En el Día Mundial del Medio Ambiente, Alberto Fernández visitó la provincia de La Pampa, y en conferencia de prensa se refirió a una problemática histórica que atraviesa la provincia en relación al caudal del Río Atuel. La confrontación con Mendoza forma parte de un conflicto geopolítico que lleva más de 100 años, y en vistas de la potencial instalación de la represa “Portezuelo del Viento”, el presidente llamó a la unidad nacional y a la reflexión conjunta.
* Por Juan Patricio Méndez
El conflicto es histórico, ya lo hemos descripto en una nota anterior en Radio Gráfica. El curso del río Atuel fue, en varias oportunidades, alterado a gusto de la provincia de Mendoza, y al día de hoy, la desertificación y la muerte de diversas especies es el resultado de una gestión del abandono y del irrespeto federal. Las determinaciones en el manejo del agua de los ríos no puede ser nunca unilateral, ya que los mismos forman parte del territorio nacional. En un claro avasallamiento al derecho de los pampeanos, el acceso al agua se ha vuelto una lucha en la región.
“El río Atuel es Argentino, quiero que un río que atraviesa cinco provincias llegue a las cinco provincias porque argentinos son todos”, expresó el presidente Alberto Fernández desde la provincia de La Pampa. En este sentido, el primer mandatario reflexionó sobre la necesidad de interpretar la idea de que los ríos forman parte de “aguas nacionales”. La unilateralidad llevó a la muerte del suelo. Beatriz Dillon, geógrafa y profesora de la Universidad Nacional de La Pampa, sugirió que la gran invisibilización de los reclamos de los pampeanos llevó a la desertificación de la provincia, y que esto es “producto de la usurpación del agua de los ríos”
En este orden de ideas, recordar la existencia de una crisis hídrica no es un dato menor. “Quiero que el agua llegue a todos, es un problema que debemos resolver entre todos, y no de una provincia, es de cinco, no hablo contra de nadie, pero quien esté río arriba no tiene derecho de disponer como le plazca”, refirió Fernández. El acceso al agua, como derecho constitucional, es un mandato que debe ser garantizado por el Estado, como articulador dinámico de actores, instituciones y sujetos sociales.
Alberto Fernández: “Quiero que el agua llegue a todos, es un problema que debemos resolver entre todos, y no de una provincia, es de cinco, no hablo contra de nadie, pero quien esté río arriba no tiene derecho de disponer como le plazca”.
De todas formas, no se trata solamente de hablar de la administración del recurso hídrico, sino también de las consecuencias ambientales y sociales que la instalación de una represa puede implicar. Portezuelo del Viento nació como un proyecto de represa, a los fines de servir a la actividad minera. Con la consigna neoliberal del “bien de todos”, este negocio constituía la concreción de un pacto del tándem Macri-Cornejo (ex gobernador Mendoza, actual diputado nacional). “No se puede construir un dique de esas dimensiones sin estudio previo de impacto ambiental, sin la licencia de los pobladores cuyas casas quedarán bajo el agua y sin el apoyo de las otras provincias”, declaró el espeleólogo ambientalista Carlos Benedetto.
La gestión privatista del caudal de agua de los ríos Colorado y Atuel, al cual se le sumaría el Río Grande y el río Negro, llevaría a una nueva crisis de sequías y desertificación en la provincia de La Pampa. Es por eso que Fernández llamó a considerar a los ríos “de todos y no de uno”. Sin embargo, el pensamiento de algunos sectores empresarios todavía llevaba a pensar en ríos y no en “cuencas hídricas”. La diferencia es notoria, fundamentalmente en lo conceptual: la cuenca habla, por sí misma, de la importancia de un elemento en una determinada región. El agua, en este caso, y escasa en algunos sectores, representa un fundamentalismo clave: las luchas y las consignas en Mendoza y en Río Negro por el recurso hídrico han sido pruebas de ello.
Más allá del potencial daño al medio ambiente que la represa pueda implicar, el Poder Ejecutivo Nacional, con intervención del ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro, convocó al COIRCO (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado) para propiciar el diálogo entre las cinco provincias vinculadas al megaproyecto Portezuelo del Viento. El Ejecutivo revocó una resolución con la que Mauricio Macri archivó la solicitud de laudo pedida por La Pampa en relación a la construcción de la represa; y además convocó a los gobernadores de Neuquén, Río Negro, Buenos Aires, La Pampa y Mendoza a una reunión del Consejo de Gobierno del COIRCO el 26 de junio.
Es, en este sentido, que agrupaciones, organizaciones, vecinos y fundaciones de la Provincia celebraron la noticia, y aludieron a que la misma hace referencia a las diversas luchas de los pueblos en contra de la megaminería, la desviación del agua y a favor del medio ambiente.
En este 5 de Junio, más que una celebración se da lugar a la memoria. Un día más de lucha de todos los que han puesto el cuerpo y la palabra en contra del avance de políticas extractivistas, capitalistas e imperiales, que avasallan los derechos de los pueblos y los coartan de su soberanía territorial. En vistas de recuperar la identidad nacional en términos de suelos y ambiente, el llamado del Ejecutivo Nacional es otro punto a tener en cuenta a la hora de reflexionar sobre la importancia en la administración federal de los recursos nacionales.
(*) Columnista de Abramos la Boca / Radio Gráfica 89.3
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