas catástrofes naturales, a estas cuestiones que irrumpen y para las que no hay respuesta, como en este caso un virus que estamos empezando a conocer. El impacto sobre la salud mental existe, pero no es derivado de la cuarentena, sino derivado de la pandemia”, definió.

“El impacto sobre la salud mental existe, pero no es derivado de la cuarentena, sino derivado de la pandemia”

“Porque la pandemia, lo que pone sobre la mesa, en realidad, es la fragilidad de la vida humana y esta idea de la finitud, que mientras no irrumpen estos sucesos naturales o mientras no nos enfermamos gravemente, esta idea de finitud la tenemos entre bambalinas, no queremos saber nada de eso, sabemos que algún día vamos a morir, pero no es algo que estemos pensando permanentemente”, explicó.

Entonces, siguió, “lo que pone en relieve esta pandemia es la idea de la fragilidad de la vida, la incertidumbre derivada de que no sabemos cuándo va a desaparecer el virus, cuándo va aparecer la vacuna, qué va a pasar si nos enfermamos” y ejemplificó que esto se está acrecentando “sobre todo en los grupos de riesgo”, pero que “esto ocurriría con o sin cuarentena”, es decir, “los efectos tienen que ver con esto” .

“Aparece, obviamente, un miedo que hace que nos cuidemos. Otra de las cuestiones que puede aparecer, en el marco de la salud mental, es el pánico y ahí aparece lo que se llama crisis de ansiedad. Insisto y quiero subrayar, esto es derivado de la pandemia y no de la cuarentena“, planteó.

“la pandemia pone en relieve la fragilidad de la vida, la incertidumbre”

“Escuché, por estos días, a algunos psicólogos hablar del estrés postraumático derivado de la cuarentena. En todo caso, el trauma no es la cuarentena sino la pandemia. Es importante que no confundamos esto”, repasó la psicoanalista.

Y añadió más acontecimientos derivados de la pandemia: “Otra cuestión que se verifica ante la pandemia es la negación. La negación de los anti-cuarentena. Ellos lo que hacen es negar la existencia del virus. Aun contra la evidencia, se niegan como mecanismo defensivo para evitarse la angustia derivada del enfrentamiento a algo tan poderoso como este virus, que aun tan pequeño, resulta inmanejable. Y, también, la cuestión omnipotente, pensar que a mí no me va a pasar nada. Esas son todas situaciones y respuestas frente a un escenario de pandemia y no derivadas de la cuarentena”.

“La cuarentena no genera particularmente cuestiones duraderas sobre el psiquismo, antes que eso, es un catalizador, en todo caso, de situaciones que ya estaban en la persona o estaban en el grupo familiar que no habían sido resueltas con anterioridad. El hecho de permanecer más tiempo con nosotros mismos y con nuestro grupo familiar, probablemente ponga de manifiesto algunas cuestiones no resueltas que hacen que haya personas que digan ´no aguanto más´”, evidenció.

Y continuó: “Cuando dicen no aguanto más la cuarentena. Yo creo que deberían interrogar qué es lo que no aguantan más. Si uno no se aguanta más a uno mismo, si uno no aguanta más a su marido, si uno no aguanta más a sus hijos, qué es lo que no aguanta más. Yo me resisto a pensar que la cuarentena sea vivida como una situación de encierro en una persona equilibrada que mide los riesgos, que entiende que esta es una situación coyuntural ante un problema gravísimo y de carácter mundial. Si ante esta situación, sigue diciendo: yo estoy encerrado, yo quiero, yo necesito mi libertad; a mí me parecen respuestas infantiles, ante una situación realmente muy grave”.

“Permanecer más tiempo con nosotros mismos y con nuestro grupo familiar, probablemente ponga de manifiesto algunas cuestiones no resueltas que hacen que haya personas que digan ´no aguanto más´”

“Sí creo que es necesario atender y pensar en la situación de todos aquellos que no están pudiendo trabajar, para esto se están implementando medidas porque esto sí es muy atendible. Es importante aclarar que en realidad las cosas que no se están pudiendo hacer y que no se están pudiendo movilizar desde la economía, no tiene necesariamente que ver con la cuarentena, sino con la pandemia. Hay negocios que si estuvieran abiertos, igualmente, no tendrían afluencia de público. Me pregunto quién iría hoy a una peluquería o a un restaurante, por ejemplo”, reflexionó.

“Hay cuestiones que le adjudicamos a la cuarentena y que tienen que ver con la pandemia, con este hecho que irrumpe en nuestras vidas y es una de las causas de sufrimiento ya descritas por Freud. Estas cuestiones de la naturaleza, que como humanos nos ponen un límite que no podemos controlar, que no podemos manejar y esto es lo que realmente angustia, y esta angustia aparece trasladada a la cuarentena, en una ilusión mágica. Pensar que si hoy el Presidente dice que se levanta la cuarentena, entonces se elimina la pandemia, este es un pensamiento mágico que me parece que tenemos que interrogar”, subrayó.

“Esta idea de que la gente tiene que salir a correr, la gente necesita, me parece que excluye una priorización de necesidades como colectivo. La idea de ´nosotros somos jóvenes, somos deportistas, no nos vamos a enfermar y si nos enfermamos va ser algo leve´, a mí me parece una absoluta irresponsabilidad. Nadie va a morir por estar 3, 6, 8 meses sin correr. No es una necesidad imperiosa salir a correr a la calle”, marcó.

“No es una necesidad imperiosa salir a correr a la calle”

En relación a la política sanitaria, sostuvo: “Yo creo claramente que hay una diferencia entre quienes creen que la salida a todo es colectiva y que tienen sentido de formar comunidad y quienes creen que la salida es individual”. “Espero que la gente entienda que la cuarentena no genera una patología, en todo caso es catalizador de cuestiones que ya existían en las personas y que en algún momento iban a detonar”, remarcó.

Y advirtió, además, que “los medios de comunicación o sobreinforman con alarmas exageradas o fogonean el levantamiento de la cuarentena con un canto al individualismo” y opinó: “Yo cuando escucho a un comunicador social decir ‘no aguanto más porque no puedo visitar más a mi sobrina’, realmente está olvidando para que está ahí. No está para plantear cuestiones personales, sino para informar y para plantear cuestiones que tienen que ver con la comunidad. Por otro lado, están los otros comunicadores que sobreinforman y cargan las tintas, aumentando las situaciones de pánico en aquellas personas que sí están conscientes del peligro y produciendo más angustia”.

“Los medios no están cumpliendo adecuadamente su función y están generando más marchas, más malestar y más manifestaciones como las que lamentablemente vimos hace poco en el obelisco con gente absolutamente desbordada”, finalizó.