La Asociación del Fútbol Argentino tomó una postura sanitarista de cara a la pandemia global del Covid-19. En Europa la realidad es otra. Nicolás Podroznik explica las razones por las cuales, a pesar de los miles de muertos, el fútbol parece obligado a regresar a las canchas del Viejo Mundo. Un artículo que llama a la reflexión
Por Nicolás Podroznik (*)
Desde la sanción de la Ley Bosman en 1995, Europa reúne casi la totalidad de las grandes figuras del fútbol mundial. De la mano del crecimiento de las telecomunicaciones y de los negocios globales, año a año se han ido incrementando las cifras por las cuales se pagan derechos de televisación para que las mejores ligas del continente (Inglaterra, España, Italia y Alemania) lleguen a millones de personas. El dinero que se maneja es incalculable y es, sin dudas, el engranaje principal que mantiene en movimiento a éste espectáculo. Sin embargo, la aparición del Coronavirus ha puesto al desnudo las miserias de un sistema que mantiene como esclavos a los verdaderos protagonistas.
La ferocidad con la que se esparce el Covid-19 no da tregua. Los contagiados y los muertos se cuentan de a miles, sobre todo en Italia y España. En ambos países fueron donde comenzaron los primeros focos de contagio en el viejo continente y, casualidad o no, en los dos se subestimó al virus. Claro ejemplo fue lo sucedido en el partido de Octavos de Final de Champions League que disputaron Atalanta y Valencia, en donde se permitió el traslado de varios hinchas del equipo de Bérgamo desde esa ciudad a Milano, donde hace de local por cuestiones reglamentarias. Cuarenta mil personas se trasladaron hacia allí. Poco importaron las recomendaciones. El partido se disputó igual y las consecuencias fueron devastadoras: el virus se esparció por gran parte del norte de Italia y en el caso de los españoles, al menos cinco jugadores del plantel fueron diagnosticado positivo. El partido de vuelta se jugó a puertas cerradas, pero ya era tarde.
Poco importaron las recomendaciones. El partido se disputó igual y las consecuencias fueron devastadoras: el virus se esparció por gran parte del norte de Italia y en el caso de los españoles, al menos cinco jugadores del plantel fueron diagnosticado positivo. El partido de vuelta se jugó a puertas cerradas, pero ya era tarde
Con el virus ya avanzado y la inmensa población europea cuarentenada, toda actividad que no sea excepcional o necesaria se encuentra paralizada en pos de resguardar la salud de millones. No obstante, hay quienes consideran que la economía es tan importante como la salud. O incluso aún mas. La gran mayoría de las industrias que mueven capitales inmensos no están en funcionamiento. Una de ellas es el fútbol. Esta situación corroe una capa de pintura que tapaba una realidad: los jugadores son mercancía puesta en vidriera por aquellos que manejan los millones que mueven el negocio de la televisación. Y como las pérdidas que están sufriendo son enormes, comenzaron a presionar para que la pelota comience a rodar sin importar las consecuencias. Este eje central aúna a las cuatro grandes ligas europeas, pero para comprender mejor es necesario desgranar una por una.
No es casualidad que la liga que mueve mayor cantidad de dinero es la que haya dado el primer paso para finalizar su temporada. La Premier League tiene listo su nuevo organigrama para retomar la competición a mediados de Junio, sin público y con estrictos controles para toda aquella persona que deba ingresar al estadio, sea un jugador o un camarógrafo. También resta definir si se jugará en los estadios de cada uno de los clubes o bien solamente en Londres, a fin de evitar traslados innecesarios entre ciudades. Sin embargo, deben esperar el visto bueno del Servicio Nacional de Salud británico. Todo esto sin un solo resoplido de los jugadores que, semana tras semana, salen a cancha a jugar. Censurados solapadamente, apenas Sadio Mané del Liverpool ha tenido palabras altisonantes al respecto: “Lo lógico sería que finalice la temporada. Si no nos otorgan el título, será en otra ocasión. Será dificil para el Liverpool si no nos coronan campeones (N. de la R.: hace 30 años que no gana la liga inglesa), pero más complicado es lo que están atravesando millones de personas en el mundo”. No es de extrañar lo del delantero senegalés, quien es reconocido como un futbolista fuera de la norma, evitando grandes lujos o gastos y donando gran parte de su sueldo para la construcción de escuelas y hospitales en su país natal.
No es casualidad que la liga que mueve mayor cantidad de dinero es la que haya dado el primer paso para finalizar su temporada. La Premier League tiene listo su nuevo organigrama para retomar la competición a mediados de Junio, sin público y con estrictos controles para toda aquella persona que deba ingresar al estadio, sea un jugador o un camarógrafo. También resta definir si se jugará en los estadios de cada uno de los clubes o bien solamente en Londres.
En Alemania también están decididos a retomar el campeonato local, incluso mucho mas temprano que la Premier League. Para explicar esta decisión es necesario comprender el funcionamiento de la Bundesliga como unidad de negocios y espectáculos: saben que el dinero mueve todo, pero que sin los clubes y los futbolistas no funcionaria de ninguna manera, con lo cual todas las decisiones que se toman deben satisfacer a todas las partes.
Christian Seifert, titular de la Bundesliga, había propuesto como fecha tentativa para retornar a la actividad el 1° de Mayo bajo estrictas medidas de seguridad en todo momento, como la realización de tests a todos los jugadores de Primera y Segunda División todos los días. Los futbolistas en principio accedieron, pero luego dieron marcha atrás al enterarse que dichos tests arrojarían los resultados en 48 horas y no inmediatamente, lo cual ponía en riesgo su salud al momento de los partidos. Bundesliga les respondió que era imperioso que se vuelva a jugar, dado que la inmensa mayoría de los clubes dependían de los derechos de televisación para sostener su economía. No es para menos: se calcula que la perdida para la Bundesliga en caso de no volverse a disputar el campeonato sería de más de 700 millones de euros.
Cada parte expuso sus razones y se llegó a un acuerdo para reiniciar el 9 de Mayo. Los futbolistas accedieron volver a jugar el campeonato con la condición que ante el primer caso de Coronavirus en algún plantel se daría por finalizada la temporada. La federación alemana no se opuso, pero dio aviso que de ser así, los clubes debieran reintegrar el porcentaje del dinero de la televisación por los partidos que no se disputen. Los clubes aceptaron pero pidieron que se tomara una medida compensatoria para sostener la economía de los jugadores. La solución de la Bundesliga es digna de imitar: Bayern Munich, Bayer Leverkusen, Borussia Dortmund y RB Leipzig -los equipos con mayor presupuesto- crearon un fondo de solidaridad para los equipos de Primera y Segunda División, al cual aportaron 20 millones de euros cada uno y que se incrementará en tanto y en cuanto se disputen los encuentros al retomar el torneo. Para estos cuatro equipos, la crisis económica que acarrea la pandemia no golpea tanto como al resto de los equipos, pero en Alemania lo tienen muy claro: sin la inmensa mayoría de equipos pequeños que hacen grandes esfuerzos, no habría Bundesliga. No habría fútbol. Y por eso hay que cuidarlos.
Bundesliga les respondió que era imperioso que se vuelva a jugar, dado que la inmensa mayoría de los clubes dependían de los derechos de televisación para sostener su economía. No es para menos: se calcula que la perdida para la Bundesliga en caso de no volverse a disputar el campeonato sería de más de 700 millones de euros.
Muy distinto a Inglaterra y Alemania es lo que está ocurriendo en Italia y España, donde las muertes y contagios han sido miles producto de la tardía reacción por parte de las autoridades para reducir los daños. Mientras los dueños de los derechos de televisación aprietan cada vez más a los presidentes de ambas ligas para que se reinicien los torneos, los clubes se han plantado y definitivamente no quieren saber nada con volver a pisar una cancha. La Federación de Fútbol de España y la Liga de Fútbol Profesional (equivalente a lo que era nuestra Superliga) propusieron crear una línea de financiamiento para los clubes más necesitados, pero la realidad es muy diferente a lo propuesto por los alemanes: primero porque se trata de un préstamo encubierto y luego porque, a excepción del Real Madrid y Barcelona, el resto de los equipos está en una situación comprometida. Aún así, tanto los futbolistas como Luis Rubiales -actual presidente de la Federación y ex presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles- tienen en claro que la temporada debe darse por finalizada, pero las presiones a las que se ven sometidos atenta contra ello. Los jugadores han sido muy claros: si se juega, deben garantizar su salud y si no, deben garantizar su estabilidad económica. Para despejar dudas, nada mejor que las palabras de Fali, capitán del Cádiz: “yo no vuelvo a jugar si no me garantizan mi salud al 100%. Ni por cinco mil millones me juego la vida”
En Italia la situación es aún peor que en España, puesto que cerca de cien futbolistas dieron positivo por Covid-19, entre ellos Paulo Dybala, Germán Pezzella y la mitad del plantel de Sampdoria. Aún así, hay directivos de clubes que tienen decidido continuar con el campeonato, como es el caso de Claudio Lotito, presidente de Lazio. El equipo romano estaba realizando una campaña excepcional, peleando mano a mano el título con Juventus, cuyo poderío ha tornado a la Serie A en un campeonato absolutamente aburrido. Lotito basa su pensamiento en la necesidad de terminar con el monopolio de la Juve. Si bien es cierto que un nuevo campeón del Calcio determinaría una posible reestructuración de fuerzas a futuro, no hay manera de comprender como esto puede ser más importante que miles de vidas humanas. La inmensa mayoría de los clubes se han manifestado a favor de dar por finalizado el torneo. Incluso algunas han propuesto darle el título al Atalanta no sólo por lo bien que juega sino porque Bérgamo ha sido una de las zonas mas afectadas por el virus.
Dentro de esas voces que piden terminar la temporada se encuentra la de Massimo Cellino, presidente del Brescia, quien además actualmente es uno de los tantos contagiados que tiene Italia. “Los dirigentes de la UEFA y del Calcio son unos arrogantes e irresponsables. Les interesan los trofeos y el dinero, nada más. Brescia es uno de los focos más grandes de contagiados, los camiones militares van cargados de cadáveres porque aquí ya no hay lugar para enterrarlos. Si me obligan a jugar retiro al equipo del campeonato. Me da igual descender, lo que no voy a hacer es faltarle el respeto a los ciudadanos de Brescia”.
Mientras tanto, en el gobierno parecen ni enterados de la situación. El ministro de deportes Vincenzo Spadafora ha autorizado el retorno a los entrenamientos a partir del 18 de Mayo. Aún así, han determinado que previo a esa fecha a todos los jugadores se le harán pruebas preliminares tales como toma de temperatura, un test rápido, electrocardiogramas y análisis de sangre. En caso que se registren positivos, la actividad no se retomará.
La UEFA apreta y apreta. La crisis económica producto de la pandemia ha hecho estragos y, al parecer, cuando no se trata de la salud propia, los dueños del dinero están dispuestos a todo. Mientras tanto, en Argentina se decidió a tiempo que no continúe la actividad. Gobierno y AFA van de la mano en cada una de las decisiones, preservando la salud de todos los trabajadores relacionados al fútbol. Son conscientes de las pérdidas generadas sin la televisación y los clubes lo sufren, pero ninguno ha pataleado por esta decisión. La salud prima por sobre el dinero. En el viejo continente, mientras los contagiados se cuentan de a miles, ya no saben que hacer para que el fútbol vuelva. La pregunta es: ¿En Europa dirán “esto en Argentina no pasa”?
(*) Periodista de Abrí la Cancha.
Discusión acerca de esta noticia